Joaquín Cordero deja un legado en el cine, teatro y la televisión mexicana
Joaquín Cordero pasó la mañana del pasado martes 19 de febrero en el jardín de su casa, tomando el sol. Sus familiares notaron que se estaba durmiendo y lo llevaron a su cama, donde se fue quedando dormido hasta morir.
Esa misma tarde, la Asociación Nacional de Actores (ANDA) confirmó el deceso del histrión, quien durante sus más de siete décadas de carrera artística participó en 130 largometrajes y 40 melodramas.
Sus hijos afirman que el actor mexicano murió de amor, pues ya no quería vivir sin la compañía de su esposa, Alma Guzmán, quien había fallecido hace unos meses.
Cordero, de 89 años, quien obtuvo el premio Ariel en 1951 por mejor coactuación masculina por la telenovela ‘Las dos huerfanitas’, era una de las últimas grandes figuras vivas de la llamada Época de Oro del cine mexicano.
A Joaquín, quien sufrió una embolia y un infarto cerebral por lo que fue internado en un hospital de la Ciudad de México, le sobreviven sus hijos Antonio, Gabriel y David, a quienes procreó con su esposa Alma Guzmán, quien falleciera en julio pasado.
A finales de 2012 el actor recibió un homenaje por sus 75 años de trayectoria por parte de la Asociación Nacional de Actores, que le entregó una medalla instituida con su nombre.
Durante su carrera, Cordero actuó al lado de Pedro Armendáriz y Pedro Infante en la Época de Oro del cine mexicano, y recibió varios reconocimientos, entre ellos, un homenaje por parte de la Academia Mexicana del Tango A.C. “Gastón Martínez Matiella”.
El destacado actor, quien encarnó a ricos, villanos, pobres y hasta sacerdotes, y quien cautivó al público con interpretaciones como la del abuelo ‘Don Agustín’ en ‘Fuego en la sangre’ (2008), nació el 16 de agosto de 1923 en Puebla, México.
Cordero, uno de los actores más reconocidos de México, y quien a sus casi 90 años siguió vigente en la televisión mexicana, estudió tres años de Humanidades en el Seminario de Tulancingo, y dos de Filosofía en el Moctezuma. Más tarde intentó cursar la carrera de Jurisprudencia en la Escuela Libre de Derecho, pero en 1946 se decidió por la actuación.
Estudioso del latín, griego y filosofía escolástica, debutó de manera profesional al lado de Mario Moreno ‘Cantinflas’ en la película ‘A volar joven!’ (1947). También trabajó en radionovelas e incursionó en el canto, incluso llegó a grabar dos discos; además fue pionero de los teleteatros junto con Manolo Fábregas y Fernando Soler. Después de su buen trabajo en títulos como ‘Comisario en turno’ y ‘El gran campeón’, ambos en 1949, logró obtener su primer protagónico en la pantalla grande, con ‘Las dos huerfanitas’ (1950).
A mediados del Siglo XX apareció en producciones como ‘Las tres alegres comadres’ (1952), ‘Pepe el toro’ (1953), ‘El río y la muerte’ (1955), ‘Sucedió en México’ (1958) y ‘La reina del cielo’ (1959). Más tarde, colaboró en ‘Qué padre tan padre!’ (1961), ‘Santo contra cerebro del mal’ (1961), ‘Campeón del barrio’ (1964), ‘Los tres mosqueteros de Dios’ (1967) y ‘Patsy, mi amor’ (1969).
Participó en otros filmes como ‘Papá en onda’ (1971), ‘Eva y Darío’ (1973), ‘La justicia tiene doce años’ (1973), ‘Fieras contra fieras’ (1982), ‘Braceras y mojados’ (1984), ‘Conexión criminal’ (1987), ‘El sexenio de la muerte’ (1997) y ‘Padres culpables’ (2001). Su desempeño en teatro inició en 1949 con la puesta en escena de ‘Llega un inspector’. Durante la década de los 80 participó en obras como ‘Estos jóvenes de ahora’, ‘Boeing boeing’, ‘La pareja dispareja’, ‘Burbujas de champagne’ y ‘Sangre de artista’.
En televisión, Cordero ha hecho múltiples melodramas, entre los que figuran ‘Mi amor frente al pasado’ (1960), ‘La herencia’ (1962), ‘Historia de un cobarde’ (1964), ‘La duda’ (1967), ‘Pequeñeces’ (1971) y ‘Ha llegado una intrusa’ (1974).
Además de ‘Barata de primavera’ (1975), ‘Ardiente secreto’ (1978), ‘Eclipse’ (1984), ‘Cómo duele callar’ (1987), ‘Amor en silencio’ (1988), ‘Amor de nadie’ (1990), ‘Baila conmigo’ (1992), ‘Los parientes pobres’ (1993), ‘La paloma’ (1995) y ‘Por tu amor’ (1999).
En 2000 colaboró en ‘Carita de ángel’, ‘Mi destino eres tú’ y ‘Abrázame muy fuerte’; un año después en ‘Sin pecado concebido’ y, para 2002 en ‘Entre el amor y el odio’ y ‘Vivan los niños’.
En los últimos años trabajó en la película ‘Doble secuestro’ (2003), en la que interpretó a ‘Fernando Cortés’, y en las telenovelas ‘La madrastra’ (2005), en la que dio vida al ‘Padre Belisario’, y ‘Destilando amor’.
En agosto de 2005 el actor mexicano se sometió a una operación debido a una hernia en la ingle, tras lo cual se mantuvo alejado por algún tiempo del medio del espectáculo.
En 2007, en ‘Destilando amor’ dio vida a ‘Amador Montalvo’, el patriarca de la familia ‘Montalvo’, quien muere en el primer capítulo, dejando un testamento y una carta que serán determinantes para el desarrollo de la historia.
En 2008 participó en ‘Fuego en la sangre’, de Salvador Mejía, en la que compartió créditos con Adela Noriega y Eduardo Yáñez; además, recibió la Cruz de Plata que otorga el Festival Internacional de Cine Expresión en Corto en Guanajuato, México.
El actor, quien también fue distinguido con la Medalla de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), puso de pie al público, quien lo ovacionó durante varios minutos. En agradecimiento, Joaquín se hincó en el escenario.
El fallecido actor dejó grabado un material con poemas y pensamientos, donde expresa su tristeza por la ausencia de su esposa, informó la actriz Carmen Salinas.
La productora de “Aventurera” destacó que hace unos meses, el actor aceptó la propuesta de grabar un disco de tangos, poemas y pensamientos: “Platiqué con él y quedamos de acuerdo para estar en mis estudios de grabación y empezamos la aventura; de hecho, la propuesta era producirle el material para que él lo regalara a sus familiares como recuerdo”, concluyó Salinas. En Ecuador se ha transmitido todas las telenovelas en las que participó.