“Me llamo Kirk Douglas. Tal vez hayas oído hablar de mí. Si no, búscame en Google. Soy el papá de Michael Douglas y el suegro de Catherine Zeta-Jones. Hoy cumplo 90 años y, en mi caso, llegar a esta edad no es solo especial sino milagroso”.

Douglas, un hijo de inmigrantes rusos llamado Issur Danielovitch Demsky, lo dijo el 9 de diciembre de hace una década. Y hoy puede decir que junto con Olivia de Havilland, quien interpretó a Melania Hamilton en el clásico Lo que el viento se llevó, son los únicos actores centenarios de Hollywood.

Nacido en Ámsterdam, Nueva York, hace 100 años, Douglas y su icónico hoyuelo han sobrevivido a la Gran Depresión (1929), la II Guerra Mundial (1939-1945), un accidente de helicóptero (1991), un infarto cerebral (1996), intervenciones quirúrgicas e incluso la muerte de Eric, uno de sus hijos menores.

Cuando tenía 23 años no le importó dejar una prominente carrera teatral en Broadway porque se enlistó en el ejército para pelear contra nazis.  Allí fue guardiamarina en un puesto de comunicaciones de la Marina y luego oficial de artillería. Fue enviado a casa por los médicos cuando le diagnosticaron disentería.

En 1958 se salvó de morir cuando el productor Michael Todd, entonces tercer esposo de Liz Taylor, le ofreció irse con él en su avión privado para ver al presidente Harry Truman. Douglas era seguidor de ese mandatario estadounidense.

“Mi mujer me dijo que tenía un mal presentimiento y acabamos discutiendo. Íbamos en el coche sin hablarnos porque yo había perdido el vuelo, cuando escuchamos en la radio que el avión se había estrellado. Todos murieron. Incluido Todd”, relató a People.

Hace 25 años fue el único sobreviviente de una colisión entre el helicóptero en que viajaba y un aeroplano de acrobacias. Murieron dos tripulantes y Douglas, de entonces 75 años, resultó casi ileso.

Un lustro después sufrió un infarto cerebral que le paralizó media cara. Los médicos avisaron a su familia de que quizás no podría volver a hablar y, sin embargo, tras unos meses en los que reconoció haber caído en la depresión, pudo dar un corto discurso para aceptar su Óscar honorífico (el único que tiene, perdió en tres nominaciones).

Hace 11 años se sometió a una doble cirugía de rodilla para poder andar por sí mismo. Le advirtieron de que con su edad quizás no saliese de la mesa de operaciones, pero aún recorre alfombras rojas con su bastón.

No obstante, su mayor golpe fue la muerte de su hijo Eric, quien también era actor y fue víctima de una sobredosis en 2005, el mismo año en que Kirk se operó la rodilla.

La nómina de directores con los que ha trabajado, desde Billy Wilder hasta Stanley Kubrick es tan larga como la de sus amantes.

Se le atribuyen romances con Lana Turner, Pier Angeli, Linda Darnell, Patricia Neal, Gene Tierney y Lauren Bacall con quien tuvo  un par de citas cuando ambos eran estudiantes de arte dramático en Nueva York.

Douglas se casó en 1943 con Diana Dill, una modelo aspirante a actriz a la que había visto en la portada de la revista Life.

Ambos procrearon a Joel y Michael, este último el único que ha ganado notoriedad en Hollywood. El matrimonio duró solamente 8 años porque Dill no soportó las infidelidades de Douglas.

En 1954 se casó con la alemana Anne Buydens, quien ahora tiene 97 años, luego de conocerla en el rodaje de Acto de amor, en París. Ambos llevan 62 años juntos y son los padres de Peter y el fallecido Eric.

En sus memorias Lets face it 90 years of lovin, living and learning reconoció sus infidelidades. Incluso reveló que perdió su virginidad con una maestra cuando él tenía 15 años.

El centenario actor relató su tórrida historia con una azafata. En la revista Closer dijo que “las mujeres europeas tienen una tolerancia diferente para estas cosas” (en referencia a la nacionalidad germana de Buydens). Su adicción sexual la heredó Michael.

Douglas, quien rodó 7 películas con Burt Lancaster, no quería que sus hijos se involucraran en el cine.

No obstante, volcó todo su apoyo hacia Michael tanto que lo hizo debutar en Cast a Giant Shadow (1966) con John Wayne. Aquella vez Michael interpretó a un chofer de jeep y no fue acreditado.

Douglas  respaldó muchas veces en exceso a Michael. En una ocasión, el esposo de Catherine Zeta-Jones, fue despedido de la obra de teatro Summer Tree, de Ron Cowen. Por esa razón el longevo Douglas  compró los derechos del libreto para que él protagonizase la película. Michael no pudo devolverle el favor con One Flew Over the Cuckoo’s Nest (1975).

Su padre la había interpretado sobre las tablas, pero cuando Michael produjo la película, Kirk tenía 59 años y era demasiado mayor para el papel, que finalmente interpretó Jack Nicholson de 38 años.

“La gente cree que siendo la segunda generación es sencillo triunfar, se supone que es lo que se espera de ti. Pero mira cuánta frustración, fracaso y autodestrucción hay en la segunda generación de actores”, expresó Michael a Closer.

Kirk lo resumió de otra manera: “Mis hijos nunca han tenido la ventaja que yo tuve. Nací pobre”.

Una miseria que aún le pesa al hombre que tituló sus primeras memorias El hijo del trapero. Aunque haya llegado a cobrar $ 50.000 solo  por pronunciar la palabra ‘café’ en un anuncio japonés.

Kirk Douglas, un siglo después, aún hace gala de fuertes convicciones éticas (él fue el primer actor en burlar el veto del Macarthismo en 1957, tres años antes de filmar Espartaco) y de su compromiso con las causas benéficas.

Su ideología política es demócrata. Eso lo condujo a varias discusiones con John Wayne, quien era republicano. En la actualidad, Douglas es un opositor del recientemente elegido presidente estadounidense Donald Trump, quien representa al partido republicano.

De él dice: “Sus valores no son por los que yo luché en la II Guerra Mundial. Dicen que cuando cumples años tienes que pedir un deseo en silencio. Esta vez, lo voy a hacer en alto. Me gustaría soplar las velas pensando que los días felices han vuelto”. Y pudo hacerlo, campante como siempre. (I)