Mezcla de ritmos clásicos y contemporáneos a través de la danza
La noche del jueves pasado, la escuela de ballet Esperanza Cruz, de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, realizó la clausura del año lectivo 2012 con una magna presentación de danza en el Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro de Guayaquil.
A las 19:00, cuando el telón se abrió el escenario se convirtió en una verdadera fiesta popular guayaquileña. Las estudiantes de esta institución recrearon las comparsas y juegos que los porteños realizan cada 12 de octubre, día en que se celebra el ‘Encuentro de dos mundos’, antiguamente mal llamado ‘Día de la raza’.
Y tal como ocurre en varios barrios de Guayaquil en esa fecha, las tablas del teatro se convirtieron en el pavimento o asfalto sobre el cual los niños disfrutaron de varios juegos lúdicos como los ensacados, las escondidas, la rayuela y el tradicional ‘palo ensebado’.
La chispa, vitalidad y el colorido que se vio en el escenario hizo que los presentes, que coparon todas las instalaciones del teatro, estallaran de júbilo. Varios de ellos recordaron su infancia, como Juana Cedeño, una asistente, quien expresó haberse transportado a su niñez cuando jugaba con sus amigos en las calles García Moreno y Colón (centro de la ciudad) hace 40 años.
“Había mucha inocencia y los niños eran completamente distintos a los que vemos ahora”, comentó esta madre de familia, que acudió a este espectáculo para apreciar la destreza de la hija de una de sus primas. “Me he acordado de buenos tiempos con esta presentación”, acotó.
Y ya que de fiesta se trata, también hubo espacio para recordar la ‘Revolución Montubia’ a través de bailes y danzas que recrearon perfectamente la historia de los Montoneros, Chapulos y uno de los más importantes personajes de la historia del país, Eloy Alfaro.
Aquí, las danzarinas bailaron diferentes melodías que exaltaban la grandeza y valentía del montubio ecuatoriano y las tropas alfaristas que lucharon por una sociedad justas desde varios frentes, incluidas las que habían en Machala.
“Nunca había visto que a través de la danza se da vida a los acontecimientos históricos del país, como la revolución alfarista, y lo que a él le tocó vivir. Fue breve pero la presentación lo mostró muy bien, y eso es bonito porque así los niños conocen más sobre su país y de manera recreativa”, señaló Margarita Gómez, una de las asistentes.
Uno de los espectáculos más tiernos fue el de Hansel y Gretel, basado en el cuento homónimo de los hermanos Grimm, bajo la dirección artística de la coreógrafa Wendy Cabanilla y la participación de las alumnas del pre-ballet y Elemental II, III y IV. El personaje de Hansel fue interpretado por David Coronado, mientras que Gretel recayó en Camilly Castañeda.
Las estaciones de Vivaldi también tuvieron cabida en este espectáculo de primera, bajo la supervisión escénica y de coreografía de Patricia Moreno con las alumnas de Elemental I y II.
Los cuatro sonetos de esta presentación constituyen una de las obras clásicas más bellas y enriquecedoras del espíritu a través de la música, en donde se tiene contacto con la belleza y bondades que la madre tierra ofrece en todo su esplendor.
Al término de la primera parte de esta obra, se hizo a un lado lo clásico y los cuentos infantiles para dar paso a los ritmos urbanos que están muy de moda en estos tiempos. En esta parte, las alumnas demostraron su talento para el hip hop con expresiones propias de “muchachos de barrio” con modismos y ademanes al saludar y comunicarse entre ellos.