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Ecuador, 23 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Funky: Antes era rockero, por Vico C me enamoré del rap

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Estuvo en Ecuador a principios de año y antes de que el 2014 se termine, viene a dar una minigira por Quito, Guayaquil, Manta y Ventanas. En sus maletas empaca rap con mensajes positivos, con el que camina desde finales de los noventa, cuando se convirtió al Evangelio. Su nombre real es Luis Raúl Marrero, pero se hizo conocido en el escenario del hip hop con Cristomicina como Funky, término que acuñó de ese tipo de jazz cincuentero que tiene como característica principal la fusión de sonidos africanos en sus composiciones; repetitivos, como los que utiliza el género al que ahora representa.

En una entrevista telefónica, este puertorriqueño le cuenta a diario El Telégrafo cuán complicado le resulta presentarse como un artista cristiano y cuáles son los proyectos en los que se halla inmerso, además de un par de detalles de sus inicios y anécdotas sobre su más grande influencia musical, el rapero Vico C.

Más está entre lo último de Funky, un álbum que lanzó en el 2013 con varios artistas y que le mereció un Premio Arpa 2014. Derivado de este trabajo, llegó la gira Todo, que beneficia a la fundación Compassion International, ¿qué le dejan estos proyectos?
Bueno, no te puedo decir que Más es lo último, sino lo más reciente, porque lo último aún no lo grabo (ríe). Tenemos ya casi un año de gira, compartiendo un poco de lo que vivimos a través de la experiencia de hacer ese álbum, que es algo que hace tiempo quería hacer. Es un trabajo interesante, porque es muy diferente a lo que había hecho antes en muchos aspectos. La gira es un privilegio. La fundación se encarga de combatir la pobreza en diferentes países del mundo y unirme con ellos fue muy especial. Hacer más es una de nuestras tareas. Hay que de vez en cuando levantar la cabeza y ver que la necesidad es grande en el mundo, no solo de la palabra, sino también a nivel económico. Hay que seguir trabajando.

-Todo, como tour, empezó en marzo del 2014. Se trata de presentaciones en Estados Unidos a beneficio de la fundación. Funky espera que se extienda por Latinoamérica y algunas partes de Europa. En el disco Más, comparte micrófono con Jesús Adrián Romero, la mexicana Annette Moreno, Any Puello, de Republica Dominicana, y la también boricua Blanca Callahan. Hay un audiovisual que quedó de recuerdo, el de la canción Yo soy así.

Unir a cristianos para cantar... ¿su idea?
Hace mucho tiempo tenía la palabra Más en la cabeza. Hay un versículo bíblico que dice que más vale dos que uno, porque se obtienen más frutos de su trabajo (Eclesiastés 4:9), y eso es lo que quería hacer. Cuando se trabaja en equipo con un mismo enfoque, se hace más. El objetivo era llevar el evangelio a través de la música y pensando en eso invitamos a todos estos artistas.

¿Cuál es la clave del éxito de este disco?
Soy fanático de la música en todas las vertientes. La diversidad de géneros y los públicos que tienen o a quienes llaman estos ritmos enriqueció la audiencia, definitivamente ese es uno de los valores agregados.

Musicalmente, ¿qué prepara ahora?
Estoy trabajando un nuevo álbum que probablemente esté listo para abril. Siempre me gusta tomarme un tiempo para grabar. El año pasado ya saqué ‘Más’ y quizás sí pude adelantarme, pero quiero tomarme mi tiempo. Será algo interesante, muy diferente. No mucho en la música, que siempre tendrá como base el estilo urbano que me caracteriza, sino en la letra, con la que pretendo expresarle algo más a Dios. Verán a un Funky diferente.

Tiene varios dúos, ¿cuál está aún pendiente?
(Ríe). Siempre hay cosas nuevas. Aún hay mucha gente con la que quisiera grabar y en este nuevo álbum posiblemente tenemos algo de eso. El secreto está en trabajar con artistas que no precisamente pertenezcan al género urbano, para que así, la música llegue a más gente. Hay probabilidad también de trabajar con gente que recién empieza, pero que tiene mucho que dar. Esta es una oportunidad para que se den a conocer.

-Funky es de la vieja guardia. Sus primeros sencillos rapeados tenían como base pistas propias que creaba utilizando un tocadiscos de su mamá y un boombox de doble casete.

Ahora que también es productor, ¿qué tanto facilita el trabajo la tecnología y de qué manera se puede evitar un abuso de efectos?
A mí me encanta, pero estamos llamados a experimentar con cosas que guardan la esencia del rap y que no tiene nada que ver con electrónica. Te ayuda, sintetiza tu trabajo, pero no debes olvidar las raíces.

Vico C en la vida de Funky

-Los inicios de Funky están indudablemente marcados con la influencia de Luis Armando Lozada Cruz o, como se lo conoce artísticamente, Vico C. Nombra parte de su lírica en más de una canción de su repertorio, pero esto no es una sorpresa. No si se tiene en cuenta que cuando tenía 15 años, comenzó a participar en los concursos de talento en su natal Puerto Rico con las interpretaciones que hacía del Filósofo del Rap.

¿Qué tan importante es Vico C en la vida artística de Funky?
(Ríe de nuevo) Mira, yo antes era rockero. A Vico lo escuchaba en un principio mi hermana. Yo escuchaba rap, pero en inglés, y fue con vico que conozco por primera vez el género en español, a través de un cassette que ella me regaló. A través de su música me enamoré del género.

-Ahí no muere la anécdota. El Filósofo no solo fue la guía artística de Funky. En 1997, cuando ya tenía dos años en Estados Unidos y había nacido el grupo Stylo, conoce a Freedom, un ex bailarín de Vico C, quien eventualmente lo lleva a encontrarse con el padre del género. Es Vico quien acerca a Funky al cristianismo y no duda en reconocer con tono confesor: “Es una persona muy importante para mi vida”. En 1998 grabaron juntos Aquel que había muerto; la primera experiencia de Funky como productor musical, y en el que además colabora en tres de las nueve canciones: la homónima, Calla y Careta.

Después de todo lo que lo admira, ¿cómo tomó su etapa de adicciones?
Siempre he amado a Vico C y siempre lo voy a amar y a honrar como amigo. Me dolió. Lloramos, oramos y clamamos. Son cosas que le pueden pasar a cualquier persona, cada uno tiene sus propias batallas. Vico es un hombre con mucho amor y temor a Dios, un hombre que batalla con serle fiel. A nosotros lo que nos queda es dejar de criticar y señalar, y empezar a orar.

-En el 2012, la fusión Funky-Vico C volvió a dar de qué hablar. En la canción Oye, en la que el Filósofo se enfrenta a sí mismo, Funky aparece por el minuto 3:30 y lo encara sobre el tema de las drogas. Es un sencillo ícono, que queda para la historia.

Desde su conversión al cristianismo, no se ha separado de este estilo de vida, ¿cuál es el secreto de seguir en ‘pie de lucha’?
Después de haber vivido tanto tiempo alejado de Dios, y de darme cuenta los resultados negativos que eso trajo a mi vida, no hay otra cosa que mantenerme en esa nueva etapa que se me otorgó. No te lo voy a negar, hay momentos en los que uno se siente cansado, tentado, desanimado, traicionado… pero nada de eso se compara con las bendiciones que recibes cuando tienes a Dios y lo reconoces como el capitán de tu barco. Todo lo que soy se lo debo a él y por eso no me veo haciendo otra cosa que servirle.

Dentro de su faceta de artista funge también como escritor. En el 2012 lanzó su libro De ahora en adelante: La verdadera historia de Funky una narración que rescata el testimonio de su vida en pareja y recoge detalles de sus canciones más representativas, las mismas que usted podrá escuchar este viernes 7 en el auditorio del Centro Cristiano de Guayaquil, a las 19:00.

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