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El Telégrafo
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La informalidad y buena vibra son los matices que predominan en FrutaBar

La informalidad y buena vibra son los matices que predominan en FrutaBar
31 de agosto de 2012 - 00:00

Pocos son los lugares en Guayaquil que brindan una opción sana para poder reunirse y compartir con los amigos una noche amena y libre de licor como en FrutaBar, ubicado en Urdesa (Av. Victor Emilio Estrada 608 entre Las Monjas y Ficus).

Sus propietarios Rodolfo Calderón, quien es diseñador gráfico y Fabricio Semiglia, administrador de empresas, explican que el negocio tiene exactamente 12 años en la zona y durante ese tiempo se ha caracterizado por su ambiente acogedor y buena música.

Toda la historia empieza en la playa dice Fabricio, pues es ahí donde tuvo la oportunidad de conocer a su actual socio, Rodolfo, durante un partido de fútbol playero.

“Tenemos 20 años trabajando juntos. Antes de montar el negocio laborabamos en lo que era la fotografía y recorríamos gran parte del Ecuador y países extranjeros como Chile, Argentina, entre otros” refiere Semiglia, quien agrega que era fotógrafo empiríco de matrimonios y actos escolares.

Al pasar los años, Fabricio quien frecuentaba mucho Urdesa se dio cuenta que al sector le faltaba un local “bonito” donde poder comer ensalada de frutas y otros bocadillos saludables, como sánduches, batidos, entre otros, pues él es practicante de yoga y sabe sobre la importancia de comer saludable, por lo que optó por vender algo más higiénico.

Cuenta que en un principio, los gastos que le demandaba el bar eran subsidiados por su oficio como fotógrafo, pero aclara que no le era muy rentable ya que empezó a montarlo a inicios del año 2000 cuando recién el país se estaba dolarizando. “Yo era mesero, DJ, cocinaba y limpiaba las mesas. Ahora cuento con un personal de jóvenes que me ayudan en casi todo”, puntualiza.

FrutarBar tiene una atmósfera muy playera, ya que esta inspirado en la informalidad que identifica a Montañita uno de los lugares que más le gusta a uno de sus dueños, pues en sus ratos libres también se dedica a surfear.

“Las personas que asisten al local disfrutan mucho de la comodidad que brinda el bar, pues muchos otros no permiten que el cliente vaya vestido muy informal con pantalonetas, sandalías, faldas, entre otras prendas”, señala su propietario.

Máscaras, tablas de surf, libreros y artilugios playeros son algunas de las cosas que destaca este negocio. El cual tiene la escencia pura de sus dueños quienes son amantes de las actividades de la playa. “La atención al público empieza desde las 09:00 hasta las 24:00, pues al ser un frutabar podemos abrir más temprano que otros locales”, manifiesta Fabricio.

Las Tostadas, hamburguesas y humitas fueron los platillos más pedidos en sus inicios. Actualmente desde hace dos años se incorporó a la lista de las bebidas los cocteles como ‘La margarita’, ‘Alexander’, entre otros.

Sin embargo indica que el grado de licor es muy bajo al momento de prepararlo, pues lleva más fruta que alcohol. “Tuvimos que hacer un gran cambio y esfuerzo para incluir algo de livor en nuestras ventas, pues teníamos jóvenes de 18 en adelante que le decían que porque no vendía bebidas alcolicas”, recalca.

Fabricio señala que el ambiente de FrutaBar es romántico pues al local han concurrido parejas de heteroxesuales y homosexuales.

Asimismo, comenta que han recibido la visita de destacados personajes dentro del ámbito deportivo como los hermanos Lapentti y el exmedallista olímpico Jefferson Pérez, entre otros. 

“Nosotros queremos romper los esquemas comunes de un bar, pero que no ofrezca licor, pues nunca hemos tenido a nadie ebrio dentro del negocio”, sostiene. Por su parte, menciona que el primer eslogan del local, fue “FrutaBar, un bar familiar”, agrega.

Finalmente aclara que para que un negocio tenga éxito se tiene que creer en sí mismo. Además, acota que al momento de hacer algún cambio de la presentación del bar siempre tienen que estar de acuerdo Fabricio y Rodolfo, pues a los dos les tiene que gustar el ambiente, la comida, etc.

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