Desde julio de 1981, cuando se casaron el príncipe Carlos y lady Diana, los británicos no vivían una  expectativa semejante. Después de  30 años los medios de comunicación enfocan su atención en Guillermo, el hijo de ambos,  y Kate Middleton, quienes contraerán matrimonio mañana (04:00 de Ecuador, según la transmisión que ofrece el canal local Ecuavisa) en la Abadía de Westminder (Londres).

De hecho, los medios europeos comparan a la novia con lady Diana, la fallecida madre de Guillermo.
Aunque según un estudio en Iglaterra, un tercio de los británicos muestran desinterés por la boda real, la expectativa que los medios han causado llega a varios extremos en otros países. México es uno de ellos, a través de la fanática Estíbaliz Chávez, quien se sometió a una huelga de hambre en febrero pasado porque la Embajada Británica en su país no le concedía la visa, tras entregarle una carta.

Chávez, de 19 años, acampó en los alrededores de la Embajada hasta que conmovió a un donante que le permitió viajar. No obstante, cuando llegó a Inglaterra el departamento de migración le impidió la entrada al país porque consideran que ella no tiene los medios económicos para solventarse la estadía.

La historia entre Guillermo y Kate empezó en 2001 cuando se conocieron, pero dos años después empezaron a salir como pareja y en noviembre del año pasado anunciaron su compromiso.

Según Robert Jobson, biógrafo oficial de la pareja contrayente, la personalidad de Kate es semejante a la de Diana, lo que atrae a los medios y seguidores.

De hecho, el 17 de octubre de 2005 Kate planteó una demanda a  los medios por acoso. En aquella época la prensa británica ya la consideraba como sucesora de Diana.

Jobson indica que Kate tiene una personalidad influyente. Agrega que cuando Guillermo estuvo a punto de dejar la Universidad de Saint Andrews (Escocia) fue ella quien lo convenció de continuar. Ambos cursaban Historia del Arte.

Finalmente Kate lo orientó a la carrera de Geografía, de la que él se graduó. Ella obtuvo el título en Historia.

La relación entre Guillermo y Kate se diferencia de la que tuvieron los padres del príncipe en que los ahora contrayentes se conocen desde hace diez años y conviven hace ocho, aunque hubo una ruptura de algunas semanas en 2007. Carlos y Diana apenas se habían visto unas 20 veces antes de casarse, según Jobson.

Kate (quien nació como Catherine Elizabeth Middleton) es una plebeya de clase media, hija de una azafata y un despachador de vuelos. No obstante, su familia hizo fortuna a través de Party Pieces, la empresa que crearon sus progenitores para la venta por catálogo de artículos para la decoración de fiestas y eventos.

La boda, más allá de convertirse en un evento de entretenimiento, tiene un significado económico para los británicos, que afrontan una crisis, según Alistair Darling, el  ministro de Hacienda de Reino Unido.

Verdict, una firma de investigación inglesa, sostiene que el enlace real inyectará un ingreso de 985 millones de dólares (aproximadamente 620 millones de libras esterlinas), a través del incremento del turismo y la venta de artículos relacionados con los novios.

La imagen de ellos consta en tortas de novios, carteles, jarrones, muñecas de Kate (que se venden en 195 dólares cada una) y  hasta un cómic.

A eso se suman los  derechos por las transmisiones televisivas y del portal de YouTube, cuyos ingresos ayudarán a la economía británica, según el reporte de Verdict.

Tras la ceremonia, que contará con 1.900 invitados (entre ellos el futbolista David Beckham con su esposa Victoria; el cantante Elton John y otros), Guillermo y Kate se tomarán una licencia de dos años. El objetivo es que ella esté lista para cumplir sus compromisos como princesa.