Quito inició su año de espectáculos con el concierto de dos de los exponentes más reconocidos del reggaetón: Daddy Yankee y Don Omar.    

Los boricuas cautivaron a más 20 mil fanáticos con un despliegue escénico lleno de color y efectos visuales.

El estadio Olímpico Atahualpa fue el escenario del concierto ‘Hasta el fin del mundo’, que reunía por primera vez en la historia musical de este género a los dos cantantes, quienes derrocharon energía durante las cuatro horas de concierto, a pesar del frío y la fuerte lluvia que envolvían a Quito el pasado viernes.

Las puertas del estadio se abrieron a las 18:00, pero el público estaba concentrado en las inmediaciones del escenario deportivo  desde las 16:00. Un desfile de colores y diseños acorde al género eran parte del vestuario de los asistentes.     

Las fanáticas lucían pantalones ajustados, chaquetas  y blusas descotadas, además de collares, maquillaje acentuado en los labios y como toque final la gorra estilo Daddy Yankee. Anahí Gutiérrez (17 años) comentaba que este sería el mejor concierto del año, pues cree que en ningún otro país de Latinoamérica se presentarán los dos artistas conjuntamente.

La joven dijo que si Daddy Yankee le invitara a subir al escenario sería un sueño hecho realidad.      
Mientras que los hombres vestían pantalones jean flojos en la cintura, chompas deportivas grandes, y llevaban anillos dorados, cadenas y dijes plateados de gran tamaño; algunos tenían pañuelos en sus cabezas, gorras y gafas. 

David Fajardo (19) mencionó sobre su forma de vestir que más que moda significa un estilo de vida, pues varias de las cadenas que colgaban de su cuello significaban un logro y un sueño cumplido.

“Mucha gente critica el reggaetón y a sus exponentes, pues creo que las canciones se acercan a la realidad, en todos los casos, sobre todo en el amor. Daddy y Don Omar son un referente,  pues ellos alcanzaron el éxito luchando y salieron del barrio al igual  que nosotros”, comentó.

A las 21:30 el escenario se tornó oscuro. En pocos segundos, luces fluorescentes en tonos fucsia, rosa, amarillo y plateado encendieron la tarima, mientras las bailarinas de Daddy Yankee bailaban rítmicamente reggaetón.   

Antes de la aparición del cantante, el estadio retumbó con los gritos de los fanáticos, quienes repetían ‘¡Daddy!, ¡Daddy!’ hasta quedarse sin aliento. Tras un arco formado con las iniciales del artista, se encontraba Daddy Yankee, quien coreaba la canción que le lanzó a la fama Gasolina.

La presentación de Daddy Yankee  duró aproximadamente una hora y media, tiempo durante el cual interpretó canciones como Lovumba, Limbo, Descontrol, Pasarela, Qué tengo que hacer, El Amante, La nueva y la ex,  Lo que pasó, pasó, Ella me levantó, Rompe, entre otras.

“Quiero que ustedes, que están frente al escenario, no me vean como un artista, sino como su hermano”, dijo Daddy, tras una pausa en su repertorio, además, agradeció a sus fanáticas, quienes realizaron carteles con frases de cariño para el cantante. “Esa es la mejor muestra de cariño para mí, baby, nada es más importante que eso”, aludió el músico. 

Daddy Yankee empezó su carrera hace más de una década. Al inicio sus discos y canciones tenían una fuerte influencia del reggaetón, pero con el paso de los años el artista alcanzó un nivel musical distinto, pues en sus nuevas producciones mezcló ritmos caribeños, como merengue, salsa, son y sonidos electrónicos.

En 2006, la revista Time lo catalogó como una de las 100 personas más influyentes entre el mundo artístico Latinoamericano.

Durante el concierto Daddy interactuó continuamente con el público, pues a través de sus rimas invitaba a sus fans a colgar fotos del concierto en sus redes sociales y compartirlas.

Antes de finalizar su presentación, Yankee señaló que Ecuador tuvo la primicia de escuchar su último éxito musical Sábado rebelde, tema que es parte de su reciente disco King Daddy 2.

Esta canción la compuso con el dúo puertorriqueño Plan B y el vídeo de esta canción se estrenará la próxima semana. 

Con la canción Dale, dale Don dale, Don Omar se tomó el escenario, el mismo que lució más formal en relación con la presentación de Daddy Yankee, pues tenía más juegos de luces y menos pirotecnia. Su concierto empezó a las 23:20 y culminó aproximadamente en 40 minutos.

Pobre Diabla desató la alegría de los asistentes, quienes bailaron hasta más no poder. En la primera pausa de la presentación Don Omar calificó el concierto como histórico. “Yo llevo haciendo mi música 10 años, mis canciones salieron de experiencias como las de Daddy Yankee, quien tiene haciendo música más años que yo. En mis 10 años de carrera, nunca he compartido el escenario con Daddy, creo que este es el mejor momento”, dijo. 

El escenario retumbó cuando los dos artistas entonaron la canción Hasta Abajo y Danza Kuduro. Posteriormente Don Omar interpretó canciones como Dutty Love, Virtual Diva, Ojitos Chiquititos, Salió el sol, Angelito Vuela, Adiós, Taboo, Dile, además de su éxito reciente Guaya, Guaya.

A la medianoche, el público poco a poco abandonó el estadio. El cielo se iluminó con juegos pirotécnicos.  “Fue una experiencia impresionante, disfruté de mis dos cantantes favoritos, espero que vuelvan pronto”, dijo Ernesto Llucsi.

Michel Segura (18) y Yosly Loor (19), que viajaron el miércoles desde Machala, con lágrimas en los ojos narraban que desde diciembre reunieron dinero para este concierto. “Vendimos ‘sánduches’, vinchas, de todo, para lograr reunir dinero. Nuestros padres nos apoyaron y nos dieron dinero para los pasajes. Este concierto se quedará en nuestra mente siempre”, comentaron.