Si usted va a Villamil Playas y se queda una tarde en el parque skate, ubicado frente al malecón de ese balneario, probablemente se tope con Jonathan Camacho, un adolescente de piel morena que ha ganado varios concursos internacionales en BMX, deporte extremo que consiste en hacer acrobacias en bicicleta.

“Su apodo es una compleja paradoja. Le dicen Pandilla porque siempre anda solo, y aparentemente se le dio ese diminutivo debido a su falta de amigos. Los problemas raciales y la segregación han dejado a este joven de 17 años de edad, proveniente de los barrios marginales del Ecuador, sin un patrocinador. No obstante, adondequiera que va destruye a la competencia local e internacional”, reseña en su web el viajero ecuatoriano Raúl Cabrera.

Camacho fue elegido para el proyecto Nómad-A, del que Cabrera es el mentalizador. Se trata de una propuesta audiovisual que destaca a héroes anónimos, a personas comunes con vidas extraordinarias, ecuatorianos expatriados o ciudadanos del mundo que llenaron de inspiración a este explorador de la Tierra.

La historia de Pandilla se contará junto con 23 reseñas más dentro de la película Nómad-A, que Cabrera prevé lanzar el próximo año. Los protagonistas son, a su criterio, personas interesantes con historias existenciales que puedan servir a los demás.

El proyecto fílmico es una forma de rendir homenaje a estos héroes anónimos que se ha encontrado durante sus aventuras por el mundo. Aunque los conoció en persona, pudo contactarse con todos vía Facebook, red social que se convirtió en una especie de invaluable base de datos que, en cada viaje, Cabrera aumenta con gente de todas los países que visita.

Esta planificación de la película es en realidad la segunda parte de una meta a largo plazo. El año pasado, el Nómad-a, como también se conoce a Cabrera, presentó una parte del filme en formato documental, en el que se exhiben sus travesías por Europa y África, y cuya duración es de 7 minutos.

La acogida fue impresionante, recuerda con emoción. El corto logró cuatro premios internacionales. Sin embargo, los objetivos de Cabrera, más allá del reconocimiento mediático que implica producir un trabajo de esta magnitud, consiste en dar a conocer cada historia para que esta gente deje de ser invisible para el mundo.

Una de las reseñas que conmueven a Raúl, por ejemplo, es la del skateboard cubano Alexander González, que conoció a su esposa originaria de Dinamarca y cuando quiso vivir con ella allí no pudo, pues las leyes migratorias de ese país “son realmente xenófobas”. Ahora ellos residen en Suecia, recuerda. Año a año, Alexander va a su país para regalar patinetas.

Los escenarios que se podrán apreciar en la película Nómad-A son de Asia y de América Latina. En este momento, el proyecto está en etapa de posproducción, asegura Cabrera, quien no está solo en esto. Su equipo se halla integrado por gente que también ha conocido en sus viajes.

Entre ellos menciona a Gareth Sheehan, camarógrafo (Nueva Zelanda); Pablo Suárez, conductor (España); Eduardo Pérez, webmaster (Ecuador); Claudia Vieira, diseñadora (Sudáfrica), y Albert Ibáñez, cineasta (Chile).

Antes de poner Nómad-A en las pantallas de cine de todo el mundo, Cabrera tiene previsto mostrarlo en los distintos festivales del séptimo arte. Confía en que de esta manera se logre un éxito similar al que obtuvo el documental.

Un viajero clase A

“Si tienes un sueño -grande o pequeño-, no hay imposibles. Si pones tu mente y tu corazón lo puedes lograr. La barrera más grande que existe es tu yo interior”. Ese consejo con el que Raúl Cabrera da casi por finalizada la entrevista es la convicción que lo mantiene firme en su espíritu aventurero.

La historia viajera de Raúl no ha sido fácil. Pese a conocer 80 países y haber vivido por un tiempo mayor a un año en 20 de ellos, este ecuatoriano pudo experimentar el discrimen que representa ser latino en naciones del primer mundo.

“La movilización es un derecho de todos los ciudadanos del mundo, pero eso no se practica”, dice al revelar lo que, asegura, es lo más difícil de ser nómada. Se lleva en su memoria, sin embargo, a todas las personas que ha conocido. Estas constituyen el recuerdo más agradable de sus aventuras.

Raúl siempre supo lo que debía hacer. Cuando era pequeño, sus hermanos -que estudiaban en un colegio religioso- tenían una Biblia con fotos de las maravillas del mundo y él se decía: “Tengo que conocer este sitio”. “Siempre quise saber qué se encontraba más allá del barrio, siempre tuve ese espíritu de exploración e indagación de lo foráneo”, comenta.

El primer país que Raúl visitó fue Panamá. Lo hizo con su madre, a los 9 años. A los 18 paseó por toda Latinoamérica cuando terminó el colegio. Hoy considera que la palabra ‘hogar’ va de la mano con la comodidad y la felicidad.

ENTÉRATE

Raúl Cabrera nació el 16 de julio de 1976. Para el proyecto Nómad-A utilizó esa forma de escribir la palabra porque se considera un nómada de clase A, pues hace sus viajes de corazón. “Llevo la bandera de mi país con orgullo y ofrezco afuera una imagen positiva de mi tierra”, dice.

Actualmente, Cabrera está en Ecuador en busca de financiamiento para su filme. Cuando está afuera, trabaja por un periodo corto, reúne dinero y emprende una nueva aventura cuando ya cuenta con capital. Este ha sido su estilo de vida desde los 18 años.

EN LA WEB

Puede dar ‘like’ al proyecto Nomad-A en este link: https://www.facebook.com/RaulNomada

Su cuenta de Twitter es @RaulNomada En este portal Raúl Cabrera cuenta a diario novedades del proyecto y sube imágenes de sus aventuras.

http://nomad-a.com es la página oficial del proyecto. Allí se encuentra la biografía de los 24 protagonistas.