María Fernanda Espinosa echa una mirada a Guayaquil
Esta semana el tradicional barrio que se extiende a lo largo de la calle Numa Pompilio Llona cumplió 30 años de ser considerado como un Bien Patrimonial de la Nación.
Para conmemorar esta fecha el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) realiza una exposición denominada ‘Tras las chazas del barrio Las Peñas’, en la que grandes y chicos acuden a la ‘Casa Eva Calderón’ para conocer un poco más de historia de esta ciudad.
Y precisamente desde el primer barrio que se conformó en Guayaquil, la ministra coordinadora María Fernanda Espinosa contó su manera de celebrar y disfrutar de Guayaquil.
Señora Ministra ¿cómo celebrar a la ciudad en esta fiesta de Fundación?
Hay que celebrarla con trabajo, conociendo su historia y recuperando la memoria que tiene esta maravillosa ciudad. Con civismo y cultura y sobre todo recordando que es la cuna de pensadores y pensadoras que han trabajado por la Patria, siendo este el mayor emblema que pueden tener los guayaquileños.
¿Cómo se recupera la memoria de la ciudad?
Recordando que Guayaquil es la ciudad de las oportunidades y de trabajo. Es incluyente porque ha recibido con los brazos abiertos a distintos pueblos y nacionalidades del país. Es patrimonial y este barrio Las Peñas es la semilla de la cual partió el crecimiento urbano.
Usted ha dicho que las personas deben conocer este lugar más allá de sus puertas y ventanas. ¿Cómo hacerlo?
La memoria patrimonial del barrio no solo lo constituye la arquitectura magnífica que tiene este sitio sino también los ciudadanos que habitan en este barrio. Ellos son el patrimonio vivo de la ciudad. Aquí estamos recuperando la historia y todos debemos involucrarnos con las actividades que realizan los habitantes de este sector. Por ejemplo, en las asociaciones culturales se realizan diferentes actividades que deben ser admiradas y apreciadas por cada uno de los ciudadanos.
¿Esta distinción es solo con Las Peñas?
No. También hemos trabajado de igual manera con el barrio Orellana y del Salado como bienes patrimoniales de la ciudad. La diferencia es que desde Las Peñas parte toda la historia de la urbe y es importante que los jóvenes conozcan la riqueza histórica y cultural que tiene.
¿Y en qué se basa esa riqueza?
Guayaquil es un emblema de la cultura y de la memoria ecuatoriana porque siempre ha sido gestora del espíritu rebelde y revolucionario convirtiéndose en un puntal en los procesos de emancipación de la nación.
¿Guayaquil es solo de los guayaquileños?
Al contrario... Es de todos. Es la ciudad más pluricultural de la nación. Ha abierto sus brazos a más de 300 mil afroguayaquileños que habitan aquí. También lo ha hecho con la nacionalidad kichua, shuar y de varios pueblos que han echado raíces aquí. Este es un crisol de la diversidad cultural que tiene la Patria. Es la ciudad ideal y perfecta.
¿Qué la hace ideal y perfecta?
Primero que es la ciudad de los ríos y los esteros. Es una ciudad que le abre los brazos a todos los ciudadanos del Ecuador y del mundo y tercero porque tiene una riqueza patrimonial que ha dado grandes lecciones del espíritu libertario y emancipador al País y al Continente. Por eso siempre decimos que Guayaquil es y será por siempre la Perla del Pacífico.
¿Y usted cómo disfruta de esta ciudad?
Esta es la ciudad de mi infancia. Tengo orígenes guayaquileños. Gran parte de mi familia vive en esta ciudad. Es la ciudad de comprar el boletito y cruzar el río hacia Durán y regresar. Caminar por el Malecón es muy bonito. Además, creo que esta tierra tiene un horizonte y un potencial turístico gigantesco. Además del rico valor gastronómico que tiene.
¿Qué es lo que más disfruta usted de ese valor gastronómico?
El caldo de bola es uno de mis platillos preferidos. La cultura del cangrejo también forma parte de mí y también el simple y común arroz con menestra y carne asada que es uno de los platos que me fascinan.
¿Cuáles son los personajes que más admira de Guayaquil?
Enrique Gil Gilbert es parte luminosa de la historia de la literatura de nuestra Patria al igual que toda la generación del 30. Gallegos Lara también nos dejó un legado fundamental del realismo social. Le debemos mucho a esos escritores.
Cuando hablamos de la literatura también hablamos del famoso ‘Don Goyo’ que es fundamental en la identidad de esta ciudad porque es un personaje que nació del pueblo y fue eternizado en las letras ecuatorianas. Ese personaje que vivió en el manglar es parte nuestra y de lo que somos como ecuatorianos y como guayaquileños.