La naturaleza creadora de Carolina Alfonso en la mira
La agenda del MAAC en cuanto a exposiciones es incesante. Ni bien se clausuró la última -la obra expresionista del pintor sueco Johan Falkman-, de inmediato le sucedió la muestra de la pintora quiteña Carolina Alfonso, abierta el pasado jueves.
La artista, que actualmente reside en París, revela que su primer encuentro con el arte fue nada menos que de la mano del gran pintor Oswaldo Guayasamín. ‘Mi abuela, que tenía una amistad de años con él, cada vez que lo visitaba en su taller me llevaba con ella. Y recuerdo a ese pintor genial guiando mi mano sobre el lienzo para conseguir mis primeras pinceladas.
La cercanía con uno de los más grandes pintores de nuestro país me enrumbó por los caminos de la plástica, dice esta pintora, que cumple en este año una década de su primera exposición y para celebrarlo presenta ahora, en Guayaquil, ‘Naturaleza creadora’, una colección que ha recorrido París, Ginebra y Mónaco. ‘Justamente expuse por primera vez en la Fundación Guayasamín. Y ahora he vuelto a mi país para mostrar mis nuevos trabajos’.
Explica que la serie que integra la muestra que se exhibe en el MAAC la empezó hace siete años. ‘Fue un trabajo muy intenso en la búsqueda de nuevos que me sirvan para mi trabajo artístico. Así descubrí la hoja de oro -de 23 kilates- que es el nuevo elemento que incorporé a mi obra, porque creo que es un símbolo de identidad que representa nuestro pasado precolombino, y también es una pregunta de hacia dónde vamos. La aplicación de esta hoja demanda mucho cuidado, porque es un material sumamente delicado y frágil, dice. Y añade que los lienzos, trabajados con pigmentos naturales hablan de los astros, el Sol, la Luna y la relación que los seres humanos tenemos con ellos.
Carolina Alfonso trabaja una pintura donde las formas y el color son predominantes. “Mi obra es abstracta”, dice, y explica que decidió, desde el comienzo, que no sea figurativa sino que más bien tenga fuerza, color y luz, un poco para provocar que la parte instintiva de las personas reaccionen ante sus trabajos que son ‘muy abiertos para todo público -niños, adultos, ancianos-, porque justamente no apela al intelecto. Claro que puede haber todo un razonamiento intelectual de parte de los críticos de arte, pero el público en general tiene que conectarse con la obra a otro nivel y eso es lo que busco. Los niños, dice, son excelentes críticos de artes, porque ellos no tienen limitaciones con su imaginación.
Carolina Alfonso, madre de dos niños, considera que la maternidad le ha cambiado mucho sus conceptos de vida y ha influido en su proceso creador. ‘En mi última exposición en Mónaco yo tenía casi 8 meses de embarazo y era muy lindo, porque claro, la obra estaba presentándose fuera pero yo tenía a mi bebé y fue una conexión muy sentida’, expresa esta pintora que también fue Miss Ecuador en 1999.
La artista ha realizado exposiciones individuales en la Casa de la América Latina en Mónaco, en la sede de la ONU en Ginebra, en los Museos Municipal de Guayaquil, de Arte Moderno de Cuenca, en el Centro Cultural Egipcio de París. Así mismo ha participado en eventos culturales como el Salón de los Artistas Independientes en el Grand Palais, en el Salón Sociedad Nacional de Bellas Artes en el Carrousel del Louvre en París, entre otros.
La obra de Alfonso forma parte de colecciones permanentes en la Fundación Príncipe Alberto de Mónaco, la Unesco de París, el Palacio de Naciones ONU en Ginebra, en The Canning House de Londres, en el Museo de Bellas Artes de Hanoi en Vietnam, en el Museo Nacional de Angkor en Cambodia, y en Museo de Marrakesh, en Marruecos.