Ricardo Williams: “Sigo siendo un niño”
Con 52 años, Ricardo Williams no se ve alejado de la música, aunque habría querido ser biólogo marino por su fascinación por los seres marinos, escritor o definitivamente algún oficio cercano a la estética y al arte; de no haber sido músico. Con 3 décadas de trayectoria musical, retoma su lado humano a la hora de componer -después de volar en la imaginación infantil-.
Su tema ‘Páginas al viento’ toca la esperanza y lo positivo al ritmo de soca con el toque energético de la percusión de Tomback, sumado a la mezcla del DJ Nicola Cruz. Un salto hacia lo terrenal ‘como él lo llama’ y un reencuentro con su lado compositivo comercial. Una acción para retomar el lugar que había dejado hacia casi 20 años. El tema es el segundo promocional del disco ‘Días de amor’, que será lanzado el próximo mes; en el que también se contempla una nueva versión de ‘Hoy ganas tú’, canción que fue éxito en la década de los 90.
Para el cantautor, su familia y su música son su mayor compromiso, ser un padre tardío le ha abierto nuevas visiones de la vida como hombre y músico.
Ahora también se desempeña como jurado del Fondo Fonográfico, impulsado por el Ministerio de Cultura, en el que evaluará alrededor de 250 concursantes en las categorías de propuesta, sonido y originalidad.
¿Qué significa este retorno para Ricardo Williams?
Las tendencias por supuesto han cambiado y la idea es sacar algo nuevo que no suene a la música anterior de Ricardo Williams. Cuando la gente vio el último video fue como shock porque salía bailando; sin embargo, sigo siendo un baladista.
Luego de 30 años en la música, ¿cuál es su público objetivo?
Pues he abarcado alrededor de tres generaciones gracias a las diferentes propuestas; sin embargo, debo estar consciente de que todo evoluciona. Además creo que la ley del uno por uno va a cambiar la idea de que la música nacional no es válida.
¿Cuál es el reto al abarcar estas generaciones?
Tengo música para adultos, jóvenes y bebés. El reto es sostener todo. Prácticamente he vuelto a ocupar un lugar que ya tenía antes. Estoy armado hasta los dientes.
¿Ahora es más fácil hacer música de cuando empezó?
Sí, las técnicas de grabación son más sencillas. Ahora se pueden montar estudios en la propia casa, es más ahora trabajo con Pablo Estrella, líder de Rock Vox... tiene un ‘antiestudio’ y me gusta muchísimo. No obstante, sonar, darse a conocer y mantenerse, ahora los éxitos duran muy poco.
¿Cuál es su visión de la escena nacional musical?
Es triste ver que la escena musical y comercial del país se haya visto invadida por una cantidad de imitadores salidos del programa ‘Yo me llamo’, primero porque es un plagio y porque un artista debe tener las agallas de hacer sus creaciones y, sobre todo, si se lucra de la imagen de artistas consagrados.
¿Eso ha afectado a los compositores?
Claro que sí porque es gente que rompe el mercado porque cobra muy barato.
¿Cómo trasciende Ricardo Williams?
Siendo fiel a mis principios, a mi música y, sobre todo, a mi búsqueda espiritual. Siempre pongo la luz por delante, luego mi familia y luego mi trabajo. Creo que además soy diferente de los otros artistas porque la temática que manejo me da un peso diferente.
Ahora tiene una propuesta de ‘pop pélvico’, ¿cómo define esto?
Es el amor, pero desde la perspectiva de pareja. Esto se debe a que ya tengo 12 años de matrimonio y eso le ha dado un peso diferente a mi vida. Y todos aquellos que sabemos que el amor no está en el otro sino en uno mismo tenemos el reto de romper nuestras limitaciones. Aunque ‘Páginas del viento’ se escapa un poco de esta temática.
¿Qué exploran estos temas?
El lado oscuro de la relación entre dos personas, hay mucha celebración al erotismo, a la entrega, al sacrificio. Hay temas fuertes, crudos y muy humanos.
¿Por qué decidió hacer música para niños?
Porque quise cantarle a mi alma, quería entender la ternura y explorar al ser humano. Tengo discos que van desde la gestación y el vientre de la mujer, luego otro momento en el que se le da la bienvenida al niño, la lactancia y las etapas del desarrollo del ser humano.
¿Es más difícil hacer estas composiciones?
Seguro, hay que entrar en su mundo interior. En este sentido yo sigo siendo un niño en muchos aspectos. El ser un padre tardío me ha llenado de vida y me ha permitido reencontrar cosas bellas. Siempre compuse desde el respeto y la admiración. Los adultos pensamos que ellos no piensan y los irrespetamos en ese sentido. Como padre te das cuenta de que tienes que respetar su ser interno mientras les acompañas.
¿Esto le hizo salir de alguna manera de las radios?
Cuando empecé a explorar estos temas las puertas de las radios se me cerraron porque mi música ya no era comercial. Esto me hizo movilizarme y abrir otro nicho de mercado.
Las ambiciones están a lo comercial ahora, ¿cuál es la proyección?
Yo ya canté sobre los temas que me interesaban apoyar como ser humano para la creación de conciencia y ahora mi necesidad como hombre es volver a pisar la tierra ya con más madurez, con más objetividad. Y qué bueno que la competencia sea tan fuerte porque eso me demanda mayor desafío y calidad en mi trabajo. Quiero volver a poner los pilares de mi carrera comercial, ya tengo listos dos discos más.
¿Para cuándo estarían estos discos?
Pues todo depende de la estrategia de promoción. En un principio ‘Días de Amor’ iba a tener tres promocionales pero decidimos dilatar un poco esto.
Así que estarían supeditados al próximo año.
¿Cuál es el proceso de creación?
Cada desencuentro con mi esposa es una canción, la música es mi terapia, es mi exorcismo constante de amor, tiene mucho de mis vivencias. En un inicio yo componía con la pura intuición hacía 2 estrofas y luego no importaba cómo terminaba. Ahora tengo más conciencia de lo que hago, hay canciones que han tenido varias versiones hasta que le encuentre la que tiene corazón y y sienta que está bien en su estructura, su armonía y melodía. Es más trabajo que inspiración.
El artista trabaja desde la subjetividad, ¿cómo hacer que esa subjetividad se identifique con el otro?
Conectándote con las raíces universales que todos tenemos. La soledad es la soledad de todos por ejemplo. Si bien es cierto la propuesta musical es ‘intimista’, creo que trasciende a las baladas de amor, pero se explora el lado poético de la sexualidad. Además debe ser una canción honesta y que no intente enseñar nada a nadie.