En una noche dominical donde Eminem, Bruno Mars, Katy Perry y otros artistas fueron distinguidos como los mejores artistas del año durante la ceremonia de los MTV Europe Music Awards (EMA) en Amsterdam, Miley Cyrus protagonizó un nuevo escándalo.

Vestida con ajustado body blanco y una un abrigo del mismo color, la ex chica Disney captó la atención del público al encender un cigarrillo -visiblemente de marihuana- cuando fue a recibir el premio al mejor video por ‘Wrecking Ball’, en el que aparece desnuda sobre una bola para demoler edificios.

“No tengo sitio en mi bolso para el trofeo, pero encontré esto...”, dijo la joven de 20 años mientras de su bolso de Chanel sacaba lo que parecía ser un cigarrillo de marihuana medio consumido cuando se encontraba sobre el escenario del Ziggo Dome, de la capital holandesa.

Holanda es el único país de la Unión Europea en donde se permite la venta legal del cannabis o marihuana. Allí los fumadores no pueden ser enjuiciados por poseer pequeñas cantidades.

Bajo esa premisa y fiel a su conducta de llamar la atención como una especie de obsesión por quitarse la imagen dulce que alguna vez tuvo con su personaje de Hanna Montana, Cyrus aprovechó el lugar y la ocasión para encender un cigarrillo y consumirlo con el mayor desparpajo posible.

Cyrus abrió la ceremonia, que tenía como tema el espacio, con su tema ‘We can’t stop’. Estaba vestida con un traje plateado y mientras cantaba sacudía el trasero en el movimiento conocido como ‘perreo’, en dirección a la pequeña bailarina que la acompañaba.

Para deleite de la multitud en el Ziggo Dome de Amsterdam, Cyrus terminó su espectáculo sacando la lengua, la misma expresión que usó repetidamente en agosto durante su también escandalosa presentación en los premios MTV en Nueva York.

No obstante, la ‘fumada’ de la ex Hanna Montana opacó, de una u otra forma, los méritos del rapero Eminem, quien fue el gran vencedor de la noche luego de recibir los galardones como ícono global y mejor artista hip-hop.

Los grandes favoritos de la gala se quedaron con las manos vacías. Justin Timberlake, que estaba nominado en cinco de las 17 categorías, no se llevó nada, a pesar que en agosto ganó cuatro MTV Music Awards, la versión estadounidense de los EMA.

Lady Gaga tampoco tuvo suerte. Los raperos estadounidenses Macklemore & Ryan Lewis, con cinco nominaciones, se impusieron en la categoría mejor artista nuevo.

El canadiense Justin Bieber consiguió por cuarto año consecutivo el reconocimiento como mejor artista pop masculino. No acudió a la ceremonia porque actualmente está en Argentina como parte de su gira ‘Believe’. En esta último país sufrió hace pocas horas una intoxicación que lo obligó a cancelar uno de sus espectáculos.

Bruno Mars fue galardonado por ‘Locked out of heaven’.

Eminem también fue protagonista de la otra polémica de la noche, que ha llevado a todo el público a preguntarse si el deslenguado rapero, en un juego de palabras, ha declarado su amor por la metanfetamina (“I love meth”, en inglés) o por las matemáticas (“math”).

Pero aún así eso no superó a la ‘fumada’ de la hija del cantante country, Billy Ray Cyrus.

Del resto de premiados, cabe destacar a Katy Perry (mejor artista femenina), el dúo británico Macklemore & Ryan Lewis (mejor artista revelación) y Justin Bieber, que por cuarto año consecutivo fue declarado mejor artista masculino.

En esta velada de celebración que no olvidó a las víctimas del tifón en Filipinas, Beyoncé recibió el premio al mejor directo, Green Day, el de mejor artista rock, Avicii fue designado mejor artista de electrónica y Thirty Seconds to Mars, mejor artista alternativo.

También fue premiada la banda Linkin’ Park (‘mejor world stage’), Tokio Hotel (‘mayores fans’), Austin Mahone (mejor ‘push’) y el asiático Chris Lee (mejor artista global).

De las actuaciones, no puede olvidarse la resplandeciente puesta en escena de Katy Perry, quien interpretó la balada ‘Unconditionally’ suspendida sobre el escenario, primero rodeada por bailarines que jugaban bajo su etéreo vestido y, después, convertida en una supernova humana, con un vestido de cristales que reflejaban los focos del escenario.