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El Telégrafo
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Los dos escenarios de Justin Timberlake

Los dos escenarios de Justin Timberlake
28 de agosto de 2013 - 00:00

Los diarios aún reseñan la actuación que ofreció Justin Timberlake la noche del domingo pasado durante la gala de los MTV Video Music Award junto a Joey Fatone, Lance Bass, Chris Kirkpatrick y JC Chasez, sus ex compañeros de la banda ‘N Sync en Nueva York. Unieron sus voces en un popurrí con canciones como ‘Gilfriend’ y ‘Bye Bye Bye’. Y eso no fue todo.

Timberlake, nacido el 31 de enero de 1981 en Memphis, Tennessee, recibió el galardón Michael Jackson Vanguard por su trayectoria que empezó hace 20 años en The Mickey Mouse Club, donde compartió con otros nacientes talentos como Britney Spears, quien fue su primera novia mediática; Christina Aguilera, su antigua compañera de giras; Chasez, su compañero en ‘N Sync; el actor Ryan Gosling y otros.

De hecho, en este último campo, el de la actuación es donde Timberlake ha destacado más durante el último lustro aunque como histrión debutó en 1999 con un papel en la serie ‘Touched by an angel’.

Tras su aparición como Sean Parker, el co fundador de Napster, en la película ‘The Social Network’ (2010), ha concedido múltiples entrevistas acerca de su faceta actoral.

“Cuando uno empieza a hacer cine, con la suerte que tengo últimamente, te das cuenta de que es un milagro lograr algo así. No puedo creer que la gente pague para ver mis películas. Y las probabilidades de que sean realmente buenas es todavía otro milagro. Para lograrlo es necesario tener un buen director, buena camaradería entre los actores y el resto del equipo de filmación, para tener ganas de ir a trabajar en eso todos los días”, refiere el hijo de Randall Timberlake, un director de coros de una iglesia bautista, y Lynn Bommar, quienes se divorciaron en 1985.

En 2010 captó la atención del público como Sean Parker, co fundador de Napster en ‘The social network’. Aquí con Jesse Eisenberg quien encarnó a Mark Zuckerberg.

Una de las preguntas más frecuentes sobre si le gusta más la actuación que la música. Él responde. “Para serte honesto... ¿Cómo no me va a encantar este trabajo? Es increíble, es una locura como trabajo. Todos los días me encuentro con un grupo de gente que piensa: ‘Si hacemos bien las cosas, la gente la va a pasar bien’. Y eso es algo genial, aún cuando ciertos personajes no tengan ningún valor moral. Pero como trabajo, es lo mejor”, sostiene.

El intérprete, quien desde el 19 de octubre pasado está casado con la actriz Jessica Biel, agrega: “¿Que si disfruto de la actuación? Estamos hablando en términos de percepción. Vivimos en tiempos fotográficos, donde la gente ve una foto y ya sabe quién es esa persona. Estoy seguro de que Miguel Ángel no pintaba solamente. Estoy seguro de que le gustaba la música. Y yo pienso que el artista ama el arte. No puedo hacer solamente lo que la gente quiere que uno haga o lo que piensan que debería hacer, porque me aburriría”.

Timberlake sabe también que muchos directores y productores aprovechan el talento vocal de los cantantes que prueban como actores, pero el ex ‘N Sync es tajante.

“La razón por la que no canto en las películas es que no necesito mucha más atención de la que tengo. No quiero que me vean por mi carrera musical. Tengo la suerte de estar en una posición donde no requiero hacerlo. Nunca pensé que podía filmar una comedia romántica, hasta que empezaron a ofrecérmela. Y para atraer la atención de una película, no quiero hacer nada que no me inspire. Incluso si tengo un rol secundario en una historia que es interesante, genial. Pero no creo que deba mezclar las dos cosas”, dice Timberlake, quien como actor ganó notoriedad en 2007 cuando interpretó a Frankie Ballenbacher, un secuestrador (basado en Jesse Rugge, involucrado en un asesinato y tráfico de drogas) para la película ‘Alpha dog’.

En sus más recientes filmes ha interpretado escenas de sexo con actrices como Mila Kunis (‘Friends with benefits’, 2011), Cameron Diaz, su ex novia entre 2003 y 2007 (‘Bad teacher’, 2011) y Amada Seyfried (‘In time’, 2011).

“Lo más difícil con las escenas románticas es que son demasiado técnicas. Con los besos, por ejemplo, la luz tiene que estar perfecta en los rostros. Siempre hay alguien que grita: ‘Mueve la cabeza’, porque no se puede bloquear la luz. Y hay ciertas escenas en las que estamos pegados a la cámara, pero el resultado se ve diferente. En las de sexo es igual de difícil, en mi caso yo resulté más expuesto porque físicamente soy más grande que las actrices que han trabajado conmigo”, explica el artista, quien en 2006 reveló al diario británico ‘The Guardian’ que consumía drogas y que por esa razón no se vería alguna vez como presidente de los Estados Unidos.

Confiesa que el personaje de Will Salas en ‘In time’ es uno de sus favoritos por el trasfondo humano y por la idea de percibir el final del tiempo de cada uno.

“Nunca he sentido que se me acabe el tiempo. Cuando uno es joven siente que tienes todo el tiempo del mundo. Pero la gente joven siente que está convalidada por las cosas que puede lograr y eso es algo muy común en mi generación. Pasé mis últimos diez años sintiendo que podía validar mucho de lo que era a través de todo lo que había logrado. Al final, uno aprende que los logros quizás sean parte de quien uno es y que la voluntad de hacer las cosas es quizás la parte más importante de la travesía. Los logros significan mucho, y uno llega a cierto punto en que se da cuenta de que está haciendo una elección para uno mismo, en vez de sentir que ha logrado algo porque los demás le dicen que así fue. Tiene que ver con la validación personal”, refiere Timberlake, quien el año pasado compartió créditos con Clint Eastwood y Amy Adams en ‘Trouble with the curve’ como Johnny Flanagan, un ex beisbolista.

Tan involucrado se siente por el cine Timberlake que no duda en citar a Paul Newman, Peter Sellers, Audrey Hepburn, Katharine Hepburn, Spencer Tracy, Fred Astaire, Clark Gable, Frank Sinatra, Marlon Brando y James Dean y Tom Hanks como referentes histriónicos, mientras alista sus siguientes tres filmes: ‘Inside Llewyn Davis’, ‘Runner, runner’ y ‘The last drop’, sin dejarse marear por recientes reconocimientos musicales, ni descuidarse de ‘The 20/20 Experience’, su más reciente disco.

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