Por tercer año consecutivo, la Casa de la Cultura Ecuatoriana rindió homenaje a la danza con una gala a la que se dieron cita los mejores exponentes de este arte en Guayaquil.

Tal como en ocasiones anteriores, el escenario propicio para este magno evento fue el Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro, donde se realiza un sinfín de eventos culturales.

La gala empezó puntual, a las 20:00, el director y productor Hugo Guerrero dio la bienvenida a los asistentes que llenaron todas las localidades del teatro.

Sin embargo, luego de la intervención de dos escuelas de danza, el teatro se quedó a oscuras debido a un apagón que se suscitó en diferentes sectores de la ciudad.

Y aunque la planta eléctrica de este establecimiento se prendió enseguida, su voltaje no era suficiente para alumbrar el escenario, más no así los faroles del teatro y de los pasillos.

En medio de una parcial oscuridad, Guerrero comenzó con el programa en el que hizo un reconocimiento a destacados artistas ecuatorianos por su aporte a la cultura.

José Miguel Salem, quien por más de 25 años dirige Danzas Jazz Producciones, proyecto que lo motivó a formar la Escuela de Danzas Jazz, fue ovacionado por todos los presentes al recibir la distinción.

De igual manera, a Adela Morán Bustamante le fue entregado el premio Esperanza Cruz por su aporte a la danza en la época de oro del ballet (1950-1960) cuando confeccionaba laboriosamente los trajes de los primeros bailarines de la ciudad.

También recibieron un reconocimiento los representantes de la Escuela de Ballet Esperanza Cruz, de la Casa de la Cultura; Escuela Rusa de Ballet, Cuballet; Andanzas, Danzas Jazz, Escuela de Arte de la UEES, Eptea, Dancers, La Fábrica, Instituto Raymond Maugé, Pam Danza Teatro, Escuela Ritmo y Tumbao, el Centro Artístico Yesenea Mendoza  y Nova Danza.