Ya han pasado seis años desde que Andrés Manzano Altamirano creó Manzano’s Band, un conjunto musical guayaquileño que reúne a los familiares de la artista Sonia Manzano Vela.

El grupo, liderado por él (percusión, batería y cajón peruano), está actualmente integrado por su tía Sonia (piano) y sus primas Elsie Ortíz Manzano (flauta dulce y voz lírica) y Silvia Orellana Manzano (violín). Antes también participaba Mauricio Chang Manzano en la guitarra eléctrica.

Este año esta dinastía familiar de músicos y maestros está en pleno proceso de grabación en el Estudio León, de lo que será su primera producción discográfica.

Según Andrés Manzano, este material tendrá 5 temas, del que aún faltan 2 por grabar y masterizar, pero tienen como fecha tentativa de lanzamiento para junio de este año.

Los sencillos que ya tienen listos son ‘Largo viaje con final feliz’ de su autoría, ‘Ni una lágrima más’ de Sonia Manzano; y ‘Con la misma camiseta’, con letra de la poeta Consuelo Sánchez Mazzini y melodía de los Manzano, que se inspiró en la Selección Ecuatoriana de Fútbol en el Mundial de Brasil 2014.

Sus integrantes prefieren no catalogarse en un solo género sino que buscan aportar sus influencias, como el rock, la música clásica o los ritmos folclóricos ecuatorianos y latinoamericanos.

Actualmente están preparando su presentación anual con el que rinden homenaje a las madres, el Concierto Manzánico, previsto para el 18 de mayo próximo.

Por tal motivo, desde hace tres meses se reúnen en casa de Sonia Manzano luego de sus jornadas laborales para escoger y ensayar los temas; y hacer los arreglos para cada instrumento.

Con sus interpretaciones quieren demostrar que sí se puede vivir de la música clásica, pero adaptando los temas dependiendo del público para el que vayan a tocar.

“Existen diversos espectadores. Por ejemplo, como cantante, participo en una agrupación de rock o interpreto temas actuales, pero además de esto y la música lírica, también canto en la iglesia”, expresó Elsie, la vocalista.

Sonia, la mayor del grupo, añadió que la belleza no solo está concentrada en la música clásica sino que se la puede encontrar en cualquier género, siempre y cuando se haga algo de calidad, un tema bien producido y que se escuche bien.

Es por eso que este año ya no solo quieren tocar en los teatros y auditorios de Guayaquil, sino que desean expandirse a otras ciudades del país y llegar a más personas, sobre todo a los jóvenes.

Andrés resaltó que así demostrarán a las generaciones actuales que un músico académico sí puede hacer más que ritmos clásicos y aun así aportar a la cultura nacional. Una experiencia que les marcó como grupo fue cuando Sipea (Sociedad Internacional de Poetas, Escritores y Artistas, capítulo Ecuador) los reconoció con una placa conmemorativa en homenaje a la cultura ecuatoriana el 26 de septiembre del año pasado.

Sus carreras alternas

Según Elsie, quien tiene un rango vocal de soprano ligera, todos ellos (refiriéndose a sus primos) son músicos que tienen formación académica. Es decir que son graduados del conservatorio, pero también lo son por tradición familiar y por pasión al arte.

Influencias familiares

Respecto al legado que enseñaron los hermanos Sonia, Norka, Jorge; Elina, fallecida hace dos años, ejerció el cargo de Jefa de área de Piano del Conservatorio Nacional Antonio Neumane, y dirigía con su hija Elina Félix el Conservatorio Federico Chopin; o Ibsen, quien dirige el Conservatorio Particular de Música Jorge Manzano Escalante, ubicado en el centro de Guayaquil.

Los hermanos adquirieron su amor a la música, el gusto por la ópera y la habilidad y talento para tocar instrumentos por parte de su madre, Carmen Vela de Manzano. Ella a su vez lo aprendió de su padre, Tomás Vela Jaramillo, y sus tíos.

Pero ellos alternaron su pasión artística con una profesión rentable: Norka es arquitecta, Jorge es maestro de matemáticas y científico, Sonia es poeta, escritora y educadora; Ibsen es médico.

Este mismo patrón repite ahora la sexta generación de los Manzano. Al igual que sus antecesores, Andrés, Elsie y Silvia también tienen profesiones con las que cubren los gastos económicos de sus familias y dedicarse a la música a su vez. Silvia es doctora en el área de Emergencias del hospital Abel Gilbert Pontón (suburbio de Guayaquil), Andrés es médico veterinario zootecnista, y Elsie es nutricionista y profesora.

Aun así, Ortiz destacó que es una responsabilidad e inspiración el llevar un apellido vinculado al cultivo de la música y al arte en el país, y que con la banda quieren contribuir al desarrollo del arte musical en la sociedad, ofreciendo un show y un álbum con un nivel de calidad destacado. (I)