Mia Khalifa confiesa el trauma que le dejó su paso por la industria porno
Cinco años después de su efímero paso por la industria del porno, la joven Mia Khalifa revela las huellas que dejaron esa etapa de su vida y pide mayor atención para que otras mujeres no sean objeto de aprovechamiento de esta millonaria industria.
En una entrevista para el programa Hard Talk de la BBC de Londres, la joven de origen árabe confiesa no estar orgullosa de su fama mundial, alcanzada tras aparecer en un video de contenido sexual portando un hiyab islámico (el pañuelo usado por algunas mujeres musulmanas para cubrirse la cabeza) que causó gran controversia e hizo que recibiera amenazas de simpatizantes del autodenominado Estado Islámico (EI).
Después de años de amenazas, ahora está hablando abiertamente de su pasado cuando incursionó en el mundo del porno a la edad de 21 años, pese a ser una destacada estudiante de la Universidad de Texas.
Khalifa cuenta que luego de egresar de la Universidad recorría las calles de Florida cuando fue abordada por un hombre que, con palabras gentiles, la invitó a formar parte de la industria de la moda, donde podría lucir sus atributos alcanzados luego de una cirugía estética.
La joven libanesa confiesa que la primera impresión que se llevó de la empresa era de una industria respetable. A la segunda cita, ya seducida por su poca experiencia aceptó filmar el primer video sexual.
Considera que aquella chica "no tenía las herramientas" para identificar que se estaban aprovechando y que lo que le dijeron eran mentiras.
“Realmente no me veo como una víctima. No me gusta esa palabra. Tomé mis propias decisiones, a pesar de que fueron decisiones terribles. Creo que algo debe cambiar en la forma en que se aborda a las mujeres, incluso si solo se les acercan”, enfatiza.
Confiesa los duros momentos que ha tenido que vivir tras aparecer en el video con el hiyab islámico y sus intentos por tratar de borrar la fama que dejó su paso por la industria pornográfica.
"I feel like people can see through my clothes and it brings me deep shame"
— BBC News (World) (@BBCWorld) August 25, 2019
Former adult actress Mia Khalifa says there should be more discussion about the impact and dangers of the porn industry
(via @BBCHARDtalk) https://t.co/0PvPli5Ys2pic.twitter.com/Mj9ZQB9Xdv
Cuenta que tras su retiro su cuenta de Instagram fue hackeada por simpatizantes del Estado Islámico. Asimismo ha llegado a instancias judiciales para tratar de eliminar una página web que consta como su sitio oficial, sin que tenga nada que ver con ese portal.
“Está escrito en primera persona, como si fuera mío. Y en mi Wikipedia se publica como mi sitio web oficial. Y hemos intentado innumerables veces eliminarlo, incluso a través de acciones legales, pero la compañía no escucha”, lamenta.
Reconoce que le pagaron $ 12.000 por un total de seis videos, pero generó millones de dólares para las empresas en las que trabajó.
Khalifa recuerda que durante el tiempo que hizo porno se sintió intimidada, incluso al firmar el contrato. “Estaba asustada. Nadie te obliga a tener sexo, pero aun así estaba asustada. ¿Alguna vez te has sentido nervioso de decir algo en un restaurante cuando la comida no está bien y el mesero viene y te pregunta "cómo está todo"? Me sentí intimidada, estaba nerviosa”, lamenta.
No obstante reconoce su error y su total responsabilidad de lo que hizo, fruto de la inmadurez. “Hay millones de chicas que se graban a sí mismas teniendo sexo y hacen cosas así, y nadie sabe sus nombres. Quería hacerlo como mi pequeño y sucio secreto, pero me explotó en la cara”, confiesa.
Luego de su experiencia, Khalifa asegura sufrir estrés postraumático, que se activa principalmente cuando sale a la calle porque cree que la gente puede ver a través de su ropa y porque es accesible a una sencilla búsqueda de Google.
“Leer las palabras de algunas de algunas chicas que han sido traficadas y forzadas a la pornografía, todas estas historias de chicas cuyas vidas se han arruinado (...) me hace sentir que fue bueno que empezara a hablar”, señala la exactriz.
Finalmente confiesa que si pudiera regresar el tiempo y se encontrara con aquel hombre que la llevó al mundo de la pornografía le echaría gas pimienta. (I)