Iván Mora Manzano es guayaquileño de nacimiento y a la vez quiteño porque vive ahí desde hace 17 años de los 35 que tiene, pero con una interesante hoja de vida en cuanto a cine se refiere y previo a su tan publicitado filme ‘Sin otoño, sin primavera’

Aunque como director registra más trabajos en cortometrajes como ‘Silencio nuclear’ (2003) o ‘Vida del ahorcado’ (2004), más vídeos como ‘Reina’, de Los Pescados para bandas como Los Pescados (donde curiosamente toca la batería Juan Fernando Andrade, el guionista de ‘Pescador’, de Sebastián Cordero.

Y esa clase de trabajos tiene que ver con que su formación, desde sus años como adolescente en Urdesa Central, ha sido musical. Más bien su labor en filmes grandes es como editor de ‘Crónicas’, ‘Con mi corazón en Yambo’ ‘Prometeo Deportado’ y otras.

Cuenta que el argumento de ‘Sin otoño, sin primavera’, que hoy se estrena en los cines nacionales, surgió en 2007 mientras estaba en Puerto Cayo. Ahí permaneció durante dos meses. “Fue todo muy instintivo. Lo que me llegaba a la cabeza eran ideas relacionadas a Guayaquil. Era como que sentía que tenía una deuda pendiente con la ciudad en la que nací”, afirma Mora, quien explica que nunca fue un “riesgo” trabajar con actores sin experiencia (naturales, como él ha dicho en cuanta entrevista le han planteado).

“Yo siempre supe que funcionaría. Lo concebí así, con toda la seguridad del mundo. Lo que pretendía era una película con una base concreta y existencialista. Por eso tomaba en cuenta mucho las historias personales de sus personajes desde las audiciones. Las primeras se basaron en entrevistas”, relata Mora, quien revela que Ángela Peñaherrera, la exguitarrista del disuelto grupo The Cassettes, fue a la primera actriz que escogió.

“Para mí ella siempre fue Paula desde el principio, mientras que Enzo Macchiavello me convenció para el papel de Lucas a través de su discurso basado en el libro ‘Confessions of an economic hit man’ (Confesiones de un sicario económico, 2004), de John Perkins. Lucas es un personaje conflictivo. Es un estudiante de leyes que cree en la anarquía de la imaginación (término que sacó de un cineasta alemán), mientras que Paula colecciona historia de felicidad porque ella misma quiere saber qué es”, explica Mora.

Lo de “balada punk”, Mora cuenta que surgió de Javier Andrade (director de ‘Mejor no hablar de ciertas cosas’) cuando leyó el guión de ‘Sin otoño, sin primavera’. “Ese término tiene que ver con la esencia de la película, que más bien es un retrato materialista de la vida”, dice.

Sucede al parecido con el mismo nombre de la cinta, que cuenta las historias de tres parejas y que son como los contrastes de las estaciones climáticas.

Para Mora, quien rodó la mayoría de las escenas de Lucas en su antiguo barrio de Urdesa Norte (donde confiesa en un blog que lo recibieron como el vecino que está de vuelta) es clave el hecho de combinar personajes jóvenes, sin experiencia, más la música para reflejar una de las tantas realidades que a él le interesan como cineasta, aunque espera que cada espectador se identifique.

Sus protagonistas

Enzo Macchiavello reconoce que usó el metodismo para intepretar a Lucas. “Cuando recibí el papel no sabía qué mismo hacer. Me atrajo la biografía de Daniel Day Lewis y decidí acoplar mi personaje a mi vida diaria. Para mí era una blasfemia que me llamaran Enzo en casa. Solo dejaba de serlo durante los fines de semana”, dice el actor.

Ángela Peñaherrera sostiene que asoció muchas experiencias suyas con las del personajes, entre ellas las que ha vivido con su padre para armar el rompecabezas interior de Paula; mientras que Paulina Obrist, quien fue Antonia, defiende que vivió su rol de forma natural. “Tengo un esposo y no podía vivir en casa como Antonia todo el tiempo”, asegura Obrist, quien luce varios tatuajes en su cuerpo.

La colombiana Paola Baldión tuvo que conocer a sus compañeros de reparto en salidas y a la ciudad para entender a su personaje de Gloria, mientras que Andrés Crespo (protagonista de ‘Pescador’) confiesa que se inspiró en Abdalá Bucaram para encarnar al juez Neira.

El largometraje recién se estrena hoy, pero previamente ha recibido varios reconocimientos, entre ellos del Consejo Nacional de Cine del Ecuador (CNCine). Fue premiada por el prestigioso fondo norteamericano Global Film Initiative, que consistió en fondos para ayudar a la finalización de la cinta, pero esa es otra historia, una que Iván Mora tiene pendiente contar.