Tras 25 años de trayectoria, la agrupación colombiana Las Musas del Vallenato sigue grabando y ofreciendo conciertos en escenarios de Ecuador, Venezuela y México. La cantante y acordeonista Graciela Ceballos Paccini, conocida artísticamente como Chela Ceballos, es la fundadora de este grupo femenino, que produjo clásicos como ‘Me dejaste sin nada’ (1992) y ‘Declaración de amor’ (1995).

Aunque el vallenato es un género en el que reinan las voces masculinas, para Chela no fue impedimento formar el grupo en 1988, después de ver el éxito que tenían en esa época Las Chicas del Can con el merengue.

Chela nació en Barrancabermeja-Santander y es la mayor de cuatro hermanos. A los 8 años de edad participó en un festival instrumental, el cual ganó tocando el acordeón. Cuando tenía 10 años se presentó en un festival de la canción y ocupó el tercer lugar. Es la primera mujer acordeonista que interviene  a nivel profesional en el Festival Vallenato en Valledupar (1992). En 1993 fue galardonada como la acordeonista femenina de ese año.

El pasado domingo arribó a Quito con el fin de visitar la ciudad, antes de cumplir con los eventos programados para esta semana. Mañana estará en el centro comercial El Recreo, al sur de la ciudad, acompañada por Luis Ángela López y Danny Cevallos, vocalistas de Las Musas del Vallenato, quienes firmarán autógrafos y presentarán al público ecuatoriano el vídeo de ‘Amores enfermizos’, canción que promocionan actualmente y cuyo audiovisual se filmó en la Mitad del Mundo.

El viernes llegarán a la Capital ecuatoriana los 7 músicos que completan la agrupación, para el concierto que darán esa noche en la Plaza de Toros de Riobamba, junto a Constelación Vallenata, Kempra, Los Diablitos y Los Inquietos.

Chela Ceballos conversó con este Diario sobre sus inicios y cómo se ha mantenido, a pesar del poco apoyo que recibió al principio y su lucha contra el cáncer.

¿Por qué fue tan difícil sacar adelante al grupo?
Porque en Colombia el medio es machista y nadie nos apoyaba al principio. Contadas fueron las personas que creían que esto podía ser realidad.

¿Y cómo lo formó?
Antes no era común encontrar a chicas con amplia trayectoria musical, así que me dediqué a recorrer colegios, universidades, barrios; hasta que aparecieron amigos músicos que me presentaron a sus hijas, que eran percusionistas. Convivir entre mujeres no es fácil, así que a más de talento busqué a chicas sencillas y buena gente. Surgimos tocando puertas, tratando de convencer a las personas que nos den la oportunidad.

¿Y qué tuvo que pasar para que valoren el talento de las chicas?
La primera presentación fue en una Universidad de Cartagena, en donde hicimos el lanzamiento del primer disco y asistió gran cantidad de personas. Al otro día estuvimos en la prensa; fue un revuelo, varias licoreras se interesaron en nosotras y nos empezaron a patrocinar.

¿Siempre le llamó la atención el acordeón?
Mi papá me enseñó a tocar ese instrumento y a hacer voces, un tío me enseñó la caja (instrumento de percusión), y así fui aprendiendo. Mi papá tenía un grupo musical que se llamaba Los Disonantes del que fui parte a los 8 años, como cajera, estuve hasta los 17 años y luego me fui a Cartagena con la idea de hacer la agrupación. En esa ciudad me radiqué unos 20 años y desde hace 8 vivo en Bogotá.

¿Y en esa época no quería seguir otra carrera?
Cuando terminé el colegio quería estudiar Medicina o Ingeniería Electrónica, que era la especialización fuerte en mi colegio. Mi papá era un machista extraño, porque me enseñaba a tocar el acordeón y me tenía en su grupo, pero cuando me vio crecer decía que la mujer es para la casa. Mas, como no estaba de acuerdo me fui del hogar a los 17 años, recuerdo que fue después de un mes de graduarme, un 30 de diciembre.

¿Qué dijo su padre al ver su actitud?
Decía que era muy rebelde, que me iba de libertinaje y que en menos de seis meses regresaría embarazada. Creo que es lo mejor que me pudo haber dicho porque soy una mujer de retos y llevo la contraria cuando algo no me gusta, así que le dije que yo sería quien le vería crecer la barriga y no él a mí. Cuando cumplió 50 años ya estaba canoso y barrigón, fue entonces cuando le recordé en una fiesta lo que me dijo en aquella ocasión. Se le humedecieron los ojos y contestó: lo que pasa es que uno a veces cree que los hijos no pueden llegar tan lejos, pero me alegro que haya sido así.

¿Cuando llegó a Cartagena a qué se dedicó?
Estudiaba por mi cuenta para ser auxiliar contable, y aunque no me gustaba quería tener una profesión. Pero me retiré luego de 4 años de estudios, me faltaba solo un semestre, sin embargo la prioridad en ese momento eran Las Musas. Hace cuatro años cursé una carrera técnica, en mantenimiento de lavadoras convencionales y digitales.

¿Ha puesto en práctica esa carrera?
Sí, con mi familia y mi gente. En casa quien hace el mantenimiento y reparación de la lavadora soy yo.

En el 2002 publicaron su octavo disco y no se supo de un material nuevo hasta el 2012, ¿por qué dejaron pasar tantos años para el noveno álbum?
Hace 11 años vengo padeciendo de cáncer en un ojo, me hicieron cirugías que me incapacitaron por varios años. El clima de la Costa ya no me hacía bien, por eso me fui a Bogotá. Pero ya estoy sana y armé una agrupación con chicas nuevas. ‘Cosas de la vida’ y ‘No aguanto más’ son las canciones con las que regresamos el año pasado, esta última es una protesta de la mujer para los hombres que las maltratan.

¿Y por qué regresaron con un tema polémico?
En Colombia hay mucho machismo, entonces se tuvo que preparar el terreno para lanzar una canción con una temática tan delicada. Pero soy una mujer de riesgos, así como cuando creé el grupo, contra viento y marea, por eso lanzamos esta canción, al igual que ‘Amores enfermizos’, la cual hasta ahora no ha recibido un comentario negativo. Con este tema queremos demostrar que estamos en contra del maltrato a la mujer, incluso en algunas campañas ya hemos escuchado la canción de fondo.

¿Le ha pasado una historia similar?
No he pasado por esta situación, pero creo que es falta de autoestima porque algunas mujeres soportan toda la vida ser maltratadas.

¿Se casó alguna vez?   
Nunca me casé y no tengo hijos. Conviví un buen tiempo con un muchacho, pero las cosas no resultaron porque yo viajo mucho y vivo ciento por ciento para el grupo. Además, cuando me detectaron el cáncer el médico me recomendó no tener hijos porque podría nacer con la enfermedad y morir antes de los 5 años. La vida a veces es así, pero como no tengo hijos no me hacen falta.

Actualmente, la acordeonista está acompañada en el escenario por: Gineth Navarro (timbal, batería), Cristina Charris (conga), Lady Rodríguez (guacharaca), Katherine Beltrán (piano), Dayana Rivera (guitarra), Luis Ángela López y Danny Cevallos (voces), William Zúñiga (caja), José Pérez (bajo).