Aunque Nikki Mackliff no es una experta en la cocina, le gustan los grandes retos. Decidida a preparar el mejor ceviche de camarones, uno de los platos más típicos de Guayaquil -ciudad que esta semana está de fiesta-, vistió su delantal (cuya figurita era la de un cangrejo) y se puso manos a la obra en la cocina de su casa ubicada en una urbanización vía a la Costa.

Con la ayuda de Patricia Catagua, quien es la que le prepara sus caprichos, Nikki empezó a picar en pequeños cuadritos la cebolla, lo mismo hizo con el tomate. De esa manera es como le gusta comerse un buen ceviche.  “Es más fácil de digerir y es como más rico comerlo, sobre todo, con bastante limón”, asegura.

Una vez que ya tenía todos los vegetales cortados el siguiente paso fue cocinar a fuego lento los camarones en una olla; mientras eso ocurría Nikki les espolvoreaba un poquito de sal a los camarones que ya empezaban a cambiar de color, como señal de que en unos minutos más estarían listos para llevarlos al plato.

Con mucho cuidado de que no se le cayeran al piso la intérprete de ‘Quiero’ y ‘Cómo duele’, su último tema promocional, los colocó en un recipiente profundo, para luego añadirles el tomate, la cebolla picada y empezar a revolver.

‘Le falta algo, le falta algo más’, decía mientras revolvía. Nikki se había olvidado del jugo de naranja y los limones. Cuando ya se percató de los ingredientes que faltaban empezó a cortar y exprimirlos.

Una vez listo, lo siguiente fue vertirlos en el recipiente donde reposaban sus camarones, que desprendían un buen olor y mezclar la mostaza y salsa de tomate.

Nikki tenía mucho cuidado al momento de agregar el jugo de naranja. Una vez que ya todo estaba terminado lo único que faltaba era servirlos en una cevichera.

Cuando empezó a hacerlo Nikki le dio rienda suelta a su creatividad, para lo que fue su decoración.Fue así que roció la yerbita que previamente había picado, partió una rodaja de naranja y de limón, que puso una encima de la otra.

Pero aún faltaba algo más: darle su toque. Para ello tomó un puñado de yerbita y dibujó la “N” de su nombre como para patentar su ceviche, aunque confiesa que la cocina no es su fuerte y por eso contó con la asesoría de Patricia.