Katy Perry se confiesa en una maratón televisiva de 96 horas
Katy Perry se mostró como nunca en una maratón televisiva mediante la cual permitió que cámaras ingresaran a su casa durante cuatro días consecutivos, en una oportunidad ideal para confiar sus episodios depresivos y su guerra a distancia con Taylor Swift.
La cantante estadounidense se sometió voluntariamente a este "reality show" como parte de la promoción de su nuevo disco, Witness. Los fanáticos fueron invitados a seguirla en su casa de Los Ángeles durante todo el fin de semana y hasta el lunes por la noche en Estados Unidos.
Así, pudieron ver a la estrella pop cocinar, dormir, hacer yoga, mimar a su perro Nugget y hablar con varias celebridades que la visitaron.
Pero a pesar de esta apertura voluntaria, Perry confesó que lucha con la atención a la que está permanentemente sujeta.
"Construí este personaje de Katy Perry que todo el mundo conoce, y es la razón por la que la gente está interesada en mí, es fantástico, pero es una fachada", dijo la joven, cuyo nombre real es Katheryn Hudson, durante una sesión de terapia en la que rompió en llanto varias veces.
Durante el fin de semana, Perry también explicó que quería poner fin a su rivalidad con Taylor Swift. "La perdono y lo siento por todo lo que he hecho. Espero lo mismo de ella", expresó.
Las dos estrellas se oponen a distancia por varios bailarines, que Taylor Swift acusa a Katy Perry de haberle robado en medio de una gira. (E)