Con el objetivo de ofrecer a ecuatorianos y extranjeros una propuesta cultural, turística y ecológica, que integre conceptos basados en la sostenibilidad ambiental y social, hace ocho meses abrió sus puertas La Cuchara de San Marcos.

Este bar-restaurante funciona en las calles Junín y Manuel Jijón, en el tradicional barrio San Marcos, centro de Quito.

Con una capacidad para unas 50 personas, este sitio se distribuye en tres espacios: un restaurante de comida orgánica, una galería de arte en reciclaje, y una tienda en la que se venden productos hechos con material reciclado.

El restaurante orgánico ofrece comida vegetariana y no vegetariana. El menú abarca varias clases de platos para complacer los gustos de los clientes.

Según comenta Lorena Criollo, una de las propietarias de este negocio familiar, el lugar tiene un menú elaborado con productos provenientes de fincas y huertos orgánicos. El menú se caracteriza por tener platos típicos ecuatorianos, pero con ingredientes a base de vegetales.

“El concepto del reciclaje y lo orgánico tienen que ver con el cuidado del ambiente y esa es nuestra meta: brindar a la gente comida orgánica, es decir, alimentos sanos, sin químicos; apoyar a la cultura del reciclaje y dar una opción distinta en Quito. Y qué mejor que hacerlo en un barrio tan hermoso como lo es San Marcos”, explica Lorena.

Además, menciona que ofrecen comida típica ecuatoriana, pero sin muchos condimentos y utilizando productos locales. Los vegetarianos podrán disfrutar de una guatita, caldo de pata, o un seco de chivo, ya que utilizan gluten (carne vegetal) o carne de soya.

El sitio también cuenta con su propia cerveza artesanal, variedad de cocteles y jugos naturales. “No usamos la pulpa sino directamente la fruta para hacer los jugos. Si alguna persona quiere hacer su propio jugo, en la parte de afuera tenemos una bicicleta para que lo prepare.

De esta forma promovemos el ahorro de energía, pues la licuadora funciona mientras pedalean. Así los clientes, a más de ahorrar energía y dinero, hacen ejercicio y se divierten”, señalan.

Un espacio para el arte

La galería y la tienda de arte en reciclaje son propuestas que buscan promover el ‘arte en reciclaje’, como una iniciativa de cuidado del ambiente y de valorización de productos elaborados a base de materiales reutilizados y reciclados.

La Cuchara de San Marcos es parte de un colectivo de 12 grupos que realizan sus trabajos con material reciclado, por lo que constantemente se apoya a estos artistas para que expongan su arte.

“Pueden mostrar sus nuevas colecciones en una sala que tenemos disponible; cada mes y medio cambiamos de exposición. También participan artistas que no son parte de la red de artesanos, sino que quieren mostrar al público lo que hacen, ya sea para exhibirlos en una muestra o ponerlos a la venta en la tienda”, explican los dueños.

La casa de estilo republicano, donde se encuentra el local, tiene unos cien años de construcción; mientras se la recorre se puede apreciar distintos objetos hechos con material reciclado, como cuadros, lámparas, entre otros objetos. El lugar lo frecuentan en su mayoría personas extranjeras, pero también es visitado por turistas nacionales.

El horario de atención es de martes a sábado, de 12:00 a 22:00; domingos y feriados desde las 11:00 hasta las 18:00. De martes a viernes brindan almuerzos vegetarianos por 4 dólares. Los platos a la carta varían entre 5 y 10 dólares, mientras que la botella grande de cerveza artesanal cuesta $ 8 y los cocteles entre 8 y 10 dólares.

Todos los jueves, a partir de las 20:00, el público puede disfrutar de la música en vivo de la banda Entropía, conformada por músicos extranjeros que residen en Ecuador, quienes ofrecen un repertorio de blues y jazz.

ENTÉRATE

El lugar tiene su propio huerto donde están las plantas con las que se preparan los alimentos, como perejil, cilantro, y otras. Además existe un sistema de recolección de agua para aprovechar cada vez que llueve en la ciudad, pues la idea de tener un negocio sustentable es justamente para ahorrar energía y agua.

Para recibir a los pasantes o voluntarios, hay un mini departamento en la parte de afuera de la casa. También brindan el servicio de ecocatering y en restaurante no usan servilletas de papel ni venden bebidas no retornables.