Kevin Fernández aparece con los puños levantados hacia el público que había llegado al Teatro de Las Cámaras para el show ‘Monologueros’. Los mueve hacia adelante cuando saluda. “Buenas noches, buenas noches”, repite unas tres veces, con la misma posición, que al principio parece inentendible.

Y cobra sentido aquello de los puños cuando explica que se trata de un híbrido del saludo formal, como debería ser, y del que ahora han adoptado muchos jóvenes.

“No entiendo eso de chocar los puños. Yo asumo más bien que gané. Sí, el papel envuelve a la piedra. ¿Ven? Gané”, bromeaba (más bien parodiaba el juego infantil ‘piedra, papel, tijera’).

Andrés Vera asentó el tema de los saludos. Él sostiene que le gustan los que son cortos y prácticos, como el que se ejecuta con las cejas cuando uno transita apurado por la calle y con las manos ocupadas. Recordó otros tipos de saludos, como los de las matinés infantiles. “Cuando fui niño lo habitual era ir a las matinés. Al llegar tenía que saludar a uno por uno. Y claro, uno daba beso en la mejilla. Más bien era cachete con cachete y por último mejilla rozando el pelo de la otra persona”, recordaba.

Cada humorista abordaba varios temas cotidianos, que estaban conectados entre sí, en un escenario que simulaba ser una ciudad.

Pedro Ortiz Jr., quien tiene influencias de George Carlin, Adal Ramones y Johnny Carson, es el presentador entre uno y otro comediante. Entre sus temas constaron la reacción de muchos adultos cuando conocen a un niño que no es tan agraciado, pero que por cortesía dicen que es lindo. De igual forma también analizó a los personajes centrales de las películas ochenteras de terror, como Chucky, Freddy Krueger o Jason.

Daniela Anchundia, quien inició el show, habló de los viajes de ecuatorianos a Estados Unidos, mientras que Kevin Fernández optó, además de los saludos, por la coyuntura noticiosa: Bill Cosby y las 35 mujeres que lo acusan de haberlas abusado sexualmente.

Fernández imaginaba situaciones como la supuesta respuesta de Cosby a su esposa, cada vez que le aparecía una acusadora. Lo hizo con la canción ‘Yo no fui’, que debía cantarla 35 veces, aunque después de la tercera recurrió a sus amigos Pedro Ortiz y Gino Freire (con guitarra) para interpretar esa canción que hace 60 años hizo famosa el mexicano Pedro Infante.

Vera rememoró las recientes fiestas con ‘hora loca’ con personajes carnavalescos, de quienes, según él, siempre huyó.

Freire, fan confeso del humor de Chespirito y los argentinos Les Luthiers, se enfocó en cómo el cuerpo humano avisa cuando tiene hambre, frío y más.

Fuera del escenario, los cinco humoristas, que forman parte de la tercera temporada de ‘Monologueros’, sostienen que es más difícil hacer reír que llorar. Más si se trata de un espectáculo de stand up comedy. Coinciden que ese es el desafío que tienen cada viernes. Por eso ensayan dos veces a la semana. (I)