Nicole Kidman disfruta de los riesgos cuando elige sus películas
Aunque faltan más de dos meses para el estreno de ‘Grace of Monaco’, el rostro de Nicole Kidman con la apariencia de la célebre princesa que falleció en 1982 deslumbra a través de su ‘tráiler’ que puede apreciarse en YouTube.
Ahí el personaje de Kidman susurra el oído en una cena de gala al oído de Rainiero, al caminar por el principado seguida de la inconfundible silueta de Alfred Hitchcock (Roger Ashton Griffith) cuando sube por la escalinata del palacio.
Con guión de Arash Amel, la historia está ambientada entre diciembre de 1961 y noviembre de 1962, cuando Grace Kelly, ya retirada del estrellato cinematográfico y convertida en princesa, siente nostalgia por su carrera de actriz, pero se ve obligada a rechazar nuevas ofertas de Hollywood.
En el reparto de la película, que dirige Oliver Dahan, participan también Paz Vega como Maria Callas, Milo Ventimiglia interpretando a Rupert Allen, Parker Posey en el rol de Madge Tivey-Faucon y Robert Lindsay como Aristóteles Onassis.
Dahan no tiene la aprobación de la familia real de Mónaco, que sostiene que existen muchas imprecisiones históricas en la cinta que no se han corregido pese a las solicitudes para hacerlo, según una misiva publicada en enero pasado.
Eso es algo que no le preocupa ni a él, ni a Kidman, nacida en Honolulu, Hawáii y criada en Australia a donde su familia se mudó porque a inicios de la década del 70 impartía clases de bioquímica en una universidad de Sydney.
“Interpretar a Grace de Mónaco me devolvió el amor por la alta costura. Su estilo es icónico, lo mismo que su belleza y elegancia. Además cada pieza de vestuario de la película es una joya, una ropa que me hizo decir: ‘Nicole, basta ya de llevar solo pantalones jeans y camisetas’. Me convenció para volver al mundo de la moda, a trabajar con la casa Dior”, refiere la actriz, que el 20 de junio cumplió 46 años, que poco o nada se notan.
“Soy muy responsable de capturar y reflejar su esencia (la de Grace). De pensar que si estuviera viva se sentaría a ver una película y estaría cómoda. Pero como nos recordó el director (Dahan), es un filme de ficción que se centra en un momento específico de la historia real, los seis meses de su vida cuando ya era madre de Alberto y de Carolina (todavía no había nacido Estefanía). Fue un tiempo en el que nos tomamos licencias dramáticas. El que quiera un documental que se busque otro filme”, responde acerca de la inconformidad de la familia real con la cinta que se estrenará oficialmente en diciembre próximo.
Algunos sostienen que Kidman se planteó vivir en Francia, pero ella aclara que le hubiese encantado comprarse una casa allá, pero su esposo dijo que no porque ya tienen muchas casas.
La actriz estadounidense-australiana supo cómo sobresalir tras desligarse de la sombra de Tom Cruise con quien estuvo casada. Más apostó por personajes arriesgados y atormentados. De hecho, uno de sus primeros filmes tienen ese perfil (‘Dead Calm’, 1989).
Luego ‘Days of thunder” fue donde, tras trabajar con Cruise, la actriz inició con él una relación de más de diez años de la que obtuvo dos hijos adoptivos, más fama en Hollywood y algún que otro dolor de cabeza, principalmente debido a la controversia de la Iglesia de la Cienciología de la que Cruise forma parte.
Durante este periodo sus filmes fueron menos arriesgados. Lo más destacado de este periodo fue ‘To die for’ (1995), de Gus Van Sant, y ‘Eyes wide shut’ (1999), la última que dirigió Stanley Kubrick y ‘Moulin Rouge’.
A Kidman le gusta trabajar con directores con los que se conecta, pero eso no significa necesariamente que se sienta segura con ellos. Le gusta que el director le haga descubrir sensaciones y emociones de las que no está segura poseer en un determinado momento. Por ese motivo eligió a participar en ‘Stoker’ la nueva cinta que ahora estrena. “Para mí fue la combinación del reparto y las ganas que tenía de trabajar junto a Chan-Wook Park, el director.
Soy una gran admiradora de sus películas. Me pareció que la combinación del guión con el director era algo interesante. Vi el resultado final en Sundance hace unas semanas y me quedé muy sorprendida, positivamente hablando claro”, dice.
El rodaje fue con traductor porque el cineasta de origen coreano no habla inglés. “Clarificar ciertas frases que pueden significar cosas diferentes era muy importante para mí. Tienes que asegurarte de lo que quiere exactamente el director. A veces en las traducciones se pierden pequeños detalles que pueden ser claves en la historia. Intenté ser lo más inquisitiva posible para poder hacer exactamente lo que él quería”, agrega sobre el filme en el que interpreta a una viuda que tiene que lidiar con una hija muy apegada a su padre y a un cuñado que no ha visto en años y que oculta un turbio pasado.
“Tuve que leer el guión un par de veces para realmente llegar a entenderlo. Me quise asegurar y absorber todo lo que transmite. No hay mucho diálogo por lo que la imagen es primordial en esta película. Creo que el director ha hecho un trabajo espectacular a la hora de transmitir sensaciones a través de la imagen, el color y el sonido, es todo muy detallado, visualmente es muy diferente a otras películas, es arte”, asegura la actriz, quien es madre de Sunday Rose y Faith Margaret.
La histrión está complacida con sus compañeros de reparto Mathew Goode y Mia Wasikowska, la misma de ‘Alice in Wonderland’ (2010), que dan vida a su cuñado y su hija, respectivamente. “Me encantan las escenas donde estamos cenando los tres, la relación con mi hija no es nada buena, ya se aclara al principio del filme cuando la madre le dice que nunca quiso que la tomara en brazos. Con esta frase se establece desde un primer momento su tumultuosa relación. Es lo peor que te puede pasar como madre que tu hijo o hija no quiera que lo tomes o abraces”, reflexiona.
A Nicole Kidman simplemente le gusta que sus películas creen opiniones encontradas. De hecho, se siente a gusto cuando genera incomodidad entre el público y por ese motivo intenta elegir películas arriesgadas como ‘The paperboy’ (2012) junto a Zack Efron, o la ya mencionada ‘Grace of Monaco’, solo por citar un par.