El discurso que la actriz Meryl Streep dio durante la gala del Globo de Oro al recibir el premio Cecil B. DeMille por su trayectoria por parte de la prensa extranjera de Hollywood no solo que fue tendencia en redes sociales sino que fue calificado como político y un ataque al electo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Sin dar su nombre, la actriz de El diablo viste a la moda, Mamma Mia!, Kramer vs. Kramer, criticó al magnate por burlarse de Serge Kovaleski, un periodista discapacitado de The New York Times, en 2015.

“Este instinto de humillar, cuando es ejercido por alguien público, poderoso, se filtra en la vida de todos, porque da permiso a otros para hacer lo mismo. La falta de respeto llama a la falta de respeto, la violencia llama a la violencia. Cuando los poderosos usan su posición para intimidar a otros, todos perdemos”, agregó la actriz, quien es la histrionisa más laureada en la historia del cine.

Los mensajes de apoyo del gremio de actores no se hicieron esperar y  continúan produciéndose a través de internet. “Nunca hubo nadie como Meryl Streep. La amo”, publicó DeGeneres en su perfil de Twitter.

La hispana Gina Rodríguez dijo también a través de la misma red:  “Meryl, me das la vida”, al mismo tiempo que la humorista Sarah Silverman dijo resumir el sentimiento de “gran parte de la industria” con su frase en Twitter: “Meryl cambia el mundo mientras nos despierta con un beso en la frente”.

Pero el discurso de Streep no es el primero que genera reacciones y tienen tintes sociopolíticos. A lo largo de la historia, se han registrado varios discursos de actores y actrices que han aprovechado la audiencia de esas galas para expresar sus diferentes posturas ante determinados temas y exceden los 45 segundos que les otorga el protocolo para agradecer.

Uno de los más recordados en la historia del Oscar,  por ejemplo, fue el de la actriz afroamericana Hattie McDaniel cuando se convirtió en 1940 en la primera mujer negra en obtener un Oscar por su personaje de ‘Mammy’ en Lo que el viento se llevó.

“Espero sinceramente servir siempre a mi raza y a la industria cinematográfica. Dios los bendiga”, dijo la actriz, quien tras recibir su estatuilla tuvo que caminar casi cinco minutos atrás del salón para sentarse porque en aquella época no se les permitía a los afroamericanos sentarse junto a los blancos.

Según Jill Watts, autora del libro biográfico de McDaniel, la actriz se enfrentó al rechazo de la comunidad blanca por su éxito en el cine, pero también fue duramente cuestionada dentro de la comunidad negra, que la acusaba de perpetuar estereotipos en el cine.

Y es que durante su carrera, que duró dos décadas, interpretó el papel de sirvienta en 74 películas de las 94 en las que actuó. La actriz se sintió tan a gusto que, en una entrevista, dijo: “Prefiero interpretar a una sirvienta que ser una en la vida real”.

Watts aseguró a la BBC que los amigos de McDaniel le aconsejaban que se retirara de Hollywood si no conseguía mejores papeles, pero ella insistía en que, si se iba, simplemente desaparecerían del todo los afroamericanos de la pantalla”.

Rechazo del premio

En 1972, Marlon Brando resultó ganador de un Oscar por su papel como Vito Corleone, el jefe de la mafia en The Godfather. Para la ceremonia, en vez de ir él, mandó a una india nativa -y activista- al recibir la estatuilla dorada, quien leyó un papel escrito por el actor.

“Con mucho pesar, vengo a decirles que Marlon Brando no puede aceptar este generoso premio y esto se debe al trato que le da la industria cinematográfica y la televisión a los indios americanos y también por lo ocurrido recientemente en Wounded Knee (una masacre de indios en Dakota del Sur)”, dijo en su discurso la emisaria del actor, quien se dedicó a despotricar a la industria por la desigualdad que el cine daba a los nativos.

Los premios Oscar de 2002 se llevaron a cabo en un ambiente tenso, solo unos días antes Estados Unidos había empezado su invasión a Irak y quienes estaban a favor y en contra de la guerra liderada por George Bush se enfrentaban en un cerrado debate.

Aunque a los nominados y presentadores de ese año se les había pedido evitar los discursos políticos, cuando llegó el turno del documentalista Michael Moore de aceptar su Oscar a Mejor documental (Bowling for Columbine) aprovechó la oportunidad para criticar a Bush.

“Vivimos en un tiempo donde tenemos elecciones ficticias que resultan en la elección de presidentes ficticios. Vivimos en un tiempo donde los hombres son enviados a la guerra por razones ficticias”, estas palabras de Moore fueron recibidas entre aplausos y abucheos de la audiencia.

La gala más significativa

Cuando se anunciaron los nominados al Oscar 2016, las reacciones no tardaron y las más significativas fueron las de Spike Lee y Jada Pinkett Smith, esposa del actor Will Smith, quienes acusaron a la Academia de racista al no haber nominado a ningún afrodescendiente.

Tras el extenso debate generado al llamado de boicotear la ceremonia, la Academia designó al comediante Chris Rock como anfitrión, quien durante su monólogo se refirió en varias ocasiones al supuesto racismo “que impera en Hollywood”.

Sin embargo, el momento más contundente se dio con el mexicano Alejandro González Iñárritu, quien durante su discurso de agradecimiento al ganar su segundo Oscar se refirió al tema: “Asegurémonos de que de una vez por todas el color de la piel sea tan irrelevante como la extensión del cabello”.

Minutos antes, Lady Gaga, quien interpretó el tema ‘Till It Happens To You’, de The Hunting Ground, el documental que trata sobre personas que fueron violadas en campus universitarios, dijo con palabras escritas en sus brazos: “Es una canción tan importante para mí. Una de cada cinco mujeres será violada antes de que termine la universidad. Es algo con lo que me conecto, me pasó. Me siento agradecida con la Academia por dejarme cantar esta canción. Esto no puede pasar más. De ustedes depende”. (I)

-----------------------------

En la música también se levantan voces

La cantante Madonna dio un emotivo alegato, el pasado noviembre, durante la entrega de premios Billboard Women In Music, en donde fue nombrada Mujer del Año. La artista, de 58 años, subió al escenario y dejó fascinada a la audiencia, con un impecable y personal discurso.

“Cuando empecé a escribir canciones no pensaba en un género específico, no pensaba en feminismo, solo quería ser una artista. Estaba, por supuesto, inspirada en Debbie Harry y Chrissie Hynde y Aretha Franklin, pero mi verdadera musa era David Bowie. Él encarnó el espíritu masculino y femenino y eso me encajaba como un guante. Me hizo pensar que no había reglas. Pero estaba equivocada. No hay reglas, si eres un chico. Si eres una chica, tienes que cumplir las reglas del juego. ¿Y cuál es ese juego?

Se te permite ser bonita, linda y sexy. Pero no demuestres ser muy inteligente. No tengas una opinión o no tengas una que esté fuera de línea del statu quo. Se te permite ser escrutada por los hombres y vestirte como una puta, pero no seas dueña de tu propio ‘puterío’. Y no compartas, repito, no compartas tus propias fantasías sexuales con el mundo. Sé lo que los hombres quieren que seas, pero, lo que es más importante, sé lo que las mujeres quieren que seas para que se sientan cómodas cuando estás cerca de otros hombres. Y, por último, no envejezcas, porque envejecer es un pecado. Serás criticada y vilipendiada y no se te escuchará en la radio”. (I)