La imagen de los cuatro españoles de trajes renacentistas que agitaban abanicos al son de una letra que no decía más que “Sexo, Ibiza, Locomía, moda, Ibiza, Locomía” se quedó en la memoria de muchas adolescentes latinoamericanas de comienzos de los 90. Mexicanas, peruanas, argentinas, ecuatorianas eran las más fervorosas, mostraron su exótica puesta en escena, con pista, porque su concepto era más de imagen a ritmo de discoteca.

Carlos, Francesc, Juan Antonio y Manolo arrancaban suspiros y curiosidad por la “ambigüedad” que pregonaban y dejaba flotando el morbo sobre su sexualidad. De los cuatro, solo Manolo, el más silencioso, siguió en el mundo del espectáculo. Ahora es el líder del grupo con la nueva formación.

Cuando iba por el mundo, sus nuevos compañeros eran niños. De hecho, Ricky Espinosa no tenía el grupo en su memoria. “Felix Montás sí tenía recuerdos de Locomía porque su madre era seguidora del grupo y ponía los videos”, dice Manolo.

La nueva formación lleva cuatro años trabajando en el regreso. Pero solo este año el disco Imperium aparece en Latinoamérica. No ha sido el único intento de volver, después de su abrupta disolución en 1992, cuando Locomía estaba en su punto más alto.

“No decidimos separarnos –dice Manolo–. Fuimos, entre comillas, obligados. Fue consecuencia de desacuerdos entre un exintegrante y el mánager, que registró el nombre. Así que él sacó a otros chicos y nosotros dejamos de trabajar”, dijo en entrevista con el diario El Tiempo de Colombia. 

Los originales, en CD que salió a finales de los 80 y pegó en América Latina en los 90: Xavier Font (lo reemplazó Francesc Picas), Carlos Armas, Juan A. Fuentes y Manuel Arjona.
Las seguidoras, sobre todo de México, se indignaron. Se vio en el programa Siempre en domingo, cuando recibieron a los nuevos como a impostores. Se lanzaron a pegarles ante las cámaras y el presentador, Raúl Velasco, intervino, dijo que pronto los ‘exLocomía’ se cambiarían de nombre y volverían. Pero no fue tan sencillo.

Manolo y Xavier Font, fundador del grupo (quien en 2009 tuvo problemas con la justicia), trataron de revivirlo varias veces. En el 99, lograron reunir a los cuatro más famosos, y hasta grabaron un sencillo. Pero, cuenta Manolo, “solo se hizo para aparecer en el programa argentino de Susana Giménez, sin más intención que agradar a las fieles fans”.

Después, hubo intentos en el 2000 y el 2007. Algo grababan, nada pasaba.

“Fueron muchos los intentos –dice Manolo–. Pero había que buscar a quienes entendieran y sintieran el concepto. Eso es difícil y fue la causa de tanto tropiezo. Pero, creo que esta vez está yendo por buen camino”.

Manolo compró al fin el uso del nombre de Locomía, y decidió meterle al proyecto de regreso todo su esfuerzo. Empezó con las audiciones para elegir a sus nuevos compañeros. Ha sido mánager, diseñador, productor ejecutivo del disco y coreógrafo.

“De alguna manera, he tenido que enseñar. Desde las coreografías de antes, el uso de los abanicos, hacerles entender el concepto de Locomía y transmitirles su historia. Así que también he sido un poco guía”, cuenta.

LA AGRUPACIÓN ORIGINAL EN LOS 90

Solo hasta ahora su producción musical, Imperium, volvió a cruzar el océano, y aunció su visita a Colombia en marzo. El concepto, según él, sigue intacto, tal como el traje amarillo que conservó en el baúl de los recuerdos esperando este regreso. Lo usa de nuevo para la imagen de su lanzamiento en Latinoamérica, como conexión con el pasado.

Dice que insistió por amor al escenario. Y ahora, de nuevo, su álbum Imperium (que contiene los videos de antes y el más futurista de la canción que le da nombre) está en las tiendas colombianas.