Aunque el mexicano Adal Ramones y el ecuatoriano Francisco Pinoargotti son dos humoristas con estilos distintos, el eje de sus actuaciones es muy semejante: la cotidianidad. Y será el que ambos presenten esta noche, desde las 20:00, en el Centro de Convenciones Simón Bolívar.

Durante su última visita en julio de 2008 y en otras entrevistas, Ramones sostiene que su misión es ofrecer la cara contraria a las tragedias que aparecen en los noticieros, a través del relato de situaciones cotidianas con las que la mayoría se puede identificar. “La cuestión es darse cuenta de que no todo es tan malo como parece y que con eso uno puede reírse de las situaciones adversas”, expresa el actor azteca, quien solo necesita de un micrófono, a veces música y un diálogo ameno e ininterrumpido.

Lo nuevo del comediante, que nació el 3 de diciembre de 1961 en Monterrey como Adalberto Javier Ramones Martínez, es “33 cosas que me vuelven loco”. Se trata de “situaciones que en algún momento hemos vivido todos”, según el actor azteca, quien considera que la reacción de la gente ante esas circunstacias es notoria cuando empiezan a verse y codearse entre sí. “Es porque se sienten identificados. Eso es lo que llega a los demás”, afirma.

En sus presentaciones puede hablar sobre lo que vive en la escuela su hija Paola, de 11 años, o de cualquier otra persona cercana a él.

Pinoargotti, quien se dio a conocer en varios programas televisivos, entre ellos Buenos Muchachos, tiene un estilo muy ácido en el que también suele imitar a cantantes como David Bisbal, Ricky Martin y otros, más algunos políticos.

Durante su trayectoria en directo registra cinco trabajos: “No soy tan buen muchacho”, “Visa2 para reír”, “Es3” (léase como estrés), “Santo monólogo” y “5ntener la risa”. Sobre su actuación para esta noche, Pinoargotti dice que serán 20 minutos de humor universal, acompañado por un pianista.

No descarta la imitación de algún político o algún otro personaje. Es posible que también aborde algo de lo que se vivió durante la reciente consulta popular.

Al igual que Pinoargotti, Ramones, quien llegó al país, a las 13:31 de ayer (según él mismo dijo en el aeropuerto Mariscal Sucre) se informa mucho sobre los acontecimientos recientes de los países que visita, a través de la lectura de periódicos. Además de eso juega con la jerga de cada país, pues considera que  las expresiones en cada lugar tienen una connotación diferente.

Hace tres años él relacionó el significado de la palabra “ruca” en Ecuador con el que tiene en México. “Allá ‘rucas’ son las viejas. Acá me enteré que significa dormir. Por eso cuando me dijeron si me iba a pegar una ruca, respondí que no porque no me gustan las viejas”, recuerda.

Ramones, quien anoche debía presentarse en el Ágora de la Casa de la Cultura, de Quito, saltó a la fama en 1995 con Otro rollo, que inicialmente se transmitía por la televisión pagada de México y cuatro años después pasó a la señal abierta, a través de XHGC-TV (Canal 5).

En ese programa ha entrevistado a personajes como Britney Spears, Bon Jovi, Coldplay, Elton John, Christina Aguilera y otros artistas.

Según el actor, el proyecto Décadas, de Televisa, en el que ha presentado musicales que hicieron historia, interrumpió el resurgimiento de Otro rollo.

Actualmente participa en la obra teatral “Tiro de gracia” y el “remake” de “Gutierritos”, considerada como la primera telenovela que se grabó en México (1958). En la nueva versión actúa junto con Ludwika Paleta y Jorge Salinas. No obstante, Ramones se da tiempo para ofrecer su show, ahora acompañado por Francisco Pinoargotti.

Las entradas para el show de hoy se venden en Musicalísimo del Policentro, Mall del Sol y Village Plaza. Sus precios son: 36 dólares (preferencia), 66 (VIP) y 86 (Adal box).