Aunque María Fernanda Ríos graba durante horas los episodios de la comedia El Combo Amarillo, tiene tiempo para estar pendiente de las prendas que confeccionan en su taller. Y es que lo de la moda no es algo nuevo para ella, pues el año pasado presentó sus prendas en el Fashion Week en Salinas. Además, Wendy Vera y Paola Farías lucieron los vestidos de la rubia actriz en las galas de Ecuador Tiene Talento 3.

“Mis días son intensos. Me levanto a las 6 y media de la mañana y me acuesto a las 3 y media del día siguiente. Voy al gimnasio, luego a las grabaciones de la serie y cuando me desocupo me sumerjo en el taller para estar pendiente de las prendas de mi colección”, revela la actriz, quien no se considera una improvisada en su nueva faceta.

“Estudié diseño durante un año, pero como estaba involucrada en otras actividades que me impedían seguir, pues nos mandaban muchas tareas. Quiero retomarlo. No he dejo de prepararme. Antes debía priorizar. Ahora decidí meterme de lleno, aunque eso signifique mucho sacrificio, menos horas para descansar, dormir y cero vida social, pero es lo que quiero hacer”, sostiene la también jueza de Ecuador Tiene Talento.

“Mi visión es como empresaria y en la mía laboran más de 15 personas, entre costureras, deshilachadoras y más en un taller que lleva un año en Urdesa. Cada lunes me reúno con gente de diseño, fashion styling y patronista para unificar criterios. El diseñador es la persona creativa, el que dibuja; el fashion styiling asesora en cuanto a la imagen de quien usará la prenda. El patronista es quien se especializa en los moldes, basados en los diseños, mientras que el modisto trata de que las prendas sean tendencia, estén a la moda. En este caso yo soy la modista”, dice la actriz, quien tiene como referentes fashionistas a Olivia Palermo y Carolina Herrera.  

El próximo 30 de abril tiene previsto inaugurar la parte comercial con un evento llamado MFR Fashion Show en el hotel Oro Verde. Para María Fernanda Ríos es parte del proceso, en el que se necesita “viajar mucho para conocer tendencias de otros países y para crear las propias luego de un proceso de observación en cada lugar que se visita. A mí me gusta absorber todo lo que veo. El año pasado estuve en un encuentro latinoamericano en la Universidad de Palermo (Buenos Aires)”, refiere la actriz, que si lo hubiera querido actualmente sería una doctora.

“Pocos saben que estudié tres años de medicina en la Universidad Católica e incluso tuve un novio allí, con el que me iba a casar entonces y que ahora es un reconocido cirujano estético. Mi familia, que vive en Italia, me apoyaba en esa profesión”, dice la jueza de Ecuador Tiene Talento, quien en sus inicios cantaba en Kandela y Son. Además de otras agrupaciones de tecnocumbia donde también bailaba. Esa experiencia, más la de actriz, le da autoridad como jueza en el reality para la cuarta edición.

“Tenía unos 19 o 20 años. Nunca me consideré cantante y me salí. Para mí, cantante es Pamela Cortés”, recuerda la actriz, quien de casualidad consiguió su rol de Selva Monina.

“Casi no audiciono para el personaje de Selva Monina. Fui por cumplir con el canal que había convocado a los castings. En esa época yo estaba en Vivos con papeles secundarios en algunos ‘sketches’ y como les había gustado lo que hacía me querían permanentemente como parte del elenco. Fui sin mucha expectativa de lograr algo. Me entrevistaron, pero yo debía contestar como el personaje que debía representar. Luego me llamaron para confirmarme de que el papel de Selva Monina era mío para la telenovela La taxista”, relata la histrión de 33 años.

“José Romero, uno de los productores, me dijo que llevaban 3 meses buscando a quien interprete a Selva Monina y que para ellos yo era la indicada. En ‘La taxista’ era la villana, pero con un toque de comicidad. Eso es algo que yo le di al personaje. Por eso no fui una antagonista odiada, sino simpática. Luego en El Combo Amarillo quise que Selva Monina fuera buena y aún más despistada, más inocente”, cuenta Ríos, quien también estudió publicidad, lo que le permite conocer la parte comercial de MFR, su marca o más bien una industria comercial de moda, como ella define. (I)