Martin Freeman un ‘hobbit’ soñador que saborea la fama con sencillez
En Inglaterra, Martin Freeman es sumamente popular gracias a su participación en numerosos programas televisivos, entre ellos la serie Sherlock, donde interpreta al doctor John Watson, aunque de este lado del Atlántico solamente lo conocíamos por su labor en películas rodadas en su país como The Hitchhiker Guide to the Galaxy, Love Actually y Shaun of the Dead.
Pero a partir de la semana pasada en que The Hobbit: An Unexpected Journey llegó a las carteleras, el actor se volvió famoso en todos los rincones del planeta.
En el filme, la primera parte de una trilogía que está pensada como complemento de la saga de Lord of the Rings, encarna al hobbit del título, Bilbo Bolsón (Bilbo Boggins en el original en inglés), un personaje que parece haber nacido para interpretar.
“Hice mi primer casting cuando Guillermo del Toro iba a ser el director”, explica el nativo de Aldershot, un poblado a 37 millas de Londres. “El estaba muy entusiasmado conmigo, y cuando abandonó el proyecto, me dijo que no me preocupara que yo seguía siendo el favorito. Y así fue. Cuando finalmente Peter Jackson se decidió a ser el director, me dijo que el papel era mío”, dijo el ahora afamado actor.
Cuando se le comenta que Jackson suele decir que él es la persona más parecida a un hobbit, el ser creado por J.R. Tolkien en el primer libro que escribió sobre la Tierra Media allá por 1937, Freeman se ríe y dice que es el propio Jackson quien se parece más a los hobbits, no solo por su estatura y sus rasgos físicos, sino porque decidió rodar el filme en su Nueva Zelanda natal, para no tener que alejarse de su casa.
“Creo que la razón por la que la gente que ha leído el libro de Tolkien siempre ha adorado a Bilbo es porque él es lo más parecido a un ser humano que aparece en esas historias. La mayoría de los humanos quiere estar en paz, en su casa y disfrutando de una vida tranquila y cómoda, y en ese sentido no me resultó difícil conectarme con el personaje. Pero si soy como Bilbo porque quiero estar en mi casa con mi familia, el mundo entero es como él porque lo mismo vale para el resto de la gente. Todos preferimos estar en casa a andar por el mundo matando gente o arriesgándonos a que nos maten”, comenta divertido el actor de 41 años.
The Hobbit revoluciona el cine gracias a una nueva tecnología que permite filmar a 48 cuadros por segundo, en lugar de los 24 tradicionales, y además requirió de abundantes efectos especiales. Sin embargo, Freeman señala que su labor como actor no fue muy distinta a la que debe hacer en una obra de teatro.
“Lo que hay que hacer es más o menos lo mismo, porque aunque estás actuando junto a una pantalla verde, algo que obviamente abundaba en este rodaje, yo tenía que imaginarme lo que estaba ocurriendo de la misma forma en que lo hacía cuando tenía 5 años y jugaba a los soldaditos. Si uno cuenta con direcciones claras con respecto a lo que se supone que tiene enfrente, en donde está y a que distancia lo tiene de la vista, si sabes de dónde vienes y adónde vas en la escena, todo es verdaderamente fácil. De todos modos, había muchos elementos reales. Muchas veces estábamos sentados en una mesa real o mirábamos a un árbol de verdad. Si hubiesen sido 18 meses de rodaje con solo esta tecnología hubiera estado en problemas”, admite.
Freeman, quien aparece en casi todas las escenas de la película, afirma que si bien hubo momentos muy complicados durante el rodaje, nada puede compararse con un largo diálogo que sostiene con Gollum, nuevamente interpretado por Andy Serkis, en el que literalmente su personaje se juega la vida.
Por un lado, aunque Serkis estaba frente a él conectado a los múltiples sensores del sistema de captura de movimiento, lo que aparecía en los monitores era el deleznable personaje de enormes ojos azules que se hizo famoso en Lord of the Rings, pero además, porque el encuentro marca una enorme transformación de Bilbo.
“Es una escena esencial en la trama y además una de las más recordadas del libro. Cuando Bilbo encuentra el anillo, decide no contar que lo tiene, y si bien todavía no sabe para qué sirve, cuando ve la reacción de Gollum y se da cuenta de que ha sido él quien lo ha perdido, sabe que si lo devuelve, éste no dudará en devorárselo, y en definitiva, es gracias al anillo que termina salvando su vida”, explica el actor.