Olimpo dejó de ofrecer comida para entregar buena música
Hace año y medio, el segundo piso de Plaza Guayú era el patio de comidas de gran movimiento de este centro, que alberga varios locales de diversión, como bares y karaoques.
Sin embargo, el sitio en donde está ubicado (Versalles, entre San Gregorio y Carrión) no fue el apropiado para que los cuatro locales de comidas tengan buena acogida. Así lo explica Jessica Vaca, quien es la propietaria del bar-karaoque Olimpo. “En un principio decidimos vender almuerzos para los estudiantes, ya que estamos cerca de la Universidad Central, y así nos mantuvimos por unos tres meses, pero no resultó muy rentable ese negocio. Los dueños de los otros tres locales de comida decidieron cerrar, y nosotros alquilamos todo el piso para hacerlo discoteca”, dijo Vaca.
Es así, que hace un año y medio aquí funciona el bar Olimpo ocupando todo el piso del expatio de comidas, y en poco tiempo logró mucha acogida por parte de los estudiantes de la Universidad.
El bar-karaoque abre sus puertas de lunes a miércoles desde el mediodía, y de jueves sábado desde las 10:00. Según explican los dueños del local, los días más fuertes son los viernes y sábado, pues hay un lleno total en el sitio por el servicio que ofrecen.
Las personas que asisten pueden compartir con su pareja, o entre familiares y amigos, y bailar hasta el amanecer con los distintos géneros musicales que se programan.
De lunes a miércoles, y los sábados, los amantes del karaoque pueden aprovechar para pedir el micrófono y entonar sus temas favoritos, y por cada canción interpretada las personas pagan tan solo 25 centavos. “Cuando terminamos una semana de estudios nos gusta venir aquí a cantar y relajarnos. Lo que diferencia a este lugar de los otros sitios son las pantallas gigantes que tienen, por lo que no es necesario estar tan cerca de un televisor para ver la canción”, manifiesta María de Lourdes Bailón, quien confiesa que se ha vuelto cliente fija de la discoteca por la buena música que ponen.
Las pantallas gigantes que tiene Olimpo es una de las cosas que más atrae a las personas cuando se transmite un partido de fútbol, por lo que lo convierte en el sitio ideal a la hora de reunirse entre panas para ver jugar a la tricolor.
“Cuando hay partidos de fútbol el lugar se llena en su totalidad. Por lo general tenemos una capacidad para 72 personas sentadas, pero cuando hay este tipo de eventos contamos con 122 sillas. Pero en general, entre paradas y sentadas, pueden ingresar alrededor de 220 personas”, indican los propietarios.
Al igual que en los demás locales de diversión de Plaza Guayú, Olimpo ofrece solo cervezas, pues el estar en una zona universitaria, tan solo se les permite vender bebidas de moderación.
Las personas que acuden al lugar pueden servirse una cerveza por $ 1.25 o $ 2. Son precios cómodos, comparados con otros sitios similares, debido a que la mayoría de los clientes que asisten son estudiantes del sector, sin embargo, también ingresan personas que conocieron el bar y regresan por su música variada. “Tratamos de cuidar siempre el ingreso de las personas para que no exista ningún problema. Está prohibido que entren con gorras o mal vestidos. Siempre se les pide la cédula para que no vengan menores de edad, y exigimos que tengan vestimenta correcta”, agrega Jessica Vaca.
Según los propietarios de los locales nocturnos que están en el sitio, el sector es peligroso, por lo que es necesario tomar ciertas medidas para cuidar el bienestar de sus clientes, y así puedan entretenerse sin dificultad.
Gracias a estas medidas de seguridad, los dueños de Olimpo aseguran no haber tenido ningún inconveniente hasta el momento, pues para ellos es una prioridad ofrecer no solamente un lugar con buena música y excelente ambiente, sino que las personas que estén dentro de la discoteca se sientan cómodas y seguras para que regresen en otra oportunidad.
“Cuando los visitantes deciden retirarse les ofrecemos el servicio de taxi. Se han escuchado muchos casos de robo al salir de las discotecas, por lo que algunas personas ya no quieren quedarse hasta muy tarde, o prefieren ni salir. Por eso nos comunicamos con personas de confianza para que brinden este servicio a nuestros clientes. Siempre tratamos de cuidarlos”, aclaran.
Este servicio es importante para aquellos que salen a divertirse y a pasar un buen momento. De esta manera no pensarán en lo peligroso que podría resultar ir a un centro nocturno. “Me gusta que nos den ese servicio porque llego al bar con mis amigas, cantamos, bailamos, y después sabemos que podemos regresar a nuestras casas seguras en un taxi conocido”, concluye Sabrina Puyo.