Misión Imposible-Fallout afianza el género de espionaje
El personaje de Ethan Hunt, personificado por Tom Cruise, ha hecho de todo, o casi todos los actos posibles, pero mucho más los “imposibles” de imaginar, al menos para un simple mortal. Hunt, es un agente altamente entrenado, por lo que actividades como colgarse desde lo alto de un rascacielos en Dubai, robar información en las narices de la CIA, o escapar campante de una cárcel en Rusia; para él, es su simple rutina. Casi como ir a la oficina.
No satisfecho con todas esas proezas, Hunt regresa con Misión Imposible 6, FallOut (Repercusión) que tuvo su preestreno en las salas de cine del país con el auspicio de Karcher, multinacional alemana de equipos de limpieza industrial y doméstico. La cinta está basada en la serie televisiva homónima de 1966.
La producción, dirigida por Cristopher McQuarrie, recoge elementos de acción, suspenso, en donde los juegos de poder y sospecha irrumpen en todo momento.
La trama ubica a Hunt, espía del IMF (Fuerza de Misión Imposible), la agencia ficticia de Estados Unidos, que cuenta con un grupo élite de expertos en alta tecnología, manejo de armas, y disfraces efectivos con los que confunden a sus enemigos. Sin embargo, el equipo pierde un cargamento de plutonio (material radiactivo nuclear), por lo que la CIA entra en acción, y propone al agente August Walker (Henry Cavill), para que “supervise” a los agentes del IMF en la misión de recuperarlo.
Walker, es un agente poco ortodoxo en sus métodos de lucha; al contrario de Hunt, que solo usa la violencia, cuando es estrictamente necesaria, y que considera toda vida como importante. En ese momento, harán todo lo posible por encontrar el material. Para ello, deberán liberar a Solomon Lane (Sean Harris), un peligroso anarquista, líder de una organización secreta, y que fue capturado por IMF en la quinta película. Pero lo hace bajo pedido de The White Widow, (Vanessa Kirby), una bella traficante de armas.
Fallout muestra lo clásico de las anteriores entregas. Acción, peleas cuerpo a cuerpo, explosiones, e impresionantes persecuciones automovilísticas, en moto, o helicópteros. Y todo sucede, en locaciones tan disímiles como las calles de París, Londres; o las montañas heladas de la región de Cachemira, en el subcontinente indio, de Asia.
Cruise, de 56 años, cumple con su rol del héroe noble, pues el actor ha envejecido con la saga, que la inició en 1996 cuando estaba en sus 34. Como siempre, Hunt deberá demostrar que él y su equipo siguen siendo los “chicos buenos” (good guys), que buscan preservar la paz en el mundo.
Aunque para lograrlo, deberán contar con toda la energía, el tiempo, además de una buena dosis de suerte en este tipo de acciones riesgosas, que para cualquier persona sería casi, como una misión suicida, o prácticamente “imposible”. (I)