Las campanas doblan por Malcolm Young
La imagen es de principios de este siglo. El guitarrista Malcolm Mitchell Young aparece junto a su hermano Angus, firmando un disco de AC/DC, en la calle de la localidad madrileña de Leganés que lleva el nombre del grupo. El día en que se inauguró esa calle, la fotógrafa Morgana Vargas Llosa capturó la escena: dos de los mayores compositories de la historia del rock, sonrientes, al ver que un lugar del mundo, donde ni siquiera se habla su lengua, el inglés, lleva el nombre de su hazaña.
Malcolm había nacido en Glasgow, Escocia, en 1953. Tenía 10 años cuando emigró con su familia a Australia. Sus hermanos eran ocho, entre quienes Alexander Young iría a Inglaterra, país en que conformó Grapefruit. Pero el primer Young en destacar fue George, que se hizo conocer con el grupo Easybeats y que, junto con Harry Vanda, compuso y produjo –incluso– en el dúo de technopop Flash and the Pan, recuerda el periodista musical Diego A. Manrique, en diario El País.
La inclinación a la música estaba en la sangre de estos hermanos. Angus y Malcolm cambiarían la historia del rock a partir de influencias como las de Chuck Berry en las cuerdas y su puesta en escena, a través de cinco décadas, pasó del minimalismo de sus orígenes a la parafernalia estridente de sus cañones disparando o los globos inflables con el rostro de los personajes que protagonizaban sus canciones.
Discreto –hay quienes dicen que era tímido–, atrás de la marcha prodigiosa de su hermano, Malcolm se ganó el respeto de varias generaciones que disfrutaron incluso cuando se acercaba al micrófono, caminando desde su lugar recurrente, junto a la batería, para cantar algunos coros, a veces junto al bajista Cliff Williams (como en la interpretación de ‘Walk All Over You’ o ‘Rock ‘N’ Roll Train’), que se retiró de la banda el año pasado.
Murió el 18 de noviembre de 2017, después de padecer demencia senil, enfermedad que truncó su carrera en el grupo, en 2010.
El último disco que compuso junto a Angus fue Black Ice, en 2008. Tenía 64 años.
“Como organización empresarial (los integrantes de AC/DC) demostraron sensibilidad ante las circunstancias económicas de sus seguidores –recuerda Manrique–, aquilatando su caché (cotización de sus espectáculos) para que las entradas no alcanzaran cantidades obscenas”. Una muestra de su potente puesta en escena se puede ver en los videos grabados en la madrileña Plaza de las Ventas (No bull), en 1996, o en un estadio argentino (Live at River Plate), hace escasos seis años.
Según informaron medios australianos –Malcolm murió en Sídney, acompañado incluso de sus nietos–, la viuda del guitarrista, O’Linda, y sus hijos, Cara y Ross, pidieron donaciones para la organización metodista Ejército de Salvación en lugar de flores.
Malcolm murió en compañía de todos ellos, además de sus tres nietos. En su comunicado, dieron a conocer que la semana que viene estará online el sitio web Sydney Morning Herald Malcolm Young Memorial para aquellos que quieran dejar allí sus mensajes y condolencias a la familia.
‘Highway to hell’, el himno que terminaría de poner al cantante Bon Scott –fallecido en 1980– en la primera línea de la historia del rock, contiene la cadencia compositiva de Malcolm, una que caracteriza a cada silencio. La celebración del sexo, el tono bromista en torno al alcohol y el culto al rock and roll fueron constantes en su carrera llena de sobresaltos, como el reemplazo de Malcolm por su sobrino, Stevie Young.
Sobre esa sustitución, el crítico musical Andrew Stafford escribió hace un año, en el periódico inglés The Guardian que “fue Malcolm Young quien definió el sonido de AC / DC. Sin él, los australianos corren el riesgo de convertirse en un tributo itinerante a sí mismos”.
Para Stafford, AC/DC es, antes que nada, una máquina de ritmo: “La marca distintiva de Malcolm es inseparable de su identidad. Mientras que Angus es un solista emocionante (al menos en los primeros discos donde sus descansos son cortos, agudos e impactantes), Malcolm era todo acento, impulso y refuerzo”, escribió el crítico.
En la canción ‘Let There Be Rock’, el silencio del guitarrista rítmico se derrama entre brechas que puntúan las notas, ingrediente infaltable del quinteto. George Young, coproductor de la banda, lo dijo claramente: “Son las paradas las que estremecen”.
‘Whole Lotta Rosie’ es otro tema que tiene ese recurso, marca de Malcolm, junto a ‘You Shook Me All Night Long’. El ritmo es trepidante, hacia el vertiginoso solo de Angus, y lo hacían así desde ‘Dirty Deeds Done Dirt Cheap’ o ‘Jailbreak’.
Pero Malcolm quizá ya no recordaba cómo disponía los dedos sobre el mástil en épocas que, por su enfermedad, le debieron parecer de antaño, como en un sueño que se confunde con la fantasía.
“Es francamente increíble, y heroico sin medida, que en su última gira con la banda, antes de cada show, tuvo que reaprender cada canción antes de subir al escenario”, cuenta Andrew Stafford.
Y sí: la gira Black Ice Tour (2008-2010) se realizó prácticamente sin cambiar el orden de las canciones, para facilitar el desempeño de Malcolm como guitarra rítmica y corista, ratifica Diego A. Manrique, pese a la discreción del grupo a la hora de (no) develar sus problemas internos.
Aunque las seis cuerdas de Malcolm se apagaron para siempre, el legado es indiscutible y no faltará quien quiera replicarlo. Que sea rock. (I)
Mensajes
Sitio para condolencias
→El sitio web Sydney Morning Herald Malcolm Young Memorial abrirá esta semana para quienes quieran dejar allí sus mensajes y condolencias dirigidas a la familia de Malcolm Young, que ha pedido respeto a su intimidad durante el luto.
→64 años tenía Malcolm Young, que falleció en Sídney, la ciudad a la que llegó a inicios de los 60.
Una guitarra inolvidable
→La guitarra más usada por Malcolm fue el modelo Gretsch 1963 Double-cutaway Jet Firebird Roja junto a grandes amplificadores Marshall, visibles en los conciertos que grabó ante multitudes.