Para Lisandro Meza Jr. ser el nieto del folclorista Lisandro Meza es la gran responsabilidad de su vida. Él, al igual que su padre y sus tíos, tiene el deber de continuar con el legado musical del llamado ‘Macho de América’ y que la música colombiana tradicional se siga programando en las estaciones radiales.

Tarea difícil en estos tiempo en  Colombia, según dijo en diálogo con EL TELÉGRAFO, contrario a lo que ocurre en países como Perú, Paraguay y Ecuador, donde se disfruta de la música colombiana tradicional.

“En Colombia nuestra música no se programa tanto como hace años. Ya se ha perdido ese interés por el vallenato o la cumbia, pero aquí en Ecuador es todo lo contrario. Hemos estado en el Oriente y en varias ciudades andinas y el cariño del público es tremendo”, afirmó el nieto de Lisandro Meza, quien incursiona en el ritmo vallenato, tal como lo hizo su abuelo en sus inicios.

“Mi abuelo empezó con el vallenato, pero la cumbia fue la que le abrió las puertas en el exterior, especialmente en Ecuador, donde lo siguen recibiendo como una estrella de ahora. Él siempre nos dice que Ecuador es único”.

Es por eso que Lisandro -o Lisandrito, como lo llaman- se encuentra promocionando la canción ‘Mi cachaguao’, un vallenato fusionado con ritmos modernos que grabó en Ecuador en medio de una extensa gira por varias ciudades.

“Es una canción que escribió mi padre Lisandro y decidimos grabarla en Ecuador porque aquí hay músicos muy buenos y por cuestiones de tiempo aprovechamos la gira para meternos a los estudios”, comentó el músico nacido en El Piñal.

Creció con una marcada influencia musical. A los cinco años comenzó a ejecutar el acordeón y a demostrar gran destreza en la ejecución de todo tipo de aires y ritmos.

Al momento de asistir al colegio también perfeccionó su afición musical hasta convertirse en un músico completo logrando la ejecución de otros instrumentos, como el bajo, guitarra, piano, dando muestras de poseer un oído musical privilegiado.

Lisandrito incursionó profesionalmente acompañando en el acordeón a cantantes y grupos vallenatos, como Los Chiches, Carlos Malo y Otto Serge, pero no fue hasta que alternó con la agrupación musical Los del Puente donde brilló con luz propia y su nombre comenzó a sonar en Colombia. Esto fue aprovechado por otros artistas tropicales que lo invitaron a grabar, como Elvis Crespo y Fanny Lu.

Luego de todo este peregrinar musical y tantas experiencias recogidas, Lisandrito  volvió a su esencia, a sus raíces, a la música que lo arrulló al nacer.

“El vallenato es algo que los colombianos llevamos muy adentro nuestro, y aunque está pasando por un momento no tan popular, quienes nos entregamos a estas raíces tenemos que seguir luchando para que siga vigente. Y más cuando tienes una familia que forma parte de la cultura y tradición de un pueblo amante de la música. Esta canción es muy amena, juega con el doble sentido con elegancia y por fortuna ha sido bien recibida por los ecuatorianos. Estamos fascinados”. (I)