Juan Luis Guerra ‘montó al público’ en su bicicleta y les subió la bilirrubina
Parece que el tiempo no pasa para Juan Luis Guerra y los 440. Sigue teniendo el éxito y la concurrencia que cuando lanzó el tema ‘Ojalá que llueva café’, del álbum homónimo del que además se desprenden otros éxitos como ‘Visa para un sueño’ y ‘Woman del Callao’, en 1990.
La noche del sábado, el cantautor dominicano se presentó en el Teatro Feria de Durán ante un público que llenó por completo todas las localidades del recinto, y que ingresó con facilidad debido a la buena organización por parte de los promotores y empresarios.
Algunos fanáticos (graderíos) del ganador de múltiples premios Grammy (latinos y anglosajón) se dieron cita desde tempranas horas, a pesar de que el espectáculo estaba previsto para las 21:00.
A las 18:30 se abrieron las puertas del recinto y poco a poco los espectadores fueron entrando y se acomodaron en sus respectivos asientos.
Al principio dio la sensación de que no se iba a llenar, especialmente la zona VIP, porque el público llegó pasadas las 20:00. En esta área fue visible la presencia de varias personalidades de la televisión, del espectáculo y del panorama político nacional.
Algo que es muy característico en los espectáculo del merenguero es que a sus recitales acuden familias enteras que son visibles en cualquier zona de los recintos en los que el dominicano se presenta y en este caso, Guayaquil no fue la excepción.
Y es que la música de Juan Luis Guerra es bailada y apreciada por personas de todas las edades. De hecho, en el desarrollo del concierto el cantautor leyó la pancarta que portaba una niña que decía: “Me llamo Maite y tengo seis añitos y me gusta bailar tus canciones...”.
Pero antes que apareciera el también productor, nacido en Santo Domingo el 7 de junio de 1957, subió al escenario la guayaquileña Nikki Mackliff, quien se mostró emocionada por abrir el espectáculo.
“Gracias a Dios y con la ayuda de varias personas he podido estar en este escenario frente a ustedes. Es un honor, la verdad, compartir el escenario con un artista muy querido y que es un caballero. Tuve la suerte de saludarlo hace un momento y no saben lo amable que es...”, expresó Mackliff.
De inmediato la intérprete juvenil puso a bailar a los presentes con temas como ‘Sé como duele’, ‘Tuya soy’ y ‘Un amor del bueno’, entre otras, los que fueron bien recibidos por los espectadores que luego despidieron a la cantante con fuertes aplausos.
Mientras se adecuaba el escenario para que Juan Luis y los 440 subieran al escenario, las pantallas laterales del recinto ambientaban con canciones en diferentes ritmos y géneros. Mientras tanto, el público seguía llegando hasta abarrotar todas las localidades.
Fue difícil moverse de un lado a otro, especialmente para quienes acudían al baño o al bar a comprar hamburguesas, hot dog, bebidas o algún snack.
A las 21:30 las luces del recinto se apagaron y una enorme pantalla en la parte posterior del escenario anunció la llegada de Juan Luis Guerra.
‘Apaga y vámonos’ fue el tema que escogió el cantante de bachata para abrir su espectáculo, tras cuatro años de ausencia. La última vez que se presentó lo hizo en el Estadio Alberto Spencer y también registró un lleno total.
Después le siguió uno de sus éxitos más querido por el público. ‘La bilirrubina’, tema que lo llenó de múltiples premios y reconocimientos alrededor del mundo.
Aquí el público estalló en júbilo. Los graderíos y la zona VIP se convirtieron en improvisadas pistas de baile y en donde no quedó nadie sentado.
De esta manera, Juan Luis Guerra invitó a sus seguidores a sumarse en una ‘Travesía’ hacia la alegría con un buen merengue y “en bicicleta”.
‘La llave de mi corazón’ fue otro de los éxitos que el cantante entonó en la primera etapa del concierto.
Después le dedicó a Dios el tema ‘Para ti no hay imposibles’ que fue bien recibido por los asistentes, quienes cantaron a todo pulmón ‘Bachata rosa’, tema que le abrió las puertas en varios países europeos.
Dejó por unos minutos el merengue y la bachata para hacer un mix con temas en salsa que fueron del agrado de los asistentes. En ese momento, el artista se acercó al filo de la tarima y agradeció a los presentes las muestras de cariño.
“Gracias por tanto cariño y respeto. Les agradezco esos cartelones pero lamentablemente no los puedo leer todos porque ya no veo de lejos”, acotó, y siguió bailando.
Nuevamente hizo una pausa para saludar a sus fans desde todos los extremos del escenario. Dijo que hace varios años forma parte del “club de la gracia” y que sus enseñanzas las quería compartir con todos. De inmediato interpretó ‘Rey de reyes’. Un merengue muy rítmico lleno de mensajes cargados de positivismo.
En el repertorio no pudieron faltar temas muy sonados ‘El costo de la vida’, ‘Visa para un sueño’, ‘La guagua’, ‘La hormiguita’, ‘Como yo’, entre otros.
Juan Luis Guerra comentó que desde pequeño siempre le gustó rockear y por eso siempre ha estado rodeado de cantantes de este género. De inmediato, una enorme pantalla LED descendió del escenario para que cantase junto al colombiano Juanes, aunque sea de manera digital, el tema ‘La calle’.
Uno de los momentos más emotivos de la noche, en donde fue ovacionado, fue cuando interpretó el tema ‘Mi bendición’, el que dedicó a su esposa Nora Vega, con quien lleva 29 años de casado. “El que no ama a su esposa no se quiere a sí mismo”, manifestó Guerra.
Con ‘Bachata fukuoka’ y su nuevo sencillo ‘En el cielo no hay hospital’ se despidió del escenario. Sin embargo, ante la insistencia del público volvió a subir y cantó un mix que incluyó éxitos como ‘Estrellitas y duendes’, ‘Que me des tu cariño’, ‘Quisiera ser un pez’ y se despidió con ‘Ojalá que llueva café’, bajo el acompañamiento de una guitarra.