Punto de vista
No guarde su celular
Los años 2004, 2006 y 2010 son de vital importancia para el surgimiento del SMS que hace de cada uno de los televidentes la mina de oro, y a la cabeza de ese modelo estaba, y sigue ahí, RTS debido a una alianza estratégica con Interacel, empresa regional que gestiona los mensajes SMS con fines de entretenimiento. Claro RTS tiene sus canales hermanos como La Tele y Tropical TV. A la pelea se fueron metiendo Gamavisión, ahora GamaTV, Teleamazonas y Canal UNO, pero con el paso de los años se fortaleció la presencia de Ecuavisa en este mercado. En los últimos 20 años, la innovación tecnológica se convirtió en la pequeña barrera para este servicio, el SMS, según investigaciones de medios nacionales en 2010, los usuarios de Movistar y Claro enviaron 11’503.076 mensajes de texto; mientras que en 2011 bajó a 9’348.453, una reducción del 18,7%.
Ya no solo se limitan a las suscripciones por mensaje de texto, sino a publicidades que inundan la pantalla para que los televidentes escriban y concursen en juegos o consejos. Para ello deben mandar palabras como sexo, virgen, chistes, horóscopo, posturas y demás, al número 7777, 623, 2220, 1880. El gancho ha dejado de ser la presencia de voluptuosas modelos que apelan a la alegría desbordante o al ruego patético para que el televidente ‘mensajée’; ahora también aparecen solicitando los preciosos SMS animadoras del primetime como Doménica Saporiti o populares personajes como Guamán y Don Day de El Combo Amarillo, y Yulexy y Stalin de Así Pasa. Ahora que ya viene el 4G y el usuario de celular prefiere aplicaciones gratuitas e ilimitadas de mensajería instantánea como Whatsapp, los canales aún piden enviar SMS para enterarnos hasta de lo último de la novela éxito o reality nacional del momento, además de consejos de belleza, tecnología, chistes, salud y deporte.
Los Premium, SMS que se envían por promociones de empresas y medios de comunicación, iniciaron en julio de 2003, con El Gran Hermano, luego Buenos Muchachos sorteaba motos, en programas en vivo, partidos de fútbol o promociones regalaban viajes, entradas a conciertos y más, el Pozo Millonario sugería a su público ‘mensajear’ si el Pozo se acumulaba o no para sortear 4.000 dólares, junto a Interacel, RTS sorteaba casas, automóviles y viajes, pedía coleccionar las fotos de ‘Las chicas de temporada’, además de los concursos que promovían El club de la mañana y otros espacios de esa televisora. El auge vino con los espacios de concursos vía SMS, Insomnia de Teleamazonas, Mensajea, del entonces Gamavisión -registró en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual los términos mensajea, mensajeo, mensajear y mensajeando, que no existen en el español- y Llama y Gana, producción de Telegame S.A. o Telemedia, que emitía Canal UNO. Los fraudes de esos espacios los denunciaron, en su momento, usuarios como los responsables del sitio NECATPACE (necatpace.org/insomnia-en-teleamazonas-un-fraude) e investigadores de la Ciespal (Llama y gana: Canal Uno y la ‘transnacional del timo’), sin contar el gran número de denuncias y documentos legales sobre Telemedia que uno puede encontrar en Google.
Lo que se mantiene, y hasta que el bolsillo aguante porque estos mensajes cuestan desde 0,65 centavos a un dólar, es la recepción de SMS para que los televidentes interactúen con el concurso y designen a los ganadores, como pasa desde el primer Ecuador Tiene Talento. Eso se lo debemos a espacios de RTS como El Gran Hermano del Pacífico y la cuestionadísima ‘Manomaratón’. Las condiciones de envío y costo siempre son difusas ya que aparecen en la pantalla a gran velocidad en letras pequeñas, además detrás de las empresas que respaldan las ‘promos’, como Interacel, figuran multinacionales que proveen sus servicios a través de las operadoras celulares, ya que cobran un porcentaje por hacer de canal mediador y se encargan de la facturación. Y a quién se puede uno quejar si hubiera estafa o fraude: los canales suelen anunciar “Este canal no se responsabiliza por las opiniones y contenidos emitidos en este espacio”, y al acceder a uno de esos servicios por primera vez, se abre automáticamente un paquete que implica un pago mensual de hasta 20 dólares o lo que dure el saldo.