El primer éxito de José Luis Perales no salió precisamente de su garganta, pero sí nació de su inspiración, de ese romanticismo tan característico de él, ese que le permitió conquistar el corazón de Manuela Carrasco desde que la conoció en 1968 y con quien se casó nueve años después. Se trata de ‘Por qué te vas’, que popularizó la británica-española Jeannette en 1976, que ha sido versionada por más de 40 artistas.

Sucedió dos años después de ‘Celos de mi guitarra’, con la que había ganado discos de oro en ventas y pertenece a ‘Mis canciones’, un disco que Perales grabó prácticamente obligado. Al cantautor nacido el 18 de enero de hace 67 años en Castejón, un pueblito situado a 65 kilómetros de la ciudad española de Cuenca, no le gustaba interpretar las canciones que componía.

Siempre se ha considerado un hombre tímido y amante del hogar, de la tranquilidad. Él le temía a la fama y lo que conlleva. Por eso se resistía a tomar un micrófono, pese a que hacía música desde que tenía 6 años cuando aprendió a tocar el laúd. Su madre Mariana siempre lo impulsó en sus inicios. Era quien le conseguía los sitios para que se presentara.

Rafael Trabucchelli, reconocido productor de los 70 en España, fue quien convenció a Perales de cantar. Influyó también el hecho de que Manuela, su entonces enamorada, era la voz crítica de sus canciones. Casi 40 años después de aquellas experiencias, Perales está de visita en Ecuador. Llegó ayer para ofrecer un recital, desde las 20:00, en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura en Quito.

Allí presentará las canciones de ‘Calle Soledad’, su más reciente disco que, según él mismo, es “melancólico por culpa del invierno y el otoño”. “Realmente hay más canciones melancólicas que en otros, es algo casual, no es nada intencional, pero cuando uno se hace mayor, quizá se hace más nostálgico, recuerda amores pasados”, dijo Perales durante la rueda de prensa. “Yo creo que la culpa la tienen el invierno y el otoño, que es donde siempre me refugio para escribir”, agregó Perales y recordó que uno de los doce cortes que contiene el disco se titula precisamente ‘El invierno’.

‘Calle Soledad’ llega seis años después de su anterior trabajo en estudio: ‘Navegando por ti’. “Es muy concienzudo, lo he hecho con mucha calma y sin concesiones a la comercialidad ni a nada, simplemente hemos hecho lo que queríamos hacer”, explicó Perales, autor de clásicos como ‘Y cómo es él’, que el año pasado versionó el salsero Marc Anthony, ‘Un velero llamado libertad’, ‘El amor’ y otros.

Tal vez estuvo predestinado, al nacer en la Calle Soledad en Castejón, en la provincia española de su natal Cuenca, por donde iba a la escuela; un pueblo que es el lugar adonde aún se retira para componer. Pablo Perales, su hijo, fue quien sugirió el nombre del disco. Él es el productor actual de los discos del dueño de temas como ‘Qué pasará mañana’, ‘Que canten los niños’ o ‘Me llamas’.

José Luis Perales reconoce que tiene dos compañeras, la soledad y Manuela. Por eso afirma que dentro de su catálogo que sobrepasan las 400 canciones, abundan las despedidas, las separaciones y regresos. No obstante, afirma que su matrimonio “ha ido siempre muy bien” y eso se refleja en los 35 años que llevan juntos como esposos y los 44 como pareja. “Cuando escribo canciones de amor se las escribo a mi mujer porque estoy enamorado de ella y cuando escribo del desamor me fijo en los vecinos, que se llevan siempre fatal”, reveló.

‘Calle Soledad’ incorpora acompañamientos de la Orquesta Sinfónica de Bratislava, dirigida por el vallisoletano David Hernando Rico, grabados en directo en el estudio en España desde esa ciudad eslovaca a través de Internet. “Hay orquestas maravillosas que suenan igual que la orquesta sinfónica de Londres”, refirió Perales.

Su más reciente álbum contiene once canciones como ‘Breve como la luz’, ‘Aún te quiero’ y ‘Una canción llamada soledad’, aunque de todas el cantante resaltó como “especial” la que le dedica a su nieta, ‘Canción para Manuela’, cuyos derechos de autor ha cedido a Aldeas Infantiles S.O.S.

Tras 27 discos y 50 millones de copias vendidas, Perales confesó que sigue interesado en los mismos temas, que a su juicio no solo atraen a personas de su generación, sino también a jóvenes que escucharon, al crecer, las canciones que les gustan a sus padres. “Quiero ser baladista hasta que me muera”, sentencia José Luis Perales, ese poeta que siempre se resistió a interpretar sus canciones.