Simbolizados y representados por un payaso sin sonrisa, imagen quizá contradictoria para algunos, para otros solo será el reflejo de lo que vivimos a diario. Una sonrisa maquillada pero sin movimiento, una realidad a la que quizá le falte más felicidad. Es la esencia de las letras de Sarcasmo, precisamente desde la ironía, desde la risa y la rebeldía.

El trabajo inició en 2012, el tiempo no es mucho pero cada uno de los integrantes ya tiene su propia trayectoria -el que menos se ha dedicado a la música 5 años ininterrumpidamente- es por eso que el 14 de septiembre presentarán su primer disco ‘Frente sucio’ en el concierto de la banda estadounidense de crossover trash ‘Municipal Waste’.

“Algunos dirán que somos demasiado nuevos para ser teloneros de esta banda, pero lo cierto es que todos conocemos el medio durante varios años”, exclama Diego Eivar, director de la banda.

El proyecto inició como un espacio de ‘panas’ en el que la creatividad no se vea coartada, es por eso que las letras y las melodías no se encasillan en un subgénero del rock en específico, aunque sus mayores influencias musicales están dentro del trash metal y el hardcore.

El objetivo de la banda es precisamente reflejar su nombre, el sarcasmo, contar situaciones cotidianas desde una visión de la denuncia, palabras que se entretejen para que se entiendan y se reflexione en el pensamiento del público que de a poco han ido captando.

La estrategia de la banda no fue lanzarse al escenario desde un primer momento sino indagar un tanto en los escenarios ‘under’ y generar expectativa.

“Regalábamos camisetas con el nombre de la banda, la gente las recibía extrañada porque no sabía quiénes éramos”, cuenta Diego, quien además se desempeña como productor de eventos y conciertos alrededor de la cultura rock.

Lo segundo fue crear expectativa en redes sociales, hacer que el nombre de la banda se vaya familiarizando para luego colocar en estas mismas plataformas los temas que se iban cocinando en el estudio de grabación y en los ensayos.

Uno de sus primeros temas: ‘Frente sucio’ surgió como una crítica a lo sucedido el pasado 30 de septiembre, en el que el caos reinó por un día y en el que los enfrentamientos ocasionaron pérdidas económicas y humanas. En el tema no se menciona específicamente el hecho pero -según Diego, su autor- fue ideada desde esta perspectiva.

Sarcasmo está conformada por Paúl Sánchez (44) quien tiene más de 30 años de trayectoria en bandas como Abadón y Metamorfosis tocando la batería, Mauricio Pillaga (33) con 21 años de trayectoria como guitarrista, productor y sonidista, Ariel Gavilánez (20) quien lleva en la música alrededor de 5 años continuos en la guitarra, Jorge Zambonino (25) con diez años en el rock como bajista, también es diseñador industrial -aunque su mayor pasión siempre será la música y en la cabeza de la banda y en la voz principal, Diego Eivar, quien empezó su camino como organizador de eventos a los 13 años.

“Cuando estaba en el colegio armaba conciertos en mi casa, al principio era un desastre”, relata Diego con nostalgia.

Aquellos conciertos solo consistían en un equipo de sonido -que suene más o menos fuerte- adecuaciones de tarima, unos cuantos instrumentos, algo que como la mayoría de padres , los suyos no aprobaban.

“Ser rockero era difícil” menciona Paúl, uno de los músicos con más trayectoria dentro de la banda y quien ha compartido escenario con grandes de este género.

Y es que la juventud de hace algunos años no contaba con la tecnología y el acercamiento a sus artistas favoritos, estos muchachos cuentan que tenían que ahorrar durante meses para comprar un disco en acetato de bandas como Metallica o Megadeth. Además que sentían un estigma al vestirse de negro y por escuchar música con melodías y líricas fuertes.

“Un disco original costaba 2.500 sucres, algo casi inalcanzable para un muchacho, pero nosotros nos esforzábamos”, afirma Paúl.

Casi todos los integrantes de Sarcasmo miran para atrás con satisfacción, puesto que han luchado desde sus hogares para hacer lo que les apasiona. Incluso romper con el estigma de que los músicos se mueren de hambre, o la típica frase maternal “Estudia algo en serio”.

Así como el de la falta de confianza de la sociedad, al mirarlos como ‘representantes de lo oscuro’.

“Antes te subías al bus y la gente se cambiaba de asiento porque te tenían miedo”, cuenta Diego entre risas.

Estos detalles no mermaron su deseo de hacer música y de expresar lo que la sociedad les mostraba, por lo que se consideran unos muchachos rebeldes. Para ellos la música representa todo lo que quieren a su alrededor, sobre todo si ya lograron mostrarse sobre una tarima.