La actriz Nicole Kidman y su esposo, Keith Urban, forman una de las familias más bonitas del séptimo arte. Sin embargo, la actriz no tenía las fuerzas necesarias para ganar el corazón del cantante en 2005.

La exesposa de Tom Cruise llegó a pensar que su actual marido no tenía ningún interés en ella, puesto que tardó cuatro meses en proponerle una cita. “Yo le digo que no sintió amor a primera vista. Él me dice que sí, pero que no lo demostró hasta unos meses después”, reveló la protagonista de ‘Cold Mountain’ en una distendida entrevista con Ellen Degeneres. “¿Cuatro meses en llamarte? Eso sí que es tomarse las cosas con calma”, bromeó la presentadora.

Kidman dijo estar feliz con su relación y que no descuida ni un solo momento los detalles de la misma. Y si de cuidados se trata, Nicole aprendió la lección puesto que hace pocos días, la australiana  admitió a un periódico italiano que hace unos años atrás se inyectó botox en el rostro.

La experiencia no fue grata para la ganadora del Oscar, quien lamenta haberlo hecho. “Probé el botox, desafortunadamente, pero dejé de utilizarlo y ahora puedo, finalmente, volver a mover mi cara de nuevo”, indicó al diario La República.

La protagonista de “Moulin Rouge” explicó que se había sometido a este tratamiento para evitar entrar a pabellón, pues no quiere operarse para mantener su apariencia física.

Tras la desastrosa experiencia del botox, la actriz desistió de ese tipo de recursos, y solo se cuida con cremas, ejercicios y una alimentación sana. “Uso protector solar, no fumo y me cuido mucho. Estoy orgullosa de decirlo. Todo el mundo puede hacer lo mismo, pero personalmente creo en el cuidado físico, así es como lo logro”.