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El Telégrafo
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Leovanna Orlandini la arquitecta y modelo que debutó como actriz de cine

Leovanna Orlandini la arquitecta y modelo que debutó como actriz de cine
30 de diciembre de 2012 - 00:00

Aunque Leovanna Orlandini siempre tuvo el ‘bichito’ de artista, nunca tuvo la oportunidad de actuar. Al menos no ocurrió hasta el 2008 cuando acudió a un ‘casting’ para la película ‘Mejor no hablar de ciertas cosas’, del director manabita Javier Andrade.

Hasta entonces su experiencia más cercana al público eran sus trabajos como modelo, actividad que practica desde la adolescencia y de la que no puede pasar inadvertida con su 1,79 m que mide.

Nacida el 27 de agosto de 1978 en Guayaquil, su otra pasión es la arquitectura, profesión que estudió en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES). Ahora, casi cinco años después de audicionar su nombre, ha ganado notoriedad tras interpretar a Lucía Rodríguez, una mujer casada que tiene un romance con Paco Chávez (caracterizado por Francisco Savinovich, su amigo de toda la vida).

Se trata de un personaje complejo, que se droga y tiene un hijo procreado con un hombre gay. Su vida se deteriora y finalmente es asesinada.

30-12-12-mix-leovana-orlandini-02Fue un desafío, uno que tomó con mucha seriedad y que ahora le permite ser reconocida como la protagonista de ‘Mejor no hablar de ciertas cosas’, que tuvo su inauguración esta semana en Quito, Portoviejo y Guayaquil, y que se estrenará oficialmente el próximo 4 de enero.

Entre las bocanadas de un cigarrillo y con la compañía de sus perros chihuahueños Tita y Toño, más la comodidad de su departamento en la vía a Samborondón, Leovanna, quien es emelecista confesa, comparte su experiencia en la película que le permite debutar como actriz y algo más de su vida.

¿Cómo se involucró en la película?

Lo que pasa es que Andrés Crespo es pareja de mi mejor amiga y me llamó para hacer un casting. Yo le pregunté ¿para qué era el casting? Respondió que era para una película. Luego me dijo que no preocupara porque lo peor que podía pasar era que no me eligieran para ningún papel. Así que fui, tal como estaba por la noche y con ropa de oficina. Audicione con Pancho y les gustó. Quizás porque nos conocemos de toda la vida y por eso hubo química en la audición. Eso le gustó a Javier (Andrade) y al día siguiente me dieron el papel de Lucía. No recuerdo la fecha exacta, pero creo que fue en el 2008.

¿Y después de eso?

Empezamos a reunirnos. Veíamos películas de pareja para armar nuestros personajes. Luego hicimos la lectura general del guión en enero del 2010. Allí conocí a todo el elenco. De ahí siguieron los ensayos previos al rodaje. Pancho y yo practicamos durante tres semanas en Portoviejo.

¿Qué tan intensas eran las jornadas del rodaje?

Filmábamos aproximadamente 14 horas. Parábamos cuando ya estaba listo lo que Javier quería para esa jornada. Todo fue muy profesional y planificado. La hora para iniciar la jornada dependía de las escenas. Hubo ocasiones en que debíamos levantarnos a las 04:00. Otras jornadas empezaban a las 20:00. Pese a ese trajín sí hubo ratos libres que disfrutábamos.

¿Cuánto le costó rodar la escena de sexo con Francisco Savinovich?

Fue difícil, pero le puse mucha seriedad porque tenía que salir bien. Javier la hizo a set cerrado. Yo estaba representando a un personaje. No era Leovanna Orlandini la que iba a tener sexo, era Lucía. Sabía que me vería mi familia, mis amigos y más, pero quería que ellos vieran a mi personaje, no a mí. La escena salió en dos tomas.

¿Hubo alguna escena en la que necesitaron muchas tomas?

La mayoría de las escenas salían en dos o tres tomas. Claro que tuvimos días en que nos equivocábamos mucho, se nos caían los micrófonos, sobrepasábamos de las 12 o 13 tomas. Una de las anécdotas es que se rompió el caballo de porcelana. En realidad el mayor trabajo está en la posproducción.

30-12-12-mix-leovana-orlandini03¿Y la más agitada?  

La del triple asesinato que ejecuta Lagarto, el personaje de Andrés. Todo fue de corrido. Hubo mucho vértigo, debimos cambiarnos de ropa para lucir ensangrentados, todo sin detenernos. Esa escena estuvo lista en tres tomas.

¿De qué actores aprendió más?

Víctor (Aráuz), Andrés (Crespo) y Alejandro (Fajardo) son los más experimentados. Con este último tuve más escenas de conversaciones. Como ves, soy muy hiperactiva y muevo mucho las manos. Él me decía que podía hacerlo, pero ocultando sutilmente las manos debajo de las piernas para que no se notara en las tomas.

¿Qué tipo de filmes prefiere?

Me impactaron mucho ‘La piel que habito’, de Pedro Almodóvar, y ‘Melancholia’, con Kirsten Dunst. Pero confieso que soy fan de las películas de fantasía. Me encanta toda la saga de Harry Potter y Willy Wonka & the Chocolate Factor, la versión de los 70.

¿Qué le impidió actuar antes?

Siempre quise hacerlo. Era la típica peladita que quiere ser una ‘rock star’, actuar y cosas así. De hecho, en el colegio canté, así con voz ronca y todo. Estaba en el Alemán Humboldt y allí era una obligación aprender música. Tuve un profesor llamado Ulrich Theurer, quien nos hizo grabar un disco. Yo canté música de Sting. Él nos escogía.

¿Cuándo incursionó en el modelado?

Desde los 15 años con María Susana Rivadeneira, mientras que Bernarda Calvo nos enseñó a caminar en la pasarela. Somos muy amigas.

¿Alguna anécdota en eso?

Una vez conocimos a Osmel Souza, el famoso misólogo que ha formado a las reinas venezolanas. Yo siempre he sido delgada, pero me dijo que tenía los nudillos gordos y que debía sacarme un par de costillas. A María Susana también le dijo unos cambios. Así que dijimos “muchas gracias, pero no”. Para ese entonces nos prometimos nunca concursar en un reinado de belleza hasta que Fabricio Célleri me convenció y participé en el 2003. Al año siguiente lo hizo María Susana y ganó. Después conocí a Amelia Vega y bromeamos un poco. Le conté que participé en el Miss Ecuador del 2003, donde ganó Andrea Jácome. Ella me indicó que si hubiera ganado yo hubiera sido más difícil el Miss Universo. Le respondí que si hubiera sido Miss Universo le ganaba a ella.

¿Cómo es su día normal?

Yo trabajo como ‘freelance’ en un proyecto inmobiliario (Lagos de Batán). En los últimos meses he estado muy ajetreada porque recién me mudé y aún hay cosas que no he arreglado. Practico ‘crossfit’. En 15 o 20 minutos hago lo que haría en una hora de gimnasio.

Aparte de actuar, ¿qué otros planes tiene?

Quiero hacer un masterado en urbanismo y alcaldesa, pero de Samborondón. Quiero hacer mi propia casa, ya tengo el terreno, la tengo en mi cabeza.

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