Ismael Rodríguez, el impulsor del éxito fílmico de Pedro Infante
Pepe ‘el Toro’ está encarcelado por un asesinato que no cometió, mientras su hermana y su madre paralítica agonizan en un hospital.
Huye de las Islas María para estar con ambas, pero de inmediato lo atrapan en el hospital y vuelve a prisión donde se encuentra con Ledo, el verdadero asesino.
Pepe sabe que él fue y lo obliga a confesar. Encerrados en un calabozo, Pepe deja tuerto a Ledo, quien adolorido confiesa su crimen delante de todos para que el otro sea liberado.
En otra historia, el mismo Pepe ‘el Toro’ vuelve a sus labores como carpintero y ya tiene un hijo con su adorada ‘Chorreada’. Al niño le dicen el ‘Torito’ y es el engreído de la vecindad pobre en la que viven.
El ricachón Juan Manuel de la Colina reconoce la paternidad de ‘Chachita’, la sobrina de Pepe, a quien ha cuidado como su hija, mientras Ledo escapa de la cárcel en busca de venganza.
Ledo y sus compinches provocan un incendio en el que mueren el ‘Torito’ y el millonario Juan Manuel. Pepe busca al tuerto, lo enfrenta y en la pelea, Ledo cae desde la terraza de un edificio.
En una tercera historia, Pepe se convierte en boxeador para pagarle una deuda a Lalo, su mejor amigo de la infancia, quien también es pugilista. Por cuestiones de oficio deben enfrentarse en el ring, aunque ambos se aprecian mucho. Por su falta de técnica, Pepe mata sin querer a Lalo con un puñetazo en el corazón.
Y Pepe ‘el Toro’ es Pedro Infante, el actor que lo interpretó en la trilogía ‘Nosotros los pobres’ (1947), ‘Ustedes los ricos’ (1948) y ‘Pepe el Toro’ (1952), que dirigió Ismael Rodríguez Ruelas, considerado como una leyenda de la era dorada del cine mexicano.
Durante esa trilogía, Rodríguez estuvo al mando de actores como Blanca Estela Pavón (la ‘Chorreada’), Evita Muñoz (‘Chachita’), Jorge Arriaga (Ledo), Miguel Manzano (Juan Manuel de la Colina), Joaquín Cordero (Lalo) y otros.
Y esa obra es considerada como una de las más importantes de Rodríguez y de la cinematografía azteca, comparada con ‘Los olvidados’ (1952), del español Luis Buñuel, por su contenido social que mostraba los extremos de la pobreza y de la riqueza en una misma urbe.
Ismael Rodríguez Ruelas (19 de octubre de 1917 - 7 de agosto de 2004) nació en Ciudad de México, pero a los 9 años de edad viajó con su familia a Los Ángeles, Estados Unidos, durante algunos años, donde se involucró en el mundo del cine.
Con sus hermanos mayores, Roberto y Joselito, desarrollaron un sistema de cine sonoro. Eran los últimos días del cine silente. De hecho, a él y sus consanguíneos se los considera como pioneros del cine mexicano sonoro.
En 1931, don Ismael participa como actor extra en el filme ‘Santa’, de Antonio Moreno, pero cuatro años después se especializó en estudios de sonido y proyección en el Radio Institute of California. A los 19 años de edad fue operador de sonido y obtuvo un premio en esa área.
Después de colaborar en algunas producciones como actor y en trabajos técnicos -que incluían guiones-, don Ismael debutó como cineasta en 1942 con ‘¡Qué lindo es Michoacán!’, mientras que simultáneamente fundó la empresa Películas Rodríguez con sus hermanos mayores.
A Ismael también se lo conoce como uno de los impulsores que tuvo Pedro Infante como actor. Dirigió la mayoría de las cintas exitosas del también cantante mexicano. Entre sus trabajos conjuntos constan también ‘Los García’ (1946), ‘Vuelven los García’ (1947, en ambas con Sara García), ‘Los Huastecos’ (1948, allí Infante interpreta a trillizos), ‘A toda máquina’ (1951), ‘Qué te ha dado esa mujer’ (1952, en estas dos Infante fue motociclista junto con Luis Aguilar) y ‘Tizoc: amor indio’ (1956, con María Félix). Este largometraje le significó el Oso de Oro al mejor actor para su protagonista.
Otro de los histriones que inspiró a Ismael Rodríguez fue Jorge Negrete. A él lo dirigió en películas como ‘¡Ay Jalisco no te rajes!’ (1941) y ‘Dos tipos de cuidado’ (1952, con Infante).
‘Ánimas Trujano’ (1961) es otro de los trabajos memorables de Rodríguez como director. Por esa producción él estuvo nominado al Oscar como mejor película extranjera.
Durante su carrera ha filmado de todo un poco, incluso, humor para adultos (con ‘Blanca Nieves y sus 7 amantes’, de 1980, con Sasha Montenegro como estelar).
A Ismael Rodríguez se lo conoció por las secuelas y sagas de sus cintas. La última que tuvo fue la trilogía ‘Reclusorio’, entre 1995 y 1996, con lo que prácticamente se retiró del cine y luego murió de un paro cardiorrespiratorio propio de su avanzada edad, 87 años.