Publicidad

Ecuador, 23 de Noviembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Mickey Mouse será de dominio público en 2024

Una de las mayores empresas que presiona la limitación del dominio público es Disney por los derechos de Mickey.
Una de las mayores empresas que presiona la limitación del dominio público es Disney por los derechos de Mickey.
Disney
04 de enero de 2019 - 00:00 - Redacción Cultura

En 1999 el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley con la que extendió 20 años el plazo para liberar los derechos de autor de cientos de obras de arte literarias, musicales y visuales.

A pesar de que muchos fanáticos presentían la posibilidad de que este plazo se vuelva a discutir y se prolongara en el tiempo, esto no pasó.

Desde la medianoche del 1 de enero obras como Stopping by Woods on a Snowy Evenin, de Robert Frost, o la canción Yes! We have no bananas, de Billy Jones, son de dominio público y pueden ser readaptadas y distribuidas de manera gratuita.

Con esto se presume la liberación de otros tantos trabajos para los próximos años. En enero de 2020, Rhapsody in Blue, la ópera de George Gershwin, entrará en el dominio público.

Le seguirá The Great Gatsby, de F. Scott Fitzgerald, en enero de 2021, y The Sun Also Rises, de Ernest Hemingway, desde enero de 2022.

La gran expectativa gira en torno a la expiración de los derechos de autor de Steamboat Willie -el corto animado que lanzó a la fama a Mickey Mouse- y con ello el reclamo de Disney a la estrella de la película, Mickey Mouse.

Los derechos de autor de los personajes de Superman, Batman, Blancanieves de Disney y los primeros Looney Tunes entrarán en el dominio público entre 2031 y 2035.

James Grimmelmann, experto en derechos de autor en la Escuela de Derecho de Cornell, sostiene en una entrevista que esta es un área de derecho inexplorada.

“Las prácticas de concesión de licencias para los personajes modernos son más intensivas y más completas ahora que en las décadas de 1920 y 1930”, refiere Grimmelmann.

“Nunca tuvimos megacharacters de la misma manera antes de la década de 1920”, dice.

Disney –que tiene varios sistemas de protección legal para un personaje tan importante para su mercado como Mickey Mouse– posee los derechos de autor del personaje original.

Además, tiene los derechos de autor de versiones posteriores del personaje, que tienden a ser más conocidas por el público moderno como el ratón con guantes. Y también posee derechos de marca.

La mayoría de los libros de la serie de Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes, que se publicó entre 1887 y 1927, es de dominio público, aunque los últimos volúmenes todavía están bajo copyright.

Hace unos años el patrimonio de Arthur Conan Doyle intentó detener la publicación de un libro basado en el personaje de Sherlock Holmes, argumentando que la complejidad total del personaje de Holmes no se reveló sino de manera posterior, en la serie.

Una corte de apelaciones rechazó este argumento y sostuvo que las personas eran libres de crear nuevos libros de Sherlock Holmes siempre y cuando no usaran elementos del canon de Holmes que se introdujeron en libros que todavía estaban bajo copyright.

Otros personajes
Los mismos problemas legales surgirán cuando otros personajes icónicos (Batman, Superman, Bugs Bunny, Daffy Duck, Winnie the Pooh, etc.) caigan en el dominio público en los próximos 20 años.

En unos pocos años será legal crear nuevos trabajos basados en estos personajes y posiblemente incluso vender juguetes y otras mercancías sin la autorización de los titulares de los derechos de autor.

Sin embargo, la evolución de este tipo de personajes ha sido tal desde su aparición que, por ejemplo, cualquier persona podrá crear nuevos dibujos animados de Batman después de 2035, pero deberá tener cuidado de usar solo elementos de la encarnación original de Batman.

Las líneas de la historia, los personajes y otros elementos que se lanzaron en años posteriores seguirán   protegidos por derechos de autor.

Las personas tendrán que esperar a que las ediciones posteriores de la serie caduquen antes de que esos elementos queden libres para que cualquiera pueda usarlos. (I)   

Contenido externo patrocinado