Después de realizar 110 actuaciones  en 5 meses, el comediante Francisco Pinoargotti decidió renovar su programa de entretenimiento con una nueva presentación en la que sus jocosos relatos van acompañados de música.

“Ya me dieron ganas de cantar de nuevo, y aunque mis shows siempre han tenido espacios musicales de imitación o creación, quise hacer este stand cantando porque el público sí que se divierte”, cuenta el actor cómico.

El cansancio de las múltiples presentaciones que ha venido realizando sin descanso, lo llevó a apostar por la interpretación musical, pero sin salirse de la línea del stand up.

En paralelo, Guayaco hasta las huellas es el programa que propone en el Teatro Edificio Las Cámaras, todos los sábados a las 20:00.

Después de esta presentación, a las 22:00, desarrolla su stand up cantando en Las Tablas, del Malecón del Salado. Un espacio que desarrollará todos los sábados de noviembre, en el que ha resuelto hacer lo que le gusta: cantar.

“En el show toco la guitarra, el piano y canto. No me desnudo porque ya no me permite la edad, pero nada (ríe) y es que hay un repertorio armado y como todos son músicos ya saben acompañarme...”, describe Pinoargotti, quien tiene el apoyo de Ernesto Lamilla en la batería, mientras que en el bajo y guitarra están los hermanos Andrés y Javier Cuartas.

Adelanta que este performance satisface todo gusto musical. “Somos como una rocola abierta, lo que pido es que no me metan la moneda por ningún lado”, dice entre risas.

Este stand up comedy musical no sigue ningún libreto y las baladas se mezclan entre géneros. Puede interpretar desde ‘Soy el ladrón de tu amor’, hasta un ‘Trátame suavemente’, de Soda Stereo.

La novedad es que las líricas van a calzar con la situación de algunas figuras políticas del país. “Lanzaré historias que rondan en el Palacio de Carondelet, como cuando la gente estaba por ahí ‘A escondidas’, como dice Camilo Sesto”. (I)