Atraviesa la puerta como un fantasma, sin hacer el mínimo ruido, no se le pueden ver los ojos porque no se quita las gafas ni por un segundo. Francisco ‘Pancho’ Tello a veces quiere dejarse pasar, pues su atención en los últimos años se ha centrado en ser papá.

Es por eso que le escribió una canción a su amada Martina, el quinto sencillo de su carrera y el principal del disco que lleva este mismo nombre.

“Describo lo que siente un papá cuando tiene a la pequeña en sus brazos y los miedos que te asaltan a medida que va creciendo”, comenta Pancho

La etapa de la paternidad, en efecto, le vino por sorpresa. A pesar de su juventud (25 años) tomó este reto con responsabilidad.

“Mi hija cambió mi vida totalmente”, afirma contento. A la vez que considera a la música como el legado que le dejará a su niña y la forma de expresar el sentimiento que ahora se ha convertido en el eje de su vida.

Su afición por la música inició a los 6 años, cuando ya cantaba en eventos pequeños, pero no es sino hasta los 17  cuando toma la música como forma de profesionalización y de vida.

Aunque a los 16 ya daba presentaciones en diferentes bares de la capital. Ahora mismo prepara el disco “cargado de emociones” con la colaboración de otros artistas  entre los que figuran Luis Villamarín, integrante de ‘Esto es eso’; Karito, Damiano.

“Dentro de la música (el disco) es el primer hijo al que le cuidas y le das lo mejor”, expresa el artista, quien considera como buena estrategia lanzarlo a finales de año.
Según Pancho, la experiencia le ha resultado enriquecedora puesto que se exponen y se mezclan diferentes visiones y sensaciones acerca de la música. Este  es un trabajo que mira la luz tras los primeros pasos de promocionar su carrera.

“Con mi primer sencillo no tuve tanto éxito, pero por errores de promoción. Hoy con las cosas más claras se prepara mejor el camino para el tema Martina”, aduce.

Asimismo, considera que un artista debe formarse integralmente, por lo que también estudió actuación en el Incine, además de haber tomado clases de expresión corporal y modelaje para lograr un buen desenvolvimiento escénico y frente a las cámaras.

“Un artista siempre debe buscar la excelencia, desde todos los frentes. No se centra en una cosa”, afirma.

‘Martina’, compuesto totalmente desde el corazón, intenta llegar al público joven que ya tiene el rol paternal y que le obliga a abrir el enfoque en 360 grados.
“Ese enamoramiento hace que la vida se transforme por completo, que cambie un mundo de dolores por un mundo de colores”, concluye.

Como actor ha participado en  tres filmes ecuatorianos: ‘El último día de clases’, como protagonista; ‘Acariciando a mi niño’ y en el filme ‘Abadón’, en el que interpreta a un millonario de los años treinta.