Orientación juvenil desde la visión de cuatro locos
¿Cual es la diferencia entre un jugador y un espectador? -plantea Daniel Sante, quien luce un chaleco naranja muy semejante al que utilizan los vigilantes para controlar el tránsito vehicular. Y Daniel no está solo, pues lo acompañan otros tres tipos tan locos como él: Orlyn Galarza, quien sostiene una baliza (esas luces móviles que van encima de ambulancias, camiones de bomberos o patrulleros policiales); Miguel Ángel Ulloa, con un casco de capataz; y Gustavo Renella, quien no pasa inadvertido con su alisada cabellera larga y su 1,85 metros de estatura.
Juntos, aunque por sus pintas no lo parezcan, tienen el propósito de orientar a los jóvenes a través del programa radial “Aguántatelas con Daniel Sante”, que se estrenó el domingo pasado en WQ (102.1 FM).
Según Sante, el tema “Jugador vs. Espectador” es cotidiano y aplicable en cualquier circunstancia. “Una forma de que el oyente entienda el mensaje es llevar el tema a otro campo. Por ejemplo, los términos jugador y espectador son más conocidos en los deportes, especialmente en el fútbol, y allí quienes escuchan el programa, que en su mayoría son personas que fluctúan entre los 15 y 25 años, pueden identificarse”, explica el también director del espacio que se transmite los domingos de 18:00 a 20:00.
“Aguántatelas con Daniel Sante” contiene varios segmentos con los que desmenuzan el tema principal y otros secundarios, tratados con diálogos, música y parodias.
Una de esas parodias tiene que ver con lo que sucede detrás de la cabina en un noticiero radial. Ahí Renella y Galarza adoptan las personalidades de Aquiles Bailo y Aquiles Vaeso en el segmento Los Aquiles. Ellos locutan las noticias con una voz trémula, pero durante el corte -según el guión- ellos caricaturizan sus voces, mientras un ficticio director del noticiero orienta las pautas para sus intervenciones al aire.
-Yo soy Aquiles Bailo. Con ustedes las más recientes notas deportivas: Rueda “no rueda” con la selección Tricolor -locuta Renella, mientras Sante encarna al ficticio director del noticiero y les pide a los hermanos Aquiles que se vayan a comerciales.
-Coff, coff, ay, ya era hora de que vayamos al corte, me duele la garganta. ¿Por qué no hablamos con nuestras verdaderas voces? -parodia Galarza con un tono semejante al de Los Pitufos. De inmediato, vuelven al aire -según la trama- y adoptan nuevamente la voz de ultratumba para anunciar otras noticias.
Los Aquiles es solo una parte de la locura de Sante, Renella, Ulloa y Galarza, con la conducción de Franky Records, productora del programa que contiene otros segmentos como Playlist, en el que Galarza se encarga de escoger la música con corte rock pop. Además existe otro espacio al que bautizaron como Escucha la letra, en el que se analiza el contenido de las canciones.
“Es una forma de darnos cuenta de qué estamos escuchando. La idea es que los jóvenes entiendan los mensajes positivos que sí tienen muchas canciones. Hay canciones vacías en su contenido. Por eso escogemos las que tienen un aporte”, explica Renella, quien también es actor.
Conciencia cocolón es otro de los bloques de “Aguántatelas con Daniel Sante”, que tiene como lema jocoso “el único segmento en el que te raspamos la olla”. Según Ulloa, conocido por sus panas como “El Oso”, la idea es caricaturizar las males costumbres. “Hablamos de hábitos como la impuntualidad, el evitar hacer fila y otros, pero de una forma en la que el oyente se sienta identificado. El propósito es que la gente adquiera conciencia de que los malos hábitos no conducen a nada bueno”, sostiene “El Oso”, quien además de locutar se encarga de la logística, especialmente en casos que el programa requiere de movilizar a su personal en la calle.
“Lava mate es el bloque con el que se inicia el programa. Lava mate se divide en dos partes para analizar lo positivo y negativo de los bandos que plantea el tema, en este caso “Jugador vs. Espectador”, indica Renella, quien además de locutar es el guionista del programa.
-Un espectador demanda sin compromiso, mientras que el jugador acepta las demandas que su actividad le exige. Un espectador sentencia con críticas destructivas, mientras que el jugador es autocrítico. Un espectador solo ve el partido desde las gradas, mientras que el jugador lo disputa, suda la camiseta y reconoce sus errores en las derrotas -locuta Sante en la conclusión del tema, a través del segmento Respeta las señales.
Ese es el bloque clave del programa, que siempre está acompañado por la melodía suave de un piano.
-Uno de los problemas que más nos aquejan en la vida diaria es el “síndrome de ser victima”. Pero la realidad es que los seres humanos somos la suma de buenas y malas decisiones. Muchas veces sabemos lo que nos conviene y aún así decidimos mal. Entre mis amigos utilizamos un término, que quizás suene duro: “muerto”. Se trata de aquellas personas no tienen un propósito en la vida y solo se limitan a quejarse. La gente decide si ser víctima o desafiarse a sí misma y actuar -concluye Sante con una seriedad que dista mucho de la locura habitual del programa que, pese a eso, orienta.