“Un día, tres tristes tigres no tenían nada mejor que hacer con sus vidas y se pusieron a tocar blues, decidieron vivir para la música y no de la música. Y como hacer arte por arte no paga bien y abre el apetito, el dinero solo nos alcanzaba para las tarrina del chaulafán”, son algunas de las palabras con las que se presentan los cuatro músicos de la agrupación quiteña Tigres del Chaulafán, al recordar sus inicios.

Esta banda nació entre 1994 y 1995 en los “subterráneos” de la Universidad Católica de Quito de una forma informal, al igual que otras bandas.

Rubén Álava (batería), Xavier Bermeo (guitarra) y Norman Wray (armónica) fueron sus primeros integrantes. Poco después salió Xavier y se integró Emilio Lara (guitarra y voz), consolidando a este grupo, que realizó sus primeras presentaciones interpretando legendarios íconos del blues, tales como Willie Dixon y Muddy Waters.

Por la banda han pasado otros integrantes, como David Bedoya, Rafael Lugo, Miguel Elasmar, Lucho Borrero y Miguicho Aguirre. Pero luego el grupo se completó con la llegada de Felipe Pinzón (bajo), lo que dio paso a la creación de su primer disco, ‘Amanecer’, que aunque lo grabaron en 2004 salió al mercado dos años después. “El lanzamiento de este disco no fue nada grande, la impresión fue artesanal porque nosotros quemamos los discos y nos encargamos de hacer todo”, recuerda el baterista de la agrupación.

Tras promocionar ‘Amanecer’ por seis años, en 2012 comenzaron a trabajar en su segundo disco, titulado ‘Ojo por ojo’, y que lanzaron oficialmente el pasado 19 de julio en el teatro Variedades, aunque las canciones del CD se comenzaron a escuchar desde abril pasado a través de las redes sociales. En la producción de este trabajo se integró Carlos Arboleda (teclados).

La grabación se efectuó totalmente en Ecuador y se masterizó en Estados Unidos. Entre los temas que se incluyen en este material está ‘Ojo por ojo’, el que le da el nombre al disco, así como el primer promocional, ‘Amanecido’ y ‘Antojito guapulero’, una versión remix de un blues que la banda compuso hace varios años y que han presentado en sus conciertos.

“Ojo por ojo es un tema que se reeditó para este CD, habla de venganza, decepción, infidelidad. Luego de grabar el disco no sabíamos qué nombre ponerle, y como hay canciones de amor, dolor, y bastantes líricas, ‘Ojo por ojo’ resume todos estos sentimientos. El disco tiene una temática anti romántica y con este nos sacamos la ‘pica’ de hacer un trabajo de alta calidad y darle al público un buen trabajo”, dijo Rubén.

Este trabajo discográfico se lo hizo bajo la producción musical de Renato Zamora, con canciones que tienen una mezcla de ritmos que van desde el texas rock hasta el blues. “El disco cuenta con la colaboración de otros músicos, como Roberto Rojas, en los vientos; Diana Cárdenas, en las voces; quienes nos han acompañado en varios shows”, acota Rubén, quien compone la mayoría de las canciones, aunque todos los integrantes colaboran en la creación de estas.

La vida musical que mantienen los ‘Tigres’ es una actividad que los llena de mucha satisfacción, según cuentan, pero la comparten con sus profesiones que no están ligadas a la música, a diferencia de Carlos, que es el más cercano a este arte, pues es músico y trabaja en gestión cultural.

El viernes la agrupación dará un show en la Plaza Foch, al norte de Quito, pues es uno de los grupos invitados al Festival Internacional Quito Blues.