Después de su participación como parte del elenco principal de la película Franchmans Flat, que se filmó en el desierto de Mojave, el actor ecuatoriano Paúl Guerra terminó de protagonizar la adaptación teatral de Los dos caballeros de Verona, una de las comedias más representativas de William Shakespeare.

El actor consiguió el personaje principal tras su destacada actuación en el filme, dejando sorprendido al director Bruce Katzman de este montaje teatral con quien coincidió en la película.

La obra, que tuvo más de treinta noches en escena con éxito, cuenta la historias de Valentin y Proteus (Guerra), dos buenos amigos. Valentino sale de Verona para visitar Milán para madurar. Deja a su mejor amigo, Proteus, pero no sin reprenderle por haberse aplicado más en los asuntos del amor que en los de la mente. Por casualidad, el padre de Proteus se pone de acuerdo con Valentino y pronto manda a Proteus a Milán. Después de una despedida tierna con su amada, Julia, Proteus encuentra a un Valentino enamorado con Silvia, la hija del duque de Milán.

Desafortunadamente, Proteus también se enamora de Silvia y hace todo lo posible para poder casarse con ella. Mientras que Proteus está en Milán, Julia se propone encontrarse con su enamorado y viaja a Milán disfrazada de muchacho. Ahí ella descubre la traición de Proteus y ella se hace pasar por su asistente hasta que piensa en algo que hacer.

La obra concluye con una confrontación intensa en el bosque, donde Proteus intenta violar y raptar a Silvia. Valentino la salva, pero después la cede a Proteus para preservar su amistad. Julia se desmaya, revelando su identidad. Proteus se acuerda de su amor hacia Julia y vuelve con ella.

Y aunque esta fue una obra en 1590, esta versión se sitúa en el tiempo actual y en Los Ángeles, bajo el nombre de Verona Hill.

“Fue una obra bastante interesante porque habla de la amistad, la lealtad, el amor y de los escrúpulos”, cuenta Guerra en diálogo con EL TELÉGRAFO desde California.

Para esta actuación, Guerra tuvo que prepararse más de cuatro meses y por largas jornadas al día en su dialecto debido a que la obra respetó ciertos diálogos antiguos. “Fue un aprendizaje muy bueno y descubrí cosas que no sabía que podía hacer”, revela el actor, quien además es abogado de profesión.

Guerra además asegura que protagonizar esta obra fue toda una aventura y un reto debido a que las obras de Shakespeare no suelen ser muy concurridas en Hollywood.

“Pasa igual que en Ecuador. Los clásicos suelen no ser tan bien recibidos en estos tiempos y por eso es que el director tuvo que adaptarla a tiempo actual. Por fortuna tuvimos una acogida formidable y en las más de 30 presentaciones el público salió contento y llenó las salas”, comenta el actor, quien resalta la labor de sus compañeros de trabajo.

“Fue un equipo muy bueno. El respeto y el profesionalismo ante todo predominó dentro y fuera del escenario”.

Sobre la historia, en la que se aborda la violencia sexual (violación), el actor considera que es muy importante que se toquen estos temas porque son ‘muy actuales’ en la sociedad ‘estadounidense, latina y de todo el mundo. (...) por desgracia vemos titulares todos los días en donde se han agredido a mujeres o niños. Creo que esa es una de las escenas más significativas de la puesta escénica’.

En esta ocasión, Paúl Guerra no tuvo que hacer cambios físicos extremos como lo hizo en sus anteriores proyectos. “Esta vez solo tuve que bajar algo de peso y lucir como alguien de menor edad porque mi personaje recién termina sus estudios colegiales. Tuve que vestirme adecuadamente y quitarme la barba e incluso tener una voz un poco más suave. De ahí no hubo que hacer mayores cambios por fortuna”, comentó el actor, quien comenzó su carrera en Ecuador en el reality La casa del Guanto y después demostró toda su destreza física en Combate, antes de dar asesoría legal en El Club de la Mañana.

Verona Hill también supuso un aprendizaje en expresión corporal, puesto que la obra de Shakespeare habla de gente de la realeza y había que comportarse como una persona de ‘la alta sociedad’.

“La manera de comer, caminar o como te manejas en el escenario tuve que replanteármelos en escena”, comenta el actor que recientemente se graduó en la escuela de actuación Stella Adler, una de las más prestigiosas del medio artístico y por donde han pasado actores como Benicio del Toro, Mark Ruffalo, Antonio Banderas, Salma Hayek, Robert De Niro y Marlon Brando.

El actor ecuatoriano tiene diferentes propuestas para hacer cine y teatro en Los Ángeles, las cuales atenderá después de arreglar su situación laboral en EE.UU. debido a que él acudió a ese país por estudios de actuación sin contar las oportunidades que se le abrieron siendo un estudiante. (I)