De aquel Axl Rose delgado, que lucía sus tatuajes y hacía gala de registros altos al cantar, no queda casi nada. El actual es más bien regordete, con algunos altibajos vocales. Y es el que cerró el festival Rock en Río la noche del domingo pasado en Brasil.

Con un sombrero y un bigote largo, su pinta evocaba a grupos de country, de rock sureño, al estilo Lynyrd Skynyrd. El cantante de 48 años completó su “look” con un sobretodo amarillo para contrarrestar el aguacero que cayó en el escenario y que retrasó el cierre del festival.

No obstante, Guns N’ Roses, que ahora tiene una alineación prácticamente desconocida, ofreció 40 canciones en una jornada que también contó con la participación de System of a Down y Evanescence.
En su repertorio constaron las clásicas “Sweet child of mine” y “Welcome to the jungle”, que ya había tocado en su primera participación,  hace dos décadas, en el mismo festival en Río de Janeiro.

Agregó otras como “Knockin’ on Heaven’s door” (original de Bob Dylan, que incluyó para el Use Your Illusion II, de 1991), “November rain” (del mismo disco, en la que olvidó parte de su letra), o la más reciente “Chinese democracy” (2008).

System of a Down abrió la jornada final ante 100 mil espectadores con sus canciones “Toxicity”, “Prison song”, “Holy mountain”, “Psycho” y “Lost in Hollywood”, las dos últimas críticas a las celebridades rockeras y del mundo del cine, formaron parte del espectáculo de la banda de Serj Tankian, que aprovechó para hacer un discurso contra las guerras, en defensa de la naturaleza y de los pueblos indígenas.

Evanescence también encantó a la multitud con su rock sinfónico, dotado de un tono entre melancólico y atormentado, que desciende a lo más lúgubre con los pesados acordes de la batería acompañada por la voz profunda de Amy Lee.

La cantante también tocó sus baladas más famosas en el piano. Incluyó “Bring me to life”, canción con la que cerró una hora de música y que fue coreada por todo el público.

Otras bandas que tocaron son Pitty y Detonautas. Pitty concluyó su presentación con un tributo a Nirvana, tocando unos acordes de “Smells like teen spirit”, con una dosis extra de batería para el deleite de un público por lo general más juvenil que el que acudió al “día del metal” del domingo de la semana pasada.

Detonautas, conocido por sus letras contestatarias, instó a los brasileños para que se movilicen contra la corrupción, para lo que el vocalista Tico Santa Cruz se puso una máscara del filme V for Vendetta, que se ha convertido en los últimos tiempos en un símbolo de las marchas ciudadanas contra los recortes sociales.

La última jornada del festival se dedicó  casi  exclusivamente  al rock y contó también con otros nombres consagrados en Brasil, como Titãs y Mutantes, que tocaron en el escenario Sunset.

El sábado también hubo jornada en el mismo escenario. Ahí sobresalieron los británicos Coldplay, que incluso ofrecieron un breve homenaje póstumo a su compatriota Amy Winehouse, fallecida en julio pasado.
Con ellos también tocaron los mexicanos Maná y otras bandas.

Rock en Río, que este año se dividió en dos semanas, volverá el año que viene a Lisboa y Madrid y tendrá una nueva edición en Río de Janeiro para septiembre de 2013, según confirmó Roberto Medina,  el organizador.

Medina explicó que México terció para la organización de 2013, pero finalmente quedó Brasil.