Similar a lo que ocurrió en Quito, la noche del sábado la despedida del grupo mexicano  Camila, con su gira Dejarte de amar, esta vez en Guayaquil, hizo que sus seguidores -en su mayoría mujeres- no dudarán en acudir a verlos por última vez. Todo era válido, aunque para alguna eso significara dejar de lado las labores de costura, que debía entregar a su vecina o, para otra, regresarse desde la puerta de entrada y buscar el ingreso adecuado para el paso de sillas de ruedas.

Pero nada de eso importó cuando cerca de las nueve y media de la noche aparecieron Mario Domm, Pablo Hurtado y Samuel “Samo” Parra, como todo un rock star, y soltaron uno de sus temas más famosos, Mientes, con lo que provocaron los gritos ensordecedores de los miles de asistentes que habían copado el teatro de la Feria de Durán, con capacidad para 15.000 asistentes.

Acompañados por un grupo de instrumentistas, integrado por hombres y mujeres que tocaban violines y violonchelos, el trío continuó con Dejarte de amar y Me da igual. Para esta última pidieron que la canten fuertemente, sin dejar de mencionar que la canción había sido parte de su primera gira y que la escribió el hombre más peligroso de la banda, Pablo Hurtado, uno de los más aplaudidos.

Al punto que cada vez que el guitarrista se acercaba al filo del escenario, provocaba que las jovencitas que habían llegado con sus parejas gritaran “Te amo Pablo, tú si que estás guapo...”.

“Un final es un comienzo. Esta noche hay un nuevo amanecer y volteando un poco  al tiempo quiero recordar esta canción que hace ocho años nos  llevó a juntarnos y recorrer un camino lleno de bendiciones. Se la saben...”, dijo Doom a modo de invitación.

Se trataba de Abrázame. Para su interpretación el músico, que dejó por un momento su piano de cola, se puso un gorro y una bufanda que tenían la palabra Ecuador, corrió por el escenario de un extremo a otro y luego se subió al piano a terminar la  canción.

Luego vinieron otras como Bésame, Yo sin tu amor, De qué me sirve la vida y  Maya, cuyas letras se proyectaban en las pantallas led que integran el escenario.

Los temas fueron los más coreados por parte de los presentes que se encontraban en primera fila y que a pesar de no parar de sudar por el calor que se sentía, continuaban con el ánimo arriba.

Domm, el que más interactuaba con el público, dijo: “Antes de que formara parte de Camila escribí algunas canciones  que artistas mexicanos me hicieron el honor de ponerlas en sus discos y cuidarlas como si fueran sus propios hijos. ¿Se las saben?, y si no por lo menos gritan, para que me sienta chingón”.

Tras esa orden, que el público no se atrevió a desobedecer, la agrupación empezó a interpretar, a su estilo, Tocando Fondo, que el grupo Kalimba hiciera famosa; Equivocada y Volverte a Amar, conocidas en las voces de Thalía y Alejandra Guzmán.

También sonaron otras como Moulin rouge, que está en el repertorio de Cristina Aguilera. Aquel momento fue solo uno de los más intensos que se vivió durante la despedida del grupo.

Después el trío volvió a retomar sus canciones, las que les permitieron alcanzar tres premios Grammy Latino y presentarse frente al “monstruo” de Viña del Mar. Entre ellas: Aléjate de mí, Sólo para ti, Coleccionista de canciones, Mientes y Todo cambio. Fueron los temas escogidos para finalizar su  presentación en el país, con la que hacen una alto para tomarse un descanso indefinido.

Una decisión que aunque para muchos es sorprendente, en vista de que el grupo está en el mejor momento de su carrera musical, al mismo tiempo puede representar una estrategia de mercado que los ha llevado a llenar coliseos, como ocurrió en Ecuador.

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