Punto de vista
No, lo que Ecuador tiene es aguante
A Ecuador Tiene Talento 3 no le va mal en audiencia como parecen mostrar las cadenas de tuits, retuits y hashtags que genera, pero se lo critica mucho en contenido y valor agregado. La primera lucha de productores y talentos de pantalla es darle sabor local al acartonado y complicado formato de realities anglosajones, lo que al parecer lograron con las intervenciones de la jueza mala Wendy Vera en la segunda temporada, ahora con participación de los hermanos Ledesma. El primer engaño al público, esta vez, fue demorar el estreno porque se buscaban jueces ideales para renovar la franquicia y al final aparece el mismo jurado de ETT2, excepto por Fabricio Ferreti.
En la versión 1 fallaron los animadores, en la versión 2 llegaron a la final demasiados cantantes y ganó uno que tenía su historia de drama social como plus, y en la 3 hay poco de nuevo, sí mucho talento en crudo como se mostró en la semifinal 2 del 9 de noviembre. Regresó también Jonathan Estrada, que se disfrazó del mimo Gabo para darle la bienvenida oficial a Ferreti y matar del susto, hasta las lágrimas de Paola Farías, al resto del jurado. Con esa “broma”, además de subir el rating, se verbalizó dentro del reality muchas de las críticas que el público ha hecho a la conformación del jurado y la trayectoria de ellos, sobre todo en redes sociales. Lo del mimo ya estaba grabado ya que en el primer programa de Ecuador Tiene Talento 3 se vio un clip de esa audición destacándola como un momento de tensión real.
Lo real es el negocio con las operadoras de telefonía celular, lo que se percibe claramente en las semifinales y finales como pasó en las temporadas anteriores. Ahora es mucho ruido y pocas nueces, creando tendencias en Twitter tanto con lo que pasa en las galas dominicales como en el show de backstage Locos por el talento que se ve de lunes a viernes. A ese programa no parece irle tan bien porque se movió de las 14:00 a las 11:00 y aunque empezó con cuatro animadores, en estudio solo están Henry Bustamante y Michela Pincay, quien en las semifinales se ha encargado de un lleno de fallas técnicas y soso backstage en vivo, vía web, llamado ETTPlay.
A la par, la mala relación entre Wendy Vera y Paola Farías aburre porque se nota fingida ya que ahora en general, por los fingidos amores de Ferreti hacia Vera, el jurado ríe al unísono. Tampoco queda claro que si ya hubo amplio precasting aparezcan aún en las audiciones de las galas oficiales y hasta en semifinales artistas incapaces de demostrar su talento en el tiempo límite, que se retiran entre lágrimas debido a su poca tolerancia a la crítica. Sí, es para que se note mejor por qué van a las semifinales los que lo hacen, pero para qué humillar a un artista en formación si el objetivo siempre ha sido elegir a lo mejor de lo mejor, no lo mejor de lo que hay. Lo último considerando que en la semifinal 2 se puso “toda la carne en el asador” con cantantes como Álex Rodríguez y Tita Recalde, además de espectáculos como el de la banda Dr. Evil y el del pequeño Dj Mathias Aldea para que triunfen otros, por votación del público. Mañana será la última semifinal.