La cinta Un cuento chino le da el único Goya a los latinos
Pocas veces ha ocurrido que el presentador que entrega un galardón se convierta en el premiado. No obstante, la noche del domingo en una deslucida ceremonia de los premios Goya ese momento se vivió cuando el actor argentino Ricardo Darín -acompañado por la colombiana Angie Cepeda- subió al estrado para anunciar al ganador de la categoría Mejor película Hispanoamericana. Darín se llevó una sorpresa al abrir el sobre y leer que la cinta Un cuento chino, que protagoniza, había sido elegida.
“Un cuento chino empezó como un proyecto muy chiquitito, fue un mano a mano con el director y el guionista. No teníamos ni producción, y la fuimos haciendo poco a poco, pero fue un placer hacerla. No es de grandes pretensiones, sino más bien un cuento sobre la intolerancia y la falta de paciencia que a veces tenemos los seres humanos”, dijo un sorprendido Darín, quien sin propónerselo puso el toque gracioso a la aburrida gala que tuvo como presentadora a Eva Hache. Esto debido a que aunque la actriz bailó, cantó y propuso monólogos no logró mantener animados a los presentes.
El galardón que obtuvo la película argentina, que dirigió Sebastián Borensztein, también era disputado por la favorita y chilena Violeta se fue a los cielos, la cubana Boleto al paraíso y la mexicana Miss Bala.
De hecho, fue el único Goya que un actor latino recogió en la velada, luego de que la mexicana Salma Hayek, quien estaba nominada como Mejor actriz protagonista, no consiguiera el premio. Quien se quedó con ese galardón fue la actriz española Elena Anaya por su participación en La piel que habito.
En la cinta ella encarna a una misteriosa mujer, prisionera de un cirujano sin escrúpulos, papel que interpretó Antonio Banderas.
Y es que como pasa en cada edición la entrega de los Goya representa la noche en la que se reconoce el talento y las producciones españolas. Esta vez la vigésimo sexta gala, que se realizó en el Palacio de Congresos de Madrid, tuvo como máxima galardonada a la cinta No habrá paz para los malvados, que obtuvo seis reconocimientos de los 14 que estaba postulada.
Entre ellos, Mejor película; Mejor director; Mejor guión original, los tres los recogió el cineasta Enrique Urbizu; Mejor actor protagonista, que fue a parar a José Coronado y Mejor montaje a Pablo Blanco.
La piel que habito, de Pedro Almodóvar, que lideraba la lista de nominados con 16 candidaturas, y el western Blackthorn, del joven Mateo Gil, con 10 lograron solo cuatro premios que consisten en un busto de Francisco de Goya. Con un número menos La voz dormida y Eva alcanzaron tres Goya que estuvieron repartidos en las categorías
Mejor actriz de reparto, Mejor actriz revelación, Mejor canción original, Mejor actor de reparto, Mejor dirección novel y Mejores efectos especiales, respectivamente.
En cambio, la película Arrugas que trata sobre la enfermedad del Alzheimer consiguió el galardón a Mejor película de animación y Mejor guión adaptado, trabajo que realizaron Ángel de la Cruz, Ignacio Ferreras, Paco Roca y Rosanna Cecchini.
Mientras que la presea a Mejor Largometraje Europeo la ganó The artist, que se impuso a la cinta francesa Un Dios salvaje, de Roman Polanski; a la danesa Mechancolia y a la británica Jane Eyre.
El mismo número de galardones consiguió la cinta Escuchando al juez Garzón como Mejor película documental; Regreso a Viridian, Mejor cortometraje documental; El barco pirata, Mejor cortometraje de ficción, y Birdboy, Mejor cortometraje de animación. También se reconoció la carrera de la realizadora Josefina Molina, con el Goya de Honor.
Fueron algunos de los momentos que se vivió durante la deslucida velada que estuvo llena de apariciones inesperadas, como un tipo que se hizo llamar “El muletilla” que irrumpió el discurso de la cineasta Isabel Coixet y cuando un representante de Anonymous apareció con la famosa careta en la gala a pesar de las seguridades que se habían tomado. El grupo “hacktivista” también dirigió un ataque a la web oficial de los Goya, gala en la que un latino se autoentregó el premio.