“Actor de oficio, dibujante de afición, pensador de tarea”. Así se describía Gonzalo Samper en su cuenta de Twitter (@plumablancauio), medio que en ocasiones utilizaba para decir lo que pensaba, de una forma directa, pues así era su personalidad, según cuentan aquellas personas que lo conocieron.

La red social también sirvió para informar a los amigos y conocidos de Samper sobre su enfermedad, pues hace 7 meses le diagnosticaron un tumor cerebral. Erika Vásquez, su esposa, fue quien tuvo al tanto a las personas, con publicaciones a través de la cuenta de Facebook del actor.

Ese mismo medio de comunicación lo utilizó el jueves para anunciar sobre el fallecimiento de Gonzalo, a quien le ganó el cáncer a sus 54 años. Cuando se corrió la voz de su partida, se comenzaron a hacer presentes las muestras de cariño y muchos dieron el pésame a la familia del actor chileno, que durante más de 40 años se radicó en Ecuador.

Desde la tarde del jueves, hasta ayer a las 11:00, el cuerpo del difunto estuvo en el salón Jorge Icaza de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, sito al que acudieron familiares y amigos vestidos de blanco, como era el deseo de Samper.

Ayer, el cuerpo fue trasladado hasta la funeraria Los Lirios, al norte de Quito, donde se realizó una misa al medio día y en donde los restos de Samper serán cremados. “Él dijo hace poco: el día de mi muerte quiero que todos festejen, que estén felices. Pero eso es imposible porque es nuestro amigo querido el que se fue”, dijo Viviana Cordero, directora de cine,  quien junto a Gonzalo preparaba un monólogo, proyecto que quedó inconcluso. Cordero, al igual que las personas que lo conocieron, lo recuerda como un gran actor y dibujante.

“Mi papá siempre fue un gran artista, aunque estaba un poco loco, nunca se adaptó a lo que era la sociedad, pero en eso descubrió su manera de actuar. Era muy disciplinado en todo lo que hacía y cuando se involucraba en algo trataba de realizarlo bien. Cuando nos enteramos de las enfermedad que tenía todo cambio, por eso dejó sus proyectos en la actuación, para morir lentamente. Lo bueno es que ahora descansa en paz, ya no sufre tanto. Fue un gran hombre y la gente lo recordará por su gran carisma porque era amable, se relacionaba con los demás. Solo me queda por decir: que en paz descanse”, comentó Andrés Samper (hijo de Gonzalo), mientras estaba ayer en la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Actores, pintores y demás artistas que conocieron y trabajaron junto a Gonzalo, también se concentraron en las instalaciones del centro cultural para dar el pésame a la familia Samper. “Con ‘Gonzalito’ tengo un grato recuerdo porque fuimos colegas de profesión. Indudablemente gran amigo y actor. El último trabajo en el que participé con el fue en la película La Trampa, que terminamos en junio de este año, pero luego él ya empezó con su malestar. A todos nos toca el momento de partir, a él le tocó antes que a mí y es muy lamentable, pero lo recordaré con mucho afecto y sobre todo por su gran talento”, dijo el actor Jaime Bonelli, quien caracterizó al expresidente Gabriel García Moreno en la película ‘Sé que vienen a matarme’.

Wilson Burbano, es otra de las personas que la mañana de ayer estuvo en la Casa de la Cultura y se hizo presente con un poema que le escribió al enterarse de la muerte de su amigo. “Se ha integrado Gonzalo Samper a la esencia de la natura que con placer cultivó. El escenario lo sueña en este prolongado amanecer. Aquel caballo, su perro y el loro, vestidos de blanco, desde la orilla en nostalgia, contemplan cómo su alma peina la arena, mientras serena la fiebre de las olas”, dice el poema que le dedica al fallecido actor.

La pasión que sentía por la actuación se la transmitió a varias personas que también decidieron inclinarse por este arte. Ese es el caso de Oscar Bangeliz, quien acudió a la despedida de Gonzalo acompañado de su guitarra, para entonar algunos temas y darle el último adiós.

“Hace ocho años me dediqué a la actuación por Gonzalo, porque egresé del Conservatorio de Música y lo conocí a él y a Jaime Bonelli en el laboratorio de teatro de Ernesto Albán Jarrín. Antes de conocerlo en persona, lo admiraba mucho. Algo destacable de él fue su ironía, era muy gracioso, tenía un humor bastante sarcástico. El trabajo que realizó, en general, me gustó mucho, y aunque no me gustó la producción de ‘Sé que vienen a matarme’, Gonzalo hizo un buen papel como Juan Montalvo”, indica Oscar.    

Para Ernesto Albán, el país perdió a un gran actor, pues Gonzalo siempre estuvo abierto a apoyar los proyectos en los que fue solicitado y a entregarse por completo a cada uno de estos. “Era muy puntual y exigente con sí mismo, se aprendía los libretos a su debido tiempo y sobre todo tenía una gran calidad humana, fue buen amigo, buen compañero. Con él era fácil actuar porque se compenetraba en su profesionalismo actoral, por eso su partida es muy sentida para quienes estamos involucrados en la actuación”, manifestó Albán.

30 años dedicado a la actuación

Samper nació en Chile, pero desde los 10 años de edad se radicó en Ecuador. Dedicó treinta años de su vida al teatro y a la actuación. Participó en decenas de telenovelas ecuatorianas, y se destacó por su gusto al dibujo y la pintura, además de su aporte a la cultura.

Entre las últimas obras que dejó Samper están ‘Amores.com’. Samper fue parte de varias producciones televisivas, como ‘Ángel de piedra’, ‘Dulce tormento’, ‘Kandela’, entre otras. En 2007 caracterizó a Juan Montalvo en la producción de Ecuavisa ‘Sé que vienen a matarme’, una obra basada en la novela homónima de Alicia Yánez Cossío, dirigida por Carl West.

Actuó en las obras ‘Art’ (junto a Peky Andino y Ovidio González), ‘Gorda’ (junto a Pancho Arias y Aurora Feliú) y ‘Hombres en escabeche’.

Intervino en distintos proyectos de cine y su afición por el dibujo y la pintura es algo que recuerdan las personas que lo conocieron. Su gusto por éste arte le viene de la infancia, así lo dijo en algunas entrevistas cuando se le preguntó sobre ese tema.

Para Gonzalo, el dibujo era un reto porque tenía que estar atento al momento de capturar una acción o un gesto. El actor también participó en algunas campañas publicitarias de la tienda de ropa Pinto.

Sus colegas y amigos comentan que Gonzalo tenía una visión profunda y espiritual acerca de la vida y la muerte, apegado a la naturaleza. Seguramente, eso lo ayudó a enfrentar una muerte lenta, y eligió tratamientos de medicina bioenergética, que es parte de las denominadas medicinas alternativas y complementarias.